Siurot compartió micrófonos en sus arengas atroces de Radio Sevilla e integró el aparato represor franquista
Una polémica generada desde el Obispado de Huelva vuelve a abrir heridas en una de las provincias donde la represión franquista fue más cruel e intensa. De hecho, hay una frase popular que dice que «en Huelva no hubo guerra, solo represión«.
Por ello se entiende el rechazo a la reciente propuesta de la Diócesis de Huelva de dar comienzo a un proceso de beatificación de Manuel Siurot, abogado y colaborador del genocida Queipo de Llano. Los memorialistas onubenses rechazan de pleno esta iniciativa por la implicación de Siurot en el aparato represor franquista durante la guerra civil y la posguerra.
Propagandista del franquismo La Asociación de Memoria Histórica de la Provincia de Huelva (AMHPH) piensa que el obispo de Huelva, José Vilaplana, se ha detenido solo en la obra de Siurot como impulsor de escuelas religiosas que en el primer tercio del siglo XX acogieron a niños sin recursos, pero no tiene en cuenta el otro perfil del personaje como protagonista en la represión que llevó a cabo el franquismo y que precisamente en Huelva fue de dimensiones brutales y atroces. Acusan a Siutor de haberse puesto al lado del mando represor, trabajando codo con codo con uno de sus más despreciables exponentes, Queipo de Llano, participando, así, activamente en «cuestiones propagandísticas».
Para los memorialistas, que piden una reunión al obispo para que abandone la iniciativa de la beatificación, Siurot se posicionó activamente con los golpistas de Franco y contra el Gobierno legítimo de la República en 1936. Destacan su participación importante en el aparato represor que se organizó en Andalucía Occidental con Queipo de Llano al frente, La asociación memorialista cree que la ciudadanía tiene que conocer toda la verdad y la biografía completa de este personaje.
Colaborador de Queipo de Llano
La parte oculta para muchos de la biografía de Siurot no se puede calificar precisamente de ejemplar. Este abogado, juez y maestro onubense se puso fervorosamente del lado de los represores franquistas de manera muy activa, tanto así que fue una persona muy unida al personaje más siniestro del golpe de estado del 36 y la posterior represión, el militar franquista Gonzalo Queipo de Llano. Colaboró con este funesto militar compartiendo los micrófonos de Radio Sevilla en los programas que han pasado a la historia por su crueldad.
La AMHPH ha animado al Obispo a que se documente y consulte la bibliografía existente en relación a Siurot. Como ejemplo más explicativo sugiere la lectura de su propio libro ‘Mis charlas en el micrófono del general‘. Otro libro que añadiría más información exacta del perfil franquista de Suirot es ‘La represión del Magisterio republicano en la provincia de Huelva‘, donde se recoge y demuestra cómo se negó a interceder por maestros onubenses que acudieron a él para evitar su fusilamiento y que a la postre terminaron siendo asesinados por ausencia de gestiones del abogado que ahora se pretende beatificar. Los memorialistas destacan el desconocimiento existente en una parte de la sociedad de la «otra cara del personaje», favorable a gobiernos militares y no democráticos, y contrario al laicismo en la escuela.
¿Honrar a un colaborador del franquismo?
Con estos antecedentes y con la biografía «real» de estrecho colaborador del sanguinario Queipo parece incomprensible que se eleve al Papa una propuesta de beatificación si se tiene en cuenta que esta excepcional declaración oficial del Sumo Pontífice se realiza por ejemplaridad cristiana de la vida de una persona con la que se autoriza su culto en la Iglesia católica. Honrar con culto a un colaborador estrecho de Queipo de Llano sería difícil de digerir para cualquier mente creyente.
En Huelva «no hubo guerra, solo represión»
La propuesta del Obispo hiere multitud de sensibilidades y ofende a muchas familias con víctimas de la represión franquista que, como la de la provincia de Huelva, fue de las más sanguinarias de la Guerra Civil. De hecho es muy común oír que en Huelva «no hubo guerra, solo represión». Como recuerda la Asociación de Memoria Histórica de la Provincia de Huelva, la provincia «tiene la desgracia de soportar una de las cifras más escalofriantes de asesinatos de toda España» habiéndose contabilizado más de 8.000 asesinatos y un número indeterminado de víctimas que sufrieron torturas, persecución, presidio y exilio forzado por sus ideas políticas».
Se le han quitado calles
Del rechazo político a la figura de Siurot da muestra el hecho de que calles rotuladas con su nombre han sido propuestas para su eliminación en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía por informes de comisiones de expertos en historia y en memoria democrática.