Decía Aute que todos los caminos conducen a Roma… en España todos los caminos conducen al más rancio franquismo. El año pasado una centena de militares, en su estatus de reserva o de retiro, firmaron un manifiesto alabando la figura de Francisco Franco, dictador de un régimen fascista, asesino y genocida; eso de fascista no […]
Decía Aute que todos los caminos conducen a Roma… en España todos los caminos conducen al más rancio franquismo. El año pasado una centena de militares, en su estatus de reserva o de retiro, firmaron un manifiesto alabando la figura de Francisco Franco, dictador de un régimen fascista, asesino y genocida; eso de fascista no es que lo diga yo, que también, lo dice además una resolución de la ONU.
Esos individuos, militares que juraron la constitución y dijeron defenderla, tras cuarenta años en la cúpula militar, de la noche a la mañana, se erigen en defensores de la figura de semejante asesino, en un evidente acto de traición a su país y su juramento constitucional. Claro, todo esto muy a la imagen y semejanza de su ídolo, que después de jurar la constitución de la República organizó un «glorioso alzamiento», que nos traería una guerra civil y una persecución constante de demócratas, hasta después de bien terminada la guerra de exterminio que desencadenó, sobre todo contra el pueblo llano. Guerra seguida de cuarenta años de dictadura feroz, muchas de cuyas leyes siguen aún vigentes tras la transición, entre otras la ley de sucesión a la jefatura del Estado.
Viendo esto, una parte mínima de militares (lo cual pone en evidencia la catadura de muchos de estos traidores, que campan a sus anchas en su parcela particular de las FAS desde el 39) decidimos hacer público un comunicado en contra de la figura del asesino.
¿A quién se trata de sancionar?
Efectivamente, se sanciona a los que propulsamos el manifiesto anti-genocida. Cinco compañeros en activo, incluida mi persona, somos apercibidos por ello. En mi caso perseguido, acosado y denostado como «mal militar», cuando lo único que hemos hecho es defender lo que hemos jurado (me guste o no) la amputada Constitución, pues solo se aplica para aquello que conviene a los poderosos.
Han hecho que la guardia civil rastree mis cuentas en las redes sociales, las cuales pago con mi dinero, y en las cuales jamás expreso mi condición de militar. Se me atribuyen delitos tales como «injurias a la corona», por el grave pecado de decir «salud y república», y de «no contribuir al buen funcionamiento de la institución militar», a la cual he dado 20 años de mi vida. Me han suspendido en funciones, tal día como ayer, a falta de 11 meses para cumplir mi compromiso contractual con las fuerzas armadas. Es obvio que temen que pueda contribuir a extender los valores democráticos entre mis compañeros, por eso me separan del cuartel donde sirvo a mi país.
Por mi parte puede parecer pretencioso imaginar que algún día seré condecorado, pero ese día igual llega, como les llegó a mis admirados compañeros de la Unión Militar Democrática (UMD); aunque es verdad que llegó tarde, cuando ya se había asentado de forma irreversible el franquismo en el ejército. Y si llega ese día, será un orgullo para mi, no por mi modesta persona, sino porque ese día, por fin, querrá decir que nos habremos librado del asesino, de su paz de los cementerios; no por sacarlo del valle de los caídos, sino por sacar al genocida de las instituciones de este país. Aunque dudo que descanse en paz, sabiendo que su gigantesco mausoleo se asienta sobre miles de asesinados, simplemente por pensar diferente.
Me preguntan siempre, si con lo que estoy viviendo volvería a firmar… Volvería a firmar mil veces, porque las ideas no se venden por dinero ni poder, como los traidores del manifiesto rancio han hecho.
Algún día Franco será tan solo un recuerdo malo, porque su sombra siniestra ya no seguirá presente en la jefatura de estado.
Saúde e República sempre.
Marco Antonio Santos Soto, es Cabo en suspensión de funciones, miembro del Colectivo ANEMOI y Secretario del Colectivo Republicano de Redondela.
Referencias:
Intervención en TV3 del Teniente Luis Segura y el Cabo Marco Santos
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