Tras la Mascletà, la plaza del Ayuntamiento se despejó de gente y surgió un mar de botellas, latas, bolsas y todo tipo de plásticos que las organizaciones ecologistas recogieron y clasificaron con el fin de proponer a la administración las mejores herramientas para evitar el abandono de cada tipo concreto de residuo. Ayer 16 de […]
Tras la Mascletà, la plaza del Ayuntamiento se despejó de gente y surgió un mar de botellas, latas, bolsas y todo tipo de plásticos que las organizaciones ecologistas recogieron y clasificaron con el fin de proponer a la administración las mejores herramientas para evitar el abandono de cada tipo concreto de residuo.
Ayer 16 de marzo, activistas de Acció ecologista Agró, Amigos de la Tierra y Greenpeace recogieron más de 10 grandes bolsas de residuos tras la Mascletà en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia en tan solo 15 minutos. En el marco de una acción para visualizar el gran abandono de basura, las organizaciones se han propuesto mostrar la gran cantidad de residuos que se generan cada día en las Fallas, y en cualquier tipo de fiestas, recogiendo y clasificando los residuos que acaban abandonados.
Las organizaciones han separado la basura recogida, comprobando que las latas de bebidas han sido el desecho más numeroso, más de 1.000 unidades en total. Este abandono masivo de residuos provoca suciedad y mala imagen y, por este motivo, las administraciones han desarrollado varias iniciativas de recogida durante las fiestas, con diferentes puntos para la recopilación de botellas de vidrio y latas. Sin embargo, estos métodos son insuficientes para evitar que latas y botellas se acumulen por calles y plazas, a pesar de que gestionarlo representa un elevado coste a las arcas municipales. Además, los residuos abandonados son difíciles de separar, por lo que pierden su potencial de reciclaje y, por lo tanto, se desaprovechan recursos naturales.
Las organizaciones ecologistas consideran necesario poner en marcha medidas de prevención para que estos residuos no acaben abandonados y posteriormente en incineradoras o vertederos. Existen iniciativas que han demostrado su eficacia para gestionar los residuos más comúnmente abandonados: la prohibición de las bolsas de plástico, volver a vender las bebidas con depósito y utilizarlos envases y vasos reutilizables para evitar el abandono de latas y botellas, serían dos claros ejemplos.
Según Alodia Pérez Muñoz, responsable del área de recursos naturales de Amigos de la Tierra, «las grandes cantidades de residuos abandonados generan serios impactos en ciudades, pueblos y entornos naturales. Los fabricantes de los principales residuos abandonados deben asumir su responsabilidad, y poner soluciones efectivas desde el origen del problema».
Las entidades ecologistas solicitan a las administraciones públicas y a la industria, responsable de estos residuos, que pongan en marcha medidas que solucionen los problemas de abandono desde el origen, que realicen campañas de sensibilización eficaces y eviten situaciones de suciedad y despilfarro de recursos públicos, como la evidenciada ayer en Valencia.
***
Imágenes disponibles en: https://www.dropbox.com/sh/