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[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo del nacionalismo-secesionismo

¿De qué hablamos y qué queremos realmente cuando hablamos y vindicamos «el dret a decidir»? (más un apunte sobre el «todo vale»: ¡no todo vale!) (II)

Fuentes: Rebelión

Para Mireya y Francisco, por su inmensa humanidad. Con cariño y admiración. ¡Viva Cuba!   Una historia poco conocida. Pocas horas antes de que Companys saliese al balcón de la Generalitat para proclamar el estado catalán dentro de la República federal española tomó una decisión significativa: hizo quitar la estelada que Josep Dencàs había izado […]

Para Mireya y Francisco, por su inmensa humanidad. Con cariño y admiración. ¡Viva Cuba!

 

Una historia poco conocida. Pocas horas antes de que Companys saliese al balcón de la Generalitat para proclamar el estado catalán dentro de la República federal española tomó una decisión significativa: hizo quitar la estelada que Josep Dencàs había izado en la sede de Conselleria de gobernación.

Soledad Bengoecha (2016)

 

El huracán mediático sobre la prohibición de las esteladas coincidió con la noticia de que, según el Ayuntamiento de Barcelona, casi 3.000 personas no tienen vivienda, un tercio de las cuales duerme en la calle y el resto en equipamientos municipales o de otras entidades. Respecto a anteriores recuentos la cifra se ha incrementado, el primero de los cuales realizado en 2008 contabilizó a 2.113 personas en esta situación. Unas cifras que indican el aumento de la pobreza y las desigualdades sociales en Barcelona. Lamentablemente, esta noticia quedó relegada de las portadas de los medios de comunicación por el asunto de las esteladas. Toda una demostración de cómo funcionan las cosas en este país, donde las pasiones nacionalitarias sirven, a menudo, para esconder los graves problemas sociales que le atenazan.

Antonio Santamaría (2016)

 

En propiedad, cuando un Estado ha interrumpido su relato constitutivo la memoria histórica se reduce a lo local, confirmaba el estudio de Rogers Smith. Desde que la Carta de la Naciones Unidas proclamara el derecho de autodeterminación «de los pueblos» (art. 1.2), todas las resoluciones de la ONU insisten en el debido respeto de la integridad territorial a fin de evitar desestabilizaciones, antagonismos fratricidas y ser «despedazados» por otros Estados. Sin embargo, uno de los legados que ha dejado el III Imperio alemán (1933-1945) es el derecho de autodeterminación de la «nación» en sentido racial, mítico o constitutivo, no tanto el del «territorio» donde esta se encuentra. Sostenida en algunos círculos de Croacia, esa doctrina ha alimentado el terrible conflicto de Bosnia-Herzegovina y, a pesar de ello, ha sido introducida en los acuerdos de Dayton de 1995.

Joan Garcés (2016)

 

Los temas se agolpan y multiplican. Tendré que dejar asuntos que no debería dejar aparcados. Disculpas.

Empiezo, debo empezar por es te paso de una nota de Enric Llopis (Enrique Ubieta presenta el libro Zona roja en un acto de la Asociación Valenciana José Martí de Amistad con Cuba: «Médicos cubanos en la batalla del ébola». http://www.rebelion.org/noticia.php?id=212627): «Una de las cuestiones que más llamó la atención del escritor -[Enrique Ubieta] quien fundó y dirigió entre 2008 y 2016 la revista La calle del medio y actualmente es director de la revista teórica del Comité Central del P C , Cuba Socialista– fue la capacidad de los pueblos africanos, étnicamente muy heterogéneos, para «encontrar espacios de felicidad dentro de situaciones tan terribles». Pudo ver a personas curadas del virus del ébola que salían del hospital cantando y riendo. Recuerda asimismo un «momento mágico». Estaban los enfermos con algunos médicos en la «zona roja», que permanecía aislada por una pequeña malla de apenas un metro de altura. Del otro lado se podía ver a médicos sin el traje de seguridad. De pronto un médico cubano puso música en el celular. Los enfermos que se encontraban algo mejor, e incluso tomaban el sol, rompieron a bailar. Y también los doctores cubanos. Eran experiencias que rompían las barreras. El hecho de que los médicos vistieran con ropa aparatosa llevaba a que el trato se pudiera deshumanizar. «El enfermo no sabe quién le está tratando, no le ve la cara». El autor de «La utopía rearmada» y «Venezuela rebelde. Solidaridad vs dinero» destaca que los médicos cubanos «trataron de introducir la camaradería» para acortar las distancias». «En ellos no existe sentido de clase», así concluye Llopis. Es decir, en ellos anida una fuerte consciencia de clase.

Datos complementarios sobre lo apuntado por Antonio Santamaría en el fragmento seleccionado: según la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el INE con datos de 2014, el 22,1% de los poco más de 46 millones de habitantes del país vive con menos de 8.000 euros anuales, en riesgo de pobreza y de exclusión social. Los ingresos de los hogares cayeron un 0,2% hasta los 26.092 euros de media al año. La tasa de riesgo de pobreza de los menores de 16 años es de 28,8% (afecta a casi uno de cada tres), mientras que la de los mayores de 65 años es de 12,3%. El 13,7% de los hogares llega a fin de mes con mucha dificultad y casi el 40% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. El 40,6% no puede ir de vacaciones ni una semana al año y el 9,4% se retrasa en pagos relacionados con la vivienda (hipoteca, alquiler, gas o electricidad). Por nacionalidades y regiones, las tasas de riesgo de pobreza más elevadas son las de Andalucía (35,7%), Murcia (31,8%) y Extremadura (29 %). Las más bajas corresponden a Navarra (9,6%), País Vasco (10,9%) y Cataluña (13,9%). Luego, por tanto… ¡España explota y oprime a Cataluña!

Las notas de la semana:

Desconozco la conversación que, según parece, mantuvieron el teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens, y los abogados de la Guardia Urbana en torno a la petición de cárcel para un vendedor ambulante que agredió con un palo, al sentirse acosado, a un guardia barcelonés. Si Asens, como se dice, señaló la barbaridad de la petición -él, con toda seguridad, usaría otra expresión más sensata, legal y prudente-, yo estoy con él y manifiesto todo mi apoyo público. ¿De verdad que es justo encarcelar a alguien por una acción así y no, en cambio, a quienes han cometido un homicidio o han robado bienes públicos a espuertas durante años y años? Por detrás, y no sólo en este caso: todo vale, todo quieren que valga, contra el consistorio municipal barcelonés (y contra En Comú Podem, contra Unidos Podemos por derivación). Sin miramientos, sin temblor en el pulso (Por cierto: ¿por qué el consistorio ha prorrogado la gestión privada de la asistencia jurídica a la Guardia Urbana? ¿Por presiones de los sectores más conservadores del cuerpo? ¿No es obvio que esa defensa debería ser ejercida por los servicios jurídicos municipales? ¿Cómo se justifica ese gasto? ¿No podemos remunicipalizar ni siquiera una cosa así?).

Hay más ejemplos de acaso y derribo, cubiertos de ropajes críticos, muy críticos. Francesc de Carreras, «Tras el año de gracia» (25 de mayo de 2016): «(…) En tercer lugar, la obsesión por limitar la llegada de turistas, la primera industria local y la que reparte mejor sus beneficios económicos, con argumentos tan peregrinos y localistas como que Barcelona es una ciudad para los barceloneses. Lo cual es evidente pero para nada incompatible con el turismo. Este, precisamente, da trabajo y beneficios a estos barceloneses y los hoteles, apartamentos turísticos, restaurantes, cafeterías, terrazas y tiendas (además de las industrias subsidiarias que los nutren) también benefician a los barceloneses con rendimientos económicos, empleo, comercio, cultura y ocio. Paradigma de este grave error de enfoque, llevado al extremo, es la denegación del permiso para abrir en la confluencia de Diagonal con Paseo de Gracia un hotel Four Seasons. Cualquier ciudad de referencia en el mundo tiene un hotel de esta acreditada marca de lujo, Barcelona es una excepción. No hay ningún peligro de que sus usuarios produzcan ruidos nocturnos o molestias a los vecinos. Son gente silenciosa y tranquila, con otra virtud; gastan mucho dinero. Ello implica algo que quizás a Colau y compañía les moleste: son ricos. ¿Es este el motivo de la denegación del permiso? Quizás, no veo otro. Pero deberían haber tenido en cuenta que se han perdido 500 puestos de trabajo directos, los apartamentos de lujo que albergará el edificio sólo darán ahora trabajo a 50. Un buen ejemplo de los perjuicios que causa la incompetencia: en política suele hacer más daño un inepto que un corrupto». ¿De verdad que esto ha sido escrito por todo un catedrático de Derecho Constitucional, un ex del PSUC, que se las da de prudente, de informado, de ecuánime y que dice tener sensibilidad social?

Otro ejemplo. Portada del global-imperial del pasado viernes 27 de mayo (aparte de un editorial sobre el asunto sobre la que no entro por no aburrir): «Vacío de poder en Barcelona tras los incidentes del barrio de Gràcia de estos días pasados». ¿Vacío de poder en la ciudad de las 400 familias con mando en plaza? ¡Qué más quisiéramos! Además, y por redondear, no hubo ningún incidente en la noche del pasado jueves.

Lo contó así A. L. Congostrina (El País, 20 de mayo de 2016): «Disparan y son sólo cinco segundos, interminables. No es dolor, es algo más. Se confunde el sufrimiento, la incomprensión y la no respuesta de tu cuerpo. Te conviertes en un gigantesco espasmo muscular incapaz de hacer nada más que dejarte caer. Cinco segundos de gritos que doblegan al más fuerte y que hacen que supliques que llegue el fin. Después, el cuerpo vuelve a su estado normal en segundos. Ya no eres el mismo. Serías capaz de cualquier cosa antes de que vuelvan a dispararte con una pistola eléctrica, una taser.» Pues bien , e n «el Parlament de Cataluña un grupo de trabajo estudia si es factible o no el uso de pistolas eléctricas por parte del cuerpo de Mossos d’Esquadra.» El síndic de Greuges ha asegurado, más que razonablemente, que el uso del arma tiene un «alto riesgo potencial para la salud de las personas». ¿Qué se discute entonces en el Parlament? ¿Cuál es la duda? He hecho, ya hoy en Cataluña, «hay 31 policías locales dotadas, al menos, con una. Ribó cree que nunca debe utilizarse sobre personas que se encuentren en estado de alienación. El comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, le contradice y pide que se pueda utilizar en estos casos.»

¿ Un ejemplo de que todo es uno y lo mismo y que el «Estado español» (o España, depende del momento y conveniencia) , todo él y sin disidencias, sigue los criterios del PP y fuerzas afines? El juez Torres argumentó en su auto que la prohibición de la delegada del gobierno en Madrid, sostenida por la fiscalía, suponía una limitación a un derecho fundamental (el de la libertad de expresión) que sólo puede restringirse en circunstancias excepcionales y con una sólida motivación. Torres consideró que no está probado nada de lo que dijo la delegada: que la estelada incite a la «violencia, al terrorismo o que incluyan mensajes de carácter racista, xenófobo o intolerante». La bandera independentista, señaló, es uno de los múltiples medios de la libertad de expresar «pensamientos, ideas y opiniones.» La resolución del episodio, ha comentado Antonio Santamaría con razón, «cuestiona el argumentario de los independentistas al demostrar que en España existen mecanismos democráticos para detener las decisiones arbitrarias del gobierno del PP que afectan a derechos fundamentales». Añade con razón: «En su fuero interno, esta resolución no habrá sido valorada positivamente por muchos nacionalistas catalanes que hubieran preferido un auto judicial que avalara la prohibición, lo cual habría apuntalado sus tesis sobre la naturaleza antidemocrática del Estado español». Eso sí, el asunto ha abonado los nudos más españolistas excluyentes de sectores próximos al PP y, sobre todo, ha dado nuevos argumentos al secesionismo catalán. Nada se puede esperar de España, hasta prohíben nuestra bandera, la nueva bandera, según todos los indicios, de Cataluña.

Por si teníamos alguna duda sobre las posiciones de ANC (declaraciones de su presidente, de Jordi Sánchez, 23 de mayo de 2016): «P. Su hoja de ruta no contempla la fórmula. ¿Es partidario del referéndum? JS: No concretamos para no ser esclavos: hay que tener las manos libres para hacer lo que más convenga. No solo no descarto sino que veo con mucha simpatía un referéndum que ponga contra las cuerdas al Estado: o bien acepta el mandato de las urnas o, sino, con la legitimidad del 27-S, lo convocamos. Y si lo ganamos, con la mayoría de los 72 diputados, ejecutamos el resultado. Un referéndum siempre es una muy buena opción. Si el Estado, es lo mejor; y si no, la unilateralidad está legitimada con el 27-S. P: Les dirán que el referéndum ya se hizo el 27-S. JS: Un referéndum no es un instrumento o una pantalla del pasado. No planteo un nuevo 9-N, que no era vinculante. Yo planteo el referéndum como una posibilidad con pregunta binaria, resultado vinculante, calendario inmediato y con observadores internacionales. Eso sí figura en nuestra hoja de ruta» (las cursivas son mías). ¿De qué legitimidad hablan cuando hablan de la legitimidad del 27-S, el día en el que la opción independentista perdió las elecciones plebiscitarias que ellos mismos convocaron? Por lo demás, el ex, Artur Mas, en una entrevista en Catalunya Ràdio, su radio, la radio de casa nostra, propuso la celebración de otras elecciones catalanas -otras, no es ningún error- en forma de plebiscito puro, en la que se contarían, según sus palabras, los votos a favor o en contra de la independencia. Más allá de la propuesta y el nuevo circo electoral anunciado, ¿qué puede inferirse? Lo que sabemos todos: 1. Que las elecciones del 27-S, plebiscitarias según su propia voluntad política, las perdieron. Y que, por tanto, no hay apoyo democrático para ninguna desconexión ni para ninguna ruta independentista. Que la CUP siga erre que erre en esta línea es absolutamente incomprensible. 2. También, por supuesto, que no quieren cejar, que no van a conformarse hasta que consigan lo que desean o dicen desear: la independencia dependiente. Lo demás es adorno.

¿Era necesario desalojar con urgencia los locales del «Banc expropiat», todo un símbolo para algunos colectivos? ¿No quedaba otra? ¿El propietario tiene necesidades económicas imperiosas de hacerse con su local (es mío, es mío, teniendo muchos suyos)? ¿Debe actuar la policía, los Mossos, con contundencia en un caso así (o en otros casos por supuesto)? ¿No hay forma de aproximar posiciones ene este asunto? ¿Alguien puede negar o ha negado la labor social y cultural realizada por el colectivo? ¿No debería tenerse en cuenta la positiva opinión (según cuentan) de los vecinos del barrio? ¿No es cierto que la violencia estructural asociada a la situación de la vivienda en Barcelona y en otras ciudades españolas explica bastante o algo de lo sucedido? ?Hay alguna duda que, de nuevo, se intenta criminalizar al movimiento okupa por parte de algunos sectores de «las clases altas» barcelonesas y afines y de sus representantes políticos? Cabe preguntar también: ¿todos los nudos y aristas del movimiento okupa actúan con la misma orientación? ¿Conocían los ocupantes que el alquiler era pagado por el consistorio del alcalde Trias? ¿A quiénes benefician determinadas acciones de estas noches pasadas (quema de contenedores, de algún coche, motos (algunas de ellas tumbadas por los coches policiales)? Por lo demás, ¿alguna pega respecto a la decisión del consistorio de no seguir pagando el alquiler del Banc expropiat? ¿Alguna crítica a esta decisión?

Del asunto de estos días, diez puntos más:

11. La palabra «España» o español es casi un insulto en Cataluña. Catalán, por supuesto, no. E s adjetivo, un atributo básico, esencial, positivo, un gran elogio.

12. El arco político-cultural transitado en muy pocos años: de la «España en el corazón», del Sepharad de Espriu, a la España-araña en la que se igualan Queipo de Llano, Dolores Ibárruri y Aznar. Todo es uno y lo mismo. ¡Son españoles!

12.1. Por supuesto las políticas del PP y afines han hecho mucho daño. ¡Más leña a un fuego que algunos no paran de cuidar!

13. Incluso en documentos críticos sobre asuntos económicos y el euro puede uno encontrar pasos en los que se habla de «un grupo de países, entre ellos el Estado español». ¿El Estado español es un país?

13.1. La izquierda habla, en muchas ocasiones, con un lenguaje que no es suyo.

14. La izquierda (también la española) reivindicó el derecho de autodeterminación del pueblo catalán (y del vasco y el gallego) en circunstancias histórico-sociales (el fascismo) que nada que tienen que ver con las actuales. Nada de nada.

14.1. No vale afirmar, como argumento disolvente o «de izquierda radical y consecuente», que maestros de todos nosotros como Manuel Sacristán o Francisco Fernández Buey vindicaron en su día ese derecho. Las circunstancias eran otras y lo esencial, lo que se suele olvidar o no citar es esto: nunca hablaron sólo de un nudo sino de dos y sin contradecirse.

14.1.1. Sacristán, Fernández Buey, también Anguita (que lo ha reivindicado en libros e intervenciones públicas hace muy poco, cubierto de elogios interesados, cuando lo hizo hace 20 años le dijeron de todo aquí, en .Cat), hablaron al mismo tiempo, y como cuestión central, de su apuesta por una República Federal española. Básico, elemental, esencial.

15. La ideología nacionalista, en cualquiera de sus variantes, nunca comulgó con sus posiciones (y sus acciones: Paco Fernández Buey y Ángel Rozas, al lado de Quim Boix, por ejemplo, se la jugaron varios 11 de septiembre. No había muchos nacionalistas a su lado). Autodeterminarse era para ellos, lo ha sido para todos nosotros, apostar por la federación, en justicia, igualdad y paz, de todos los pueblos españoles.

15.1. No cabía otro escenario en nuestras finalidades.

16. No coincidían tampoco en el primer tramo del asunto como algunos dicen. A los secesionistas, en general, como han señalado ellos mismos mil veces, les importa un higo la autodeterminación y las condiciones limpias, democráticas e informativas en que ésta se realice; lo que les mueve, lo que les impulsa, lo que les pone (no es expresión mía), lo que desean casi religiosamente, es la independencia-independencia-e-independencia. En muchos casos, una «independencia» (fuertemente antiespañola) más que dependiente, subordinada sin resistencia a los grandes poderes del mundo.

16.1. No hay nada -o muy poco- alternativo en su forma de concebir el nuevo Estado.

17. En conformidad con el derecho internacional -respeto de la integridad territorial, de la unidad e independencia política- todos los ciudadanos son colectivamente titulares del derecho de autodeterminación. Todos. El gobierno debería invitarnos a pronunciarse en referéndum de manera informada sobre las grandes cuestiones políticas y económicas que, en las presentes circunstancias internas e internacionales, afectan al presente y futuro del conjunto de España.

18. De modo simultáneo o sucesivo, se podrían -deberían- pronunciar los ciudadanos de Cataluña, o de otras partes de España, sobre las cuestiones que les son más específicas y próximas.

19. ¿Las críticas al derecho de decidir, a los intereses que esconde, implican el rechazo de todo tipo de consulta? La respuesta es obvia: no, no y no.

20. Por cierto, ¿no era koiné» -como me ha recordado un profesor y amigo helenista y gramsciano- la lengua griega común a múltiples pueblos del Mediterráneo Oriental? ¿A qué viene entonces ese nombre «culto» para un colectivo que apoya un manifiesto a favor del sectarismo lingüístico excluyente?

PS: Una presentación que no deberían perderse, lunes 30 de mayo, en el espacio Contrabandos, Junta del Comerç, 22 (si mi memoria no me falla). Eduardo Romero, En mar abierto , Cambalache, Oviedo, 2016.

Recuerdo finalmente la manifestación de esta misma tarde: Paseo de Gràcia/ Diagonal, Jardinets, 17 horas. Del manifiesto unitario de la convocatoria:

«Mientras, todos los días vemos como miles de refugiados buscan desesperadamente sobrevivir en cárceles al aire libre a las puertas de Europa, una Europa insolidaria que trafica con mercancía humana con Turquía. Los pueblos de Europa y del Mundo se levantan contra las reformas neoliberales al dictado de los que no se presentan a elecciones… Los derechos y libertades fundamentales se vulneran continuamente por los gobiernos, se vulneran los derechos humanos más básicos al amparo de la Ley Mordaza, adoptando medidas ejemplarizantes que llevan a penas de privación de libertad en una escalada represiva desproporcionada que busca convencernos, mediante el miedo, para quedarnos en casa. Nos quiere callados y calladas, pero nos van a encontrar en las calles de nuevo… Solo desde la participación masiva, unitaria y organizada de millones de trabajadores, como impulsamos desde las Marchas de la Dignidad, permitirá la revolución democrática para poder decidir todo lo que nos afecta en nuestra vida cotidiana. LUCHAMOS POR NUESTROS DERECHOS, LUCHAMOS POR TUS DERECHOS. PAN, TRABAJO, TECHO y DIGNIDAD».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.