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Entrevista a José Herrera Plaza sobre "Accidente nuclear en Palomares. Consecuencias (1966-2016)"

«Los españoles adujeron en las negociaciones de descontaminación razones psicológicas y los norteamericanos niveles razonables o aceptables»

Fuentes: Rebelión

– Estamos en el apartado 4.5 -«Resumen y conclusiones»- de tu libro. Nos irá bien para resumir algunos puntos, no todos, de lo que ya hemos hablado. Antes: me ha llegado esto de ti: «Hola, por si es de tu interés, te mando el enlace del trailer de la película que se estrenará en los […]

– Estamos en el apartado 4.5 -«Resumen y conclusiones»- de tu libro. Nos irá bien para resumir algunos puntos, no todos, de lo que ya hemos hablado. Antes: me ha llegado esto de ti: «Hola, por si es de tu interés, te mando el enlace del trailer de la película que se estrenará en los cines de España el 26 de agosto próximo titulada «Cuerpo de élite: Misión Palomares». Es la primera película de ficción española en forma de comedia relacionada con el accidente. Sea como sea, cualquier medio que luche contra el olvido de lo pendiente es válido. https://www.youtube.com/watch?v=lEEynwtIb18&feature=share«. ¿Nos cuentas algo más?

Por lo que he visto en su promoción, es una comedia nacional que utiliza indirectamente la desaparición de una de las bombas de Palomares. Parece aprovechar la preferencia revelada por el público en «Ocho apellidos vascos» y su variabilidad tópica de tipologías de distintas autonomías en la constitución de un cuerpo de fuerzas especiales. Los gag del tráiler muestran un humor de sal gruesa y la caricaturización de los distintos personajes. Desgraciadamente se está anunciando únicamente como «Cuerpo de Élite». Estoy convencido que resulta válido cualquier medio que contribuya a recordar esa localidad y la existencia de un problema por resolver.  

– Me centro en el resumen y conclusiones, nos irá bien centrar y recordar puntos ya vistos. No te pregunto por todos sus puntos. Te cito: «Asumir riesgos ajenos que afectan a otros seres humanos, puede ser, además de fácil y cómodo, presa de la insolidaridad, la desmesura y, por tanto, moralmente condenable». ¿Estás hablando de los gobiernos de USA?

Se desprende de las fuentes que toda negligencia o acción execrable tras el accidente, fue responsabilidad de los EEUU por acción y de los gobiernos de España por omisión. Actitudes gubernamentales que son recurrentes en mayor o menor medida en otros lugares, como en las Islas Marshall, Maralinga (Australia), Chernóbil (Bielorrusia) o Mayak (Rusia). Ya lo decía Miguel de Cervantes a través de Sancho Panza: el mal ajeno de pelo cuelga. Si seguimos con este personaje, que en sus discursos enhebraba compulsivamente los refranes, vinieran o no al pelo, podemos añadir aquel del dicho al hecho existe un gran trecho, que con tantas promesas incumplidas, también se puede aplicar a este caso. 

– Hablas de heroica labor, es la expresión que usas, para referirte a los trabajos de la tropa del ejército de los EEUU y a los trabajadores de la JEN. ¿Por qué? ¿A quiénes destacarías más en concreto?

Sí, héroes; héroes a su pesar; héroes por obligación. Héroes porque llevaron a cabo una labor arriesgada, una acción heroica, como es la de realizar una monitorización en zonas contaminadas de cara a la elaboración del Iº mapa radiométrico, o la de descontaminar parcialmente sin las medidas de protección previstas para estas situaciones, sin haber sido formados e informados adecuadamente. Destacaría a los soldados rasos de la USAF que trabajaban como personal auxiliar en las bases, de los cuales había un alto porcentaje perteneciente a las minorías étnicas de los EEUU (afroamericanos y latinos). Respecto a los españoles, los más meritorios, los que realizaron el mejor trabajo, además del más duro y arriesgado, fueron los prospectores mineros de la Junta de Energía Nuclear (JEN), adscritos a la Fábrica de Uranio de Ándújar. Unos grandes profesionales, que recibieron un trato tan injusto como indigno al serle ocultados los resultados de sus análisis radiológicos.

 

De blanco los prospectores mineros de la JEN adscritos a la Fábrica de Uranio de Andújar (Jaén). Ellos realizaron todo el trabajo sucio en las zonas más contaminadas de una manera ejemplar. Al final la JEN les ocultó los resultados de sus análisis. (Foto: Manuel Pardillo Dorado)

 

– Nadie, señalas, fue informado de haber sufrido contaminación interna, ni consta que hasta el momento por este motivo se haya prevenido a alguien. ¿Y quiénes tienen la responsabilidad de esta falta de todo, de este engaño diseñado y ejecutado?

Pues indudablemente el poder político, a través de las agencias u organismos reguladores de ambos países. Ellos siempre aducen que es para no provocar el pánico, pero el móvil fundamental de tales procederes son para evitar demandas legales e indirectamente salvaguardar el buen nombre en la opinión pública de la poderosa industria nuclear.  

– ¿Hubo falta de preparación básica? ¿Entre quienes? ¿Entre los españoles tan sólo?

  Comienzo respondiéndote por el final: resulta que los españoles de la JEN estaban mucho mejor informados que la tropa de la USAF. Eran prospectores mineros con una formación básica, pero de larga experiencia en localizar y tratar con minerales radiactivos del uranio, como la pechblenda o la uraninita. Sin embargo, una fracción importante de la tropa de los EEUU eran totalmente ignorantes en temas de radioprotección y dosimetría, pues pertenecían a los servicios auxiliares de las bases (oficinas, banda de música, economatos, intendencia, etc). Esta ignorancia no es casual; se mantenía y alentaba, como en las tropas soviéticas que fueron a limpiar en Chernóbil, de esta manera no había renuencias, escaqueos, insubordinaciones, ni posteriores demandas legales.  

– ¿Nos haces un resumen del decálogo de acciones y decisiones que más daño han hecho e hicieron en todos estos años?

Hubo un decisivo retraso en la limpieza (1). Cuando se comienza a medir se realiza con un dispositivo deficiente (2), encima los soldados manipulaban a la baja las lecturas radiológicas (3). En las negociaciones para limpiar se minusvaloraron 7-12 veces las medidas reales (4), además de esgrimir espurios argumentos por ambas partes (5). Se generaron atajos en la descontaminación (6), adicionalmente los norteamericanos se empecinaron en dejar lo máximo posible (7). Cuando los análisis radiológicos dieron altos niveles de contaminación se invalidaron sin excepción (8), por si fuera poco, incumplieron sistemáticamente lo acordado (9) y se creó el primer cementerio radiactivo español (10).  

– Hablas en el punto 7 de espurios argumentos. ¿Por qué espurios?

Son espurios por falsos, pero además, equívocos y abstractos. Los españoles adujeron en las negociaciones de descontaminación razones psicológicas. Los norteamericanos niveles razonables o aceptables. Pero lo razonable fluctuaba como una veleta al viento. Lo razonable para los militares podía ser 462 µgr/m2 de plutonio y al mismo tiempo para el Depto. de Estado lo razonable era más del doble: 1.001 µgr/m2, pero en su país (Colorado) dos años más tarde, el máximo razonable es solo 1,54 µgr/m2 

– Hablas de que la JEN se limitó, probablemente, a cumplir órdenes de la Jefatura del Estado. ¿De qué partes o ministerios de esa Jefatura?

La JEN era un órgano que dependía directamente del Ministerio de Industria e indirectamente de la Jefatura de Estado y esta del general Franco.  

– Una de tus tesis: «No me cabe ninguna duda que si la JEN hubiese conseguido un descontaminación total, retirando tierras o vegetación por encima de 7.000 cpm, ahora estaríamos, tras casi medio siglo hablando del accidente no como una historia abierta. Hubiese durado tres meses, lo indispensable para la limpieza y el hallazgo de la bomba perdida». ¿Estás seguro? ¿No tienes dudas sobre esta consideración?

Tengo muchas dudas en otras cuestiones asociadas, pero en esta no cabe. Si repasamos los medios materiales y humanos, vemos que sobraban para haber cumplido su palabra, incluso para haber realizado la descontaminación más a fondo que habían solicitado los españoles. Tengamos en cuenta Salvador que el máximo tiempo empleado en las contramedidas fue de 44 días, contando las semanas que dedicaron a esconder el plutonio con el arado de tierras, en lugar de retirarlas. Que para el hallazgo y recuperación de la bomba perdida fueron 80 días. Que apenas recogieron un 25 % del total, incluyendo el material enterrado. Cuando repaso las listas de lo desplazado a la zona, no cabe duda que los medios no solo eran suficientes, sino sobrados y eso que el Departamento de Defensa pudo haber traído muchísimo más, como en la espectacular búsqueda de la bomba perdida, pero nunca existió lo fundamental: la voluntad. Otras eran las actitudes y otros los objetivos.  

Nos explicas la anécdota, que es mucho más que una anécdota, del congreso científico de la OIEA en Viena de 1969?

A la cabeza de la Divis. de Medicina de la JEN se encontraba el coronel y doctor Eduardo Ramos. Tras él, el farmacéutico Emilio Iranzo. Este último estuvo representando a ambos en un congreso sobre sus experiencias en Palomares. Como allí defendieron lo indefendible, es decir, la no evacuación preventiva de la población, un colega le preguntó qué niveles hubiesen tenido que hallar para adoptar tal decisión. Iranzo les respondió que, puesto que no había peligro de radiación externa (propia de la radiación gamma), si la radiación hubiese sido constante y superior a 100 veces el máximo permitido, habríamos tomado ciertas medidas especiales con respecto a la población.

Con criterios tales este señor ha sido fundador y presidente de la Soc. Española de Protección Radiológica. Durante las décadas 1970-90, ha representado a España en la OIEA, OCDE y en la UE, es decir, una autoridad en proteger a los españoles de las radiaciones ionizantes.

 


Resulta muy difícil hacerse una idea del potencial destructivo de estos dispositivos cuando los tienes delante. Bombas de hidrógeno MK-28FI, recuperadas en la vega y en el mar frente a Palomares, tal como se exponen en la sala del Museo Nacional Atómico en Nuevo México. (Foto: J. Herrera)

 

– Hablas, críticamente, de los límites legales radiológicos de aquellos años. ¿Cuáles eran? ¿Cómo se establecieron? ¿Cuáles son ahora? Te cito: » Sean cuales sean las razones, los móviles, las contradicciones personales no tienen cabida en el ámbito de la ciencia y menos cuando puede afectar a la salud de otros seres humanos».

Respecto al plutonio en tierra, aún no existía normativas en los países implicados. Sí el máximo permitido en el ser humano, recogido en la Comisión Int. de Protección Radiológica (ICRP). En cualquier caso, esos topes se han ido reduciendo con los años. A la hora de diseñar criterios y estrategias de limpieza y radioprotección en Palomares, se intentaron extrapolar las experiencias y conclusiones de estudios realizados en el lugar de pruebas nucleares de Nevada a finales de los 50, pero lo acaecido en el sureste español no tenía nada que ver. En Nevada no existían poblaciones aledañas, ni un bello litoral, un mar o una zona agrícola en producción, ni carreteras transitadas, niveles freáticos a pocos metros, ni lo más decisivo: sus habitantes; 1.200 seres humanos cargados de futuro.  

Has incluido un apartado anexo: «Detonación Nuclear de una MK-28». ¿Por qué?

Cuando tuve las carcasas de las bombas nº 1 y 4 enfrente, en la sala dedicada al accidente de Palomares en el Museo Nacional Atómico de Albuquerque (Nvo. México), me costaba mucho imaginar el gran poder destructivo que tenía cada una de ellas. Decimos que equivalen a 65-70 veces la de Hiroshima, pero esto no deja de ser un concepto más abstracto que teórico. Únicamente conocemos lo sucedido en esa ciudad por lo que hemos leído o visto en un documental. Quería comprobar in situ el riesgo de una explosión termonuclear que, digan lo que digan, en mayor o menor medida, siempre existió. Además quería mostrar el otro gran peligro: la precipitación radiactiva en forma de nube que arrastran los vientos y mata o lesiona silenciosamente todo ser viviente por donde pasa.  

Pasamos al capítulo 5º: «La búsqueda de la bomba H». Por cierto, ?te he dicho ya alguna vez que tu libro es uno de los libros mejor editados que he visto y leído a lo largo de mi vida? Si no es así, mi olvido es imperdonable.

Gracias.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes