El presidente del Partido Socialista Belga, Elio di Rupo, declaró el domingo que «es chocante la detención de Puigdemont y de cuatro miembros de su gobierno» y agregó que «Mariano Rajoy se está comportando como un franquista autoritario». Elio di Rupo, ex primer ministro belga (2011-2014), hizo esas declaraciones poco después de Puigdemont y los […]
El presidente del Partido Socialista Belga, Elio di Rupo, declaró el domingo que «es chocante la detención de Puigdemont y de cuatro miembros de su gobierno» y agregó que «Mariano Rajoy se está comportando como un franquista autoritario».
Elio di Rupo, ex primer ministro belga (2011-2014), hizo esas declaraciones poco después de Puigdemont y los consellers que le acompañan en su «exilio belga» se entregaran voluntariamente a una comisaria de la policía, a las 09:17 de la mañana, tras lo cual fueron trasladados a la fiscalía para cumplir con la euroorden de búsqueda y captura emitida por España.
Tras ser interrogados durante cinco horas por el juez instructor, Puigdemont y los cuatro ex consellers (Antoni Comín, Clara Ponsati, Lluís Puig y Merixell Serret) fueron puestos en libertad condicional (con cargos, pero sin fianza) por lo que no podrán salir del país hasta que concluya el procedimiento judicial.
Los cinco políticos catalanes abandonaron la fiscalía a las 00:51 horas del lunes y se negaron a responder a las preguntas de los aproximadamente cincuenta periodistas que les esperaban a la salida del edificio.
«El govern ha sido encarcelado por un Estado alejado de las prácticas democráticas», dijo Puigdemont en un twit publicado el lunes, 6 de noviembre, al referirse al vicepresidente Oriol Junqueras y a los siete consellers que se encuentran en prisión desde el pasado jueves.
A las denuncias de Elio di Rupo contra la intransigencia de Rajoy se unió el ministro del Interior Jan Jambon quien dijo- en una entrevista con la televisión belga VTM- que «Madrid ha ido demasiado lejos» y se preguntó ¿Qué ha hecho mal el govern? «Simplemente aplicar el mandato que recibió de sus electores», agregó.
Jambon subrayó que «la comunidad internacional debe vigilar al Estado español» para garantizar que Puigdemont y los ex consellers «tengan un juicio justo».
«Existe la ley española, pero también el Derecho Internacional y la Convención de los Derechos Humanos», enfatizó Jan Jambon, miembro del partido nacionalista flamenco, que aboga por una separación pacífica de Flandes, una de las tres regiones belgas cuya capital es Bruselas.
Como Paul Bekaert, el abogado de Puigdemont, ha anunciado que agotará todos los recursos legales para buscar una salida a sus clientes, no sabremos cómo concluirá el proceso de extradición a España hasta dentro de dos o tres meses, es decir hasta entrado el 2018.
En el caso de que los tribunales fallen en contra de la extradición a España y estén en desacuerdo con los delitos que les imputa la jueza española, Carmen Lamela, (rebelión, sedición, malversación, desobediencia a la autoridad y prevaricación), se abriría una crisis diplomática mayúscula entre Madrid y Bruxelas, y no digamos si Puigdemont logra encabezar la lista independentista de las elecciones catalanas del 21-D.
Mientras tanto, el gobierno español y la prensa del establishment siguen repitiendo el relato oficial, grabado por un coro de loros en un disco rayado, y hacen oídos sordos a las denuncias de celebración de juicios relámpagos en situación de indefensión, como los que se siguieron contra el vicepresidente Oriol Junqueras y otros siete ex consellers el pasado jueves.
Y vuelve a cantar Quiquiriquí el Nobel Gallo Beneventano para poner en marcha una campaña de recolección de vitaminas para ver si acabamos, de una vez por todas, con la raquítica democracia que heredamos del régimen del Valle de los Caídos.
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