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Olas de calor y sequía… ¿en el Reino Unido?

Fuentes: New York Times

  Luigi Munday se vio forzado a dar a sus animales del acervo de comida para el invierno debido a la sequía en su granja en Chelmsford. Credit Ceylan Yeginsu/The New York Times CHELMSFORD, Inglaterra – Por lo general, en esta época del año una frondosa capa de césped verde cubriría los campos de Luigi […]

 

Luigi Munday se vio forzado a dar a sus animales del acervo de comida para el invierno debido a la sequía en su granja en Chelmsford. Credit Ceylan Yeginsu/The New York Times

CHELMSFORD, Inglaterra – Por lo general, en esta época del año una frondosa capa de césped verde cubriría los campos de Luigi Munday, lo cual sería suficiente para alimentar a su ganado hasta septiembre. Pero este año el terreno está seco y el pasto marchito, por lo que tuvo que echar mano de su reserva invernal de heno para seguir alimentando al ganado.

«No recuerdo la última vez que pasamos seis semanas sin lluvia», dijo Munday el pasado 4 de julio. «Ahora solo una semana de lluvia británica intensa puede salvar la situación».

En cuanto tiró la paca de heno en sus campos en Chelmsford, al noreste de Londres, sus 31 vacas corrieron hacia él y devoraron el alimento. «¿Ven lo hambrientas que están?», dijo.

Buena parte de la «tierra verde y placentera» de Inglaterra, así como la de Irlanda, Escocia y Gales, se está volviendo café y quebradiza. Semanas de un calor poco común (para los estándares de las islas británicas), más de un mes de un clima inusualmente seco y pronósticos de que esas condiciones continuarán han hecho que la gente use términos que no suelen usarse en esta parte del mundo: «ola de calor» y «sequía».

El Reino Unido tuvo el segundo junio más caluroso de la historia y en varias partes de la nación ese mes fue el más seco. Este clima ha persistido en julio, lo que ha incrementado el uso de agua, aun cuando las reservas y los niveles de los ríos están disminuyendo.

La semana pasada, la temperatura en Motherwell, un pueblo al sudeste de Glasgow, llegó a los 33 grados Celsius, la más elevada que se haya registrado en Escocia, y el Aeropuerto Shannon alcanzó los 32 grados Celsius, la temperatura más elevada en Irlanda en doce años.

Además, se han dado casos aislados de extinción de peces en lagos y arroyos, posiblemente a causa del calor y los bajos niveles de agua.   

Una playa de Dorset luce llena a principios de junio en medio de un clima caluroso. Credit Andrew Matthews/Press Association, vía Associated Press

Por ahora, dicen los funcionarios, hay suficiente agua para satisfacer las necesidades básicas. Sin embargo, la empresa Northern Ireland Water ha prohibido temporalmente regar los jardines y lavar los automóviles, y algunas empresas de agua regionales en otras partes del Reino Unido han pedido a la gente que tome medidas voluntarias de ahorro de agua.

Sin unas cuantas lluvias torrenciales, se esperan restricciones de mayor obligatoriedad a medida que vaya entrando el verano.

Poca agua en una reserva en Derbyshire Credit Phil Noble/Reuters

Incluso antes de que iniciara el periodo de sequía, la Agencia Ambiental gubernamental del Reino Unido había emitido una alarma sobre los suministros de agua, en la cual advirtió que, entre el cambio climático y el crecimiento de la población, esa nación necesitaba volverse mucho más eficiente en el consumo de agua.

Los meteorólogos dicen que es difícil atribuir acontecimientos climatológicos aislados al cambio climático, pero que las ondas de calor y las oscilaciones extremas en las precipitaciones son efectos esperados. 

En tanto que el Reino Unido e Irlanda se sofocan por el calor, las canículas también han golpeado a Escandinavia, a la región nororiental de Estados Unidos, al sureste de Canadá, al Cáucaso y al sur de Rusia, entre otras.

A los ganaderos en el área les preocupa que a este ritmo su ganado no sobreviva hasta el invierno. Por lo general, cultivan su propio heno para pasar el invierno, pero este año sus reservas no durarán lo suficiente.

La falta de lluvia durante un periodo esencial para el crecimiento de muchos cultivos supone una amenaza para todas las cosechas del otoño. 

«Los agricultores están acostumbrados a lidiar con los desafíos que puede presentar el clima extremo, pero este año ha sido inusual, desde un invierno y una primavera extremadamente húmedos hasta un mes en el que ha habido muy poca lluvia en algunas áreas», comentó Guy Smith, vicepresidente del Sindicato Nacional de Agricultores. «Este es otro ejemplo de la volatilidad adicional a la que se enfrentan los productores de alimentos».

Munday comentó que en esta etapa no había mucho que los ganaderos pudieran hacer, además de tratar de mantener alimentados e hidratados a sus animales.

«La reacción natural ha sido querer vender los animales, pero no es posible porque todos estamos en el mismo barco», dijo. «Solo tenemos que seguir adelante y esperar que llueva un poco».

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2018/07/09/cambio-climatico-reino-unido-irlanda/?rref=collection%2Fsectioncollection%2Fnyt-es