En los últimos 12 meses fueron destruidos 7.900 km cuadrados de bosques, la cifra más alta del último decenio
Las zonas deforestadas en la región amazónica siguen creciendo de forma descontrolada (Carl De Souza / AFP) Actualizado a 29/11/2018 13:09
Temas relacion Sigue la destrucción de la selva en la región amazónica de Brasil. Entre los meses de agosto de 2017 y julio de 2018 se perdieron alrededor de 7.900 kilómetros cuadrados de esta selva tropical de valor incalculable. Para tener una idea de la dimensión de la catástrofe se puede recordar que la Comunidad de Madrid tiene una extensión de 8.030 km cuadrados y la provincia de Barcelona, 7.726 km cuadrados.
El balance de los 12 meses analizados ha sido posible gracias a las imágenes vía satélite del proyecto Prodes . Los datos analizados indican que el 2017 ha sido el peor año para la selva amazónica de Brasil en el último decenio..
La cifra de destrucción presentada ahora marca un aumento significativo con respecto al año anterior, cuando la tasa de deforestación cayó un 16% en un período de 12 meses; y podría confirmar la tendencia positiva iniciada en 2004 cuando el gobierno de Brasil lanzó medidas para combatir la deforestación.
Fuego provocado en la Amazonia brasileña para crear zonas de pastos para las vacas (Pedarilhos / Getty)
Como ha reconocido ahora el ministro de Medio Ambiente de Brasil, la causa principal de la pérdida de selva es la deforestación ilegal para aprovechamientos de madera tropical y para la implantación de nuevas tierras de cultivo.
Las cifras de pérdida neta de bosques en la Amazonia de Brasil se publican en un momento en que crece la preocupaciones sobre las políticas ambientales anunciadas del recién elegido presidente, Jair Bolsonaro.
Durante la campaña electoral Bolsonaro se comprometió a limitar las multas por dañar la silvicultura y debilitar la influencia de la agencia ambiental, como recuerda Reuters.
Un asesor del presidente electo también anunció que la administración fusionará los ministerios de agricultura y medio ambiente, que podrían poner en peligro la selva tropical.
En esta misma linea de acciones ambientales preocupantes, el gobierno de Brasil ha anunciado que renuncia a presentar candidatura para acoger la cumbre del clima prevista por la ONU para 2019. El gobierno brasileño argumenta que la organización de este acontecimiento supone un gasto económico que no puede asumir. JEC