Unos 200 escoltas, ex militares y ex miembros de la Guardia Civil y Policía Nacional están ya preparados y seleccionados para acudir a prestar sus «servicios de seguridad» en Irak. Un alto porcentaje de estas personas operan en Euskadi pero están dispuestos a abandonar España en busca de las grandes cantidades de dinero que pagan […]
Unos 200 escoltas, ex militares y ex miembros de la Guardia Civil y Policía Nacional están ya preparados y seleccionados para acudir a prestar sus «servicios de seguridad» en Irak. Un alto porcentaje de estas personas operan en Euskadi pero están dispuestos a abandonar España en busca de las grandes cantidades de dinero que pagan empresas estadounidenses con funciones paramilitares en Irak. Algunos de los seleccionados para ir al país árabe ocupado por Estados Unidos y sus aliados justifican su marcha con el temor de quedarse sin su puesto de trabajo por la «caída radical» de la actividad de ETA.[1]
Aunque hasta ahora las ofertas son «impresentables» según la Asociación Española de Escoltas, estas personas dicen estar dispuestos a poner en riesgo sus vidas por sueldos diarios de entre 400 y 1.000 euros.
El presidente de la Asociación Española de Escoltas (ASES), Vicente de la Cruz, recordó que, en la actualidad hay 30 personas operando en Irak y explicó que su asociación ha realizado ya varios procesos de selección y cuenta con unos 200 hombres dispuestos a marcharse después de haber recibido las ofertas de varias empresas extranjeras (según el presidente de la ASES son empresas iraquíes). Pues bien, la información de la que disponemos en Mundoarabe.org revela que en Irak no hay ninguna empresa nacional de seguridad registrada como tal, pero sí las hay como fachadas de la empresa norteamericana Blackwater USA que es quizás la principal y única empresa extranjera paramilitar y con subcontratas que trabaja en Irak y está amparada por el Pentágono.
Sin embargo, la ASES revela que hasta la fecha todas las ofertas planteadas han sido «económicamente impresentables», no dan «seriedad» en la contratación o no ofrecen los medios adecuados. Aún así, la ASES sigue negociando en Bagdad sin reveler el nombre del interlocutor.
La ASES declara que a nivel económico, las propuestas se han desestimado porque eran una «golfería», ya que planteaban sueldos diarios de 400 euros mientras que «el precio real que se está pagando en Irak a «un escolta» es de 1.000 euros diarios». Pese a ello y tras más de seis meses de negociaciones, se mantiene abierta una vía de negociación de contratos que se puede hacer efectiva este próximo sábado ya que hay un representante de la asociación negociando desde hace varios días en Bagdad.
«Si no es así, seguiremos a la espera de ofertas mejores, aunque estoy esperanzado en que esto funcione y sería bueno que los escoltas españoles masivamente trabajaran fuera y aportaran luego sus conocimientos aquí», dijo De la Cruz. En este sentido, ASES está siendo, «el referente» porque existe «mucha estafa y mucho riesgo en los contratos que se ponen sobre la mesa y estamos asesorando a todos los escoltas que nos llaman y les damos información». Además, se están ofreciendo cursos de formación dirigidos a trabajos en países en conflicto armados como Irak. Pues Irak no está en conflicto armado está bajo ocupación militar ilegal.
SEGURIDAD Y SUPERVIVENCIA
Los 30 españoles que ya trabajan con empresas de mercenarios en Irak, cuentan con un perfil más cercano al Ejército y a fuerzas de seguridad que puntualmente pueden haber trabajado de escoltas en el País Vasco, pero el perfil que es necesario y que da esta gente es el de «profesional de seguridad altamente cualificado», proveniente de unidades militares y con conocimiento exhaustivo en el uso de armas largas y de supervivencia en campos difíciles.
PÉRDIDA DE SUS EMPLEOS
Por último, De la Cruz manifestó que de los 200 profesionales dispuestos a ir a Irak, un alto porcentaje desarrolla sus servicios en el País Vasco pero está comprobado que, aunque aún no han perdido su empleo, «pueden perderlo en un futuro». Al parecer, la «caída radical» de las actividades de ETA les ha animado a buscar otro puesto de trabajo porque «todo el mundo empieza a intuir de alguna forma esa debilidad y a intuir que tarde o temprano esto se va a acabar».
Ases es algo más que una asociación profesional
La Asociación Española de Escoltas (ASES) es algo más que una entidad que defiende o vele por los intereses de sus socios. Creemos que en la legislación española ciertas actividades anunciadas en la página web de ASES podrían ser consideradas actividades terroristas si son organizadas y llevadas acabo en territorio español. A fecha de hoy, 27 de agosto, podemos ver un anuncio de curso para escoltas dominado: «CURSO PARA LA OBTENCIÓN DE LA CERTIFICACIÓN PROFESIONAL DE ESCOLTA». En dicho curso enseñan en la parte practica: el tiro y el manejo de armas cortas y largas; tiros con fusiles para distancias largas (francotiradores); tiros selectivos; combates en zonas urbanas; interrogatorios; escuchas telefónicas; cartografía; uso de planos y brújulas y GPS: detección y selección de blancos y encares y puntería. Y claro en el curso están presentes el uso de explosivos y ataques aunque no está claro si se trata del manejo de estos o la protección contra ellos. Según se puede entender del anuncio, una parte del curso se realiza en un campamento en África sin concretar el país. Queda por decir que la lectura del anuncio da a entender que está dirigido a personas que posiblemente participarán en operación violentas y bélicas sospechosas, es decir, para España no hace falta este tipo de entrenamiento y preparación militar. Sólo un mercenario pensaría en la necesidad de apuntarse para participar en guerras ajenas. Piénsese en Irak.
Legalidad dudosa
Las funciones paramilitares de las empresas llamadas «de seguridad» tienen una enorme dudosa legalidad en Irak, normalmente ejercen sus labores por encima de la ley, protegidos por normas impuestas por las fuerzas de ocupación. El ex procónsul norteamericano en Irak, Paul Bremer (que también fue escoltado por personal de estas empresas) había firmado un decreto, antes de su marcha de Irak, según el cual en ningún caso miembros de las fuerzas militares estadounidenses o las adjuntadas a sus labores (sean militares o paramilitares privadas) podrán ser juzgados ante tribunales iraquíes. Hay que añadir que las investigaciones han demostrado la implicación de este tipo de personal paramilitar en las torturas de la famosa cárcel de Abu Ghareib, así como la participación en numerosos asesinatos cometidos contra civiles iraquíes. En Mundoarabe.org disponemos de al menos un video que demuestra una ejecución a sangre fría de dos iraquíes que paseaban en la calle, dicha ejecución fue realizada por dos francotiradores estadounidenses que trabajan para una empresa privada de mercenarios.
La empresa Blackwater USA, cercana al Pentágono y especializada en el reclutamiento de mercenarios, es una de las principales empresas beneficiadas de la ocupación de Irak. Actualmente, delegaciones de la empresa están recorriendo varios países de América Latina y Europa en busca de personal paramilitar. Algunas fuentes hablan de visitas realizadas a varias empresas de seguridad españolas para este fin. También, Esta misma empresa está contratando ahora a antiguos comandos chilenos del Ejército de Augusto Pinochet para aumentar su plantilla en el país ocupado, en vista de la mina de oro que supone la guerra privada en Irak, a la que fueron a parar el año pasado 30.000 millones (25.423 millones de euros) de los 87.000 millones de dólares destinados por EEUU a cementar la ocupación de Irak y su transformación en una república bananera. El presidente de Blackwater USA, Gary Jackson, ha declarado: «Sueño con tener el ejército privado más grande y más profesional del mundo».
En la página web de está empresa de mercenarios se puede leer este párrafo: «Tenemos una presencia global y ofrecemos entrenamiento y soluciones tácticas para el siglo XXI… Entre nuestros clientes figuran agencias policiales federales, el Departamento de Defensa -de Estados Unidos-, el Departamento de Estado de EE.UU., el Departamento de Transporte, entidades locales y federales de todo el país, corporaciones multinacionales y países amigos de todo el mundo»
Blackwater es una corporación de mercenarios muy bien conectada, con sede en Carolina del Norte y oficinas en McLean, Virginia, cerca de la CIA. En Great Dismal Swamp, Carolina del Norte, tiene un campo de entrenamiento de 5,200 acres con quipos militares muy avanzados. Es una base militar privadas donde entrenan a militares y policías.[2]
Para este imperio que glorifica el capitalismo privado y las ganancias, buena parte de la maquinaria global de muerte y destrucción está pasando cada vez más a manos privadas y el negocio es muy, pero muy rentable. Quizás por esto y otros motivos más, la Asociación Española de Escoltas (ASES) y algunas empresas privadas de seguridad estén interesadas en el botín iraquí aunque todavía no han conseguido que les paguen como a los mercenarios procedentes del Ejército norteamericano.
El Gobierno socialista, que ha demostrado su oposición total a la ocupación ilegal e inmoral de Irak, está llamado otra vez a frenar esta operación que pretenden implicar a ciudadanos españoles en labores ilegales e inmorales en un país que sufre desde hace más de una año la represión y la destrucción causadas por una invasión contraria a la legalidad internacional.
[1] Agencia Europa Press 27/08/04
[2] Véase http://rwor.org