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Greenpeace acusa a varios países de destruir el fondo marino con la pesca de arrastre

Fuentes: Europa Press

El barco MV Esperanza de la organización ecologista Greenpeace comenzó ayer una expedición en el Atlántico Norte para denunciar la pasividad de los Gobiernos, incluido el español, ante el impacto de la pesca de arrastre de profundidad sobre los fondos marinos. La campaña coincide con el inicio de las negociaciones en Naciones Unidas sobre el […]

El barco MV Esperanza de la organización ecologista Greenpeace comenzó ayer una expedición en el Atlántico Norte para denunciar la pasividad de los Gobiernos, incluido el español, ante el impacto de la pesca de arrastre de profundidad sobre los fondos marinos.
La campaña coincide con el inicio de las negociaciones en Naciones Unidas sobre el futuro de las profundidades marinas, cuya principal amenaza es este tipo de pesca, «la más destructiva de todas las que se desarrollan en alta mar», según Greenpeace.

La expedición del barco ecologista se enmarca en «una campaña global que demanda (…) una moratoria internacional sobre la pesca de arrastre de profundidad en alta mar en la Asamblea General de Naciones Unidas, que tendrá lugar el próximo mes de noviembre», precisó Greenpeace en un comunicado publicado en su página web.

El problema que plantea la pesca de arrastre es que acelera la destrucción de la biodiversidad presente en los montes submarinos, que son «auténticos oasis de vida» porque «de ellos surgen corrientes ricas en nutrientes que alimentan a diferentes (…) ecosistemas y albergan cientos de especies, muchas de las cuales son todavía desconocidas para la ciencia».

Greenpeace denuncia además que este tipo de pesca la realizan «sólo unos 200 barcos pertenecientes a once países y supone el 0,5 por ciento de las capturas mundiales, por lo que no se trata de una necesidad económica real». Además, la mayor flota de este tipo es la española, responsable del 40 por ciento de las capturas en 2001.

La organización critica la postura de España y de la Unión Europea en la reunión previa a la Asamblea General celebrada en la ONU en junio. «Su propuesta, proteger las profundidades marinas ‘caso por caso’ una vez que se haya demostrado previamente su riqueza es inviable, ya que los barcos arrastreros seguirán destruyendo los fondos antes de que se hayan investigado y protegido», advierte Greenpeace. Una miembro de la expedición, María José Caballero, señaló que los barcos arrastreros pueden destruir «en pocos minutos» bosques de coral que han tardado «miles de años en crecer», además de «extinguir especies antes que la ciencia haya tenido tiempo para estudiarlas».