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La Universitat constata que las aportaciones al lago se han reducido casi a la mitad en 16 años

L’Albufera pide agua para no ahogarse

Fuentes: Levante

Informes de hace dos décadas ya advertían del grave estado de contaminación de l’Albufera. La situación no sólo no ha mejorado con el paso del tiempo, sino que ha empeorado de forma considerable, lo que pone en peligro la supervivencia del lago. La gran cantidad de nutrientes provoca una proliferación excesiva de algas. La Universitat […]

Informes de hace dos décadas ya advertían del grave estado de contaminación
de l’Albufera. La situación no sólo no ha mejorado con el paso del tiempo,
sino que ha empeorado de forma considerable, lo que pone en peligro la
supervivencia del lago. La gran cantidad de nutrientes provoca una
proliferación excesiva de algas. La Universitat de València ha constatado
una drástica reducción de las aportaciones al lago y advierte de que hace
falta más agua y, además, que sea limpia.

Los expertos destacan la gran cantidad de vertidos sin depurar que llegan al
lago, aunque también apuntan como otro de los principales problemas la
importante disminución que se ha producido en las aportaciones hídricas que
recibe el humedal. En el año 1988 el caudal que iba al lago anualmente era
de 300 hectómetros cúbicos, mientras que las últimas mediciones realizadas
en 2004 por expertos de la Universitat de València constatan que sólo llegan
a la laguna 170 hectómetros cúbicos, según explicó a Levante-EMV la
catedrática de Ecología de la Universitat de València, Rosa Miracle.

La transparencia del agua también es muy mala, ya que no supera los quince
centímetros cuando debería sobrepasar los ochenta. «Hay poca agua y muy
sucia», destacó Miracle, para quien es imprescindible que se incremente la
aportación de caudales al lago. «Es una solución obvia, pero es necesario
que se dé más agua limpia», apuntó. Recientemente, la Confederación
Hidrográfica del Júcar ha propuesto garantizar una aportación mínima de agua
de buena calidad a l’Albufera con caudales del Júcar y el Turia.

Miracle señaló que los problemas de contaminación de l’Albufera están
provocando ya graves consecuencias en la fauna piscícola del lago, ya que se
ha constatado que muchos peces están sufriendo todas estas consecuencias y
han enfermado. Pero no sólo los peces, el mal estado de l’Albufera puede
alterar el ecosistema de una de las lagunas más importantes del litoral
mediterráneo. Pero pese a la necesidad de eliminar las fuentes de
contaminación, una de las infraestructuras más importantes para ello, la
depuradora de l’Albufera Sur, todavía es inoperante.

Controles periódicos

La Fundación Amics del Parc Natural de l’Albufera está desarrollando desde
el pasado verano y hasta el próximo mes de noviembre un programa para
conocer el estado en el que se encuentran las acequias que desembocan en
l’Albufera. Un grupo de voluntarios ha estado trabajando en el programa Los
caminos del agua llevando a cabo mediciones analíticas para comprobar, en
diferentes épocas, la calidad del agua de las acequias. Una de las
comprobaciones se llevó a cabo en agosto y otra en septiembre y con ellas
han podido comprobar el mal estado de la gran mayoría de las acequias que
van a parar al lago y la gran cantidad de vertidos que acumulan muchas de
ellas, según explicó a Levante-EMV la presidenta de la fundación, Rosa
Miracle. Gran cantidad de materia orgánica y nutrientes de las acequias
acaban en l’Albufera lo que contribuye a agravar la contaminación del lago.