El movimiento Vía Campesina ha pedido formalmente al Parlament de Catalunya que declare la autonomía ‘libre de transgénicos’. El País Vasco, junto a otras 23 regiones europeas, apoyan ya esta demanda de los campesinos.
Con motivo del encuentro internacional del movimiento de Vía Campesina en Barcelona, los dirigentes de esta organización se reunieron ayer lunes con representantes del Parlament de Catalunya para pedir formalmente que esta comunidad autónoma se declare «libre de organismos genéticamente modificados». El Parlament aún no se ha pronunciado, aunque desde Vía Campesina afirman que la propuesta ha tenido una «buena acogida».
De llevar a cabo la iniciativa y declarar Catalunya ‘libre de transgénicos’, serían dos las autonomías que apoyan esta demanda, porque el País Vasco cuenta ya con una declaración institucional. El objetivo es «solidarizarse con la causa de millones de campesinos del Norte y el Sur», así como mostrar «una posición favorable hacia la idea de soberanía alimentaria», afirma Rafael Alegría, dirigente de Vía Campesina.
Como explica Paul Nicholson, portavoz de la organización, la idea es que la soberanía alimentaria «sea uno de los ejes principales de las políticas» de los países europeos y los organismos internacionales. De hecho, 23 regiones de toda Europa y «cientos de ayuntamientos» se han declarado ya contrarios a la producción y comercialización de transgénicos. Algunas regiones como Bretaña llevan el compromiso más allá y tienen acuerdos con municipios de países como Brasil que garantizan que toda exportación e importación entre las partes será libre de transgénicos.
Movilizaciones contra la OMC
El encuentro entre los representantes del Parlamento catalán y Vía Campesina tuvo lugar en el marco del encuentro internacional que este movimiento celebró la semana pasada en Barcelona. Durante las reuniones, representantes campesinos de todo el mundo analizaron la situación actual de la agricultura y los pequeños productores y decidieron nuevas estrategias de acción para el próximo año.
La iniciativa más importante será la movilización popular prevista para el próximo mes de diciembre en Hong Kong (China), donde la Organización Mundial del Comercio se dará cita. Allí, los movimientos campesinos defenderán la soberanía alimentaria, el derecho a la tierra y los recursos naturales y la reforma agraria que beneficie a los pequeños productores.
En la actualidad, «las políticas neoliberales están destruyendo la cultura campesina, tanto el Norte como en el Sur», señala Paul Nicholson, que advierte que la cultura campesina «sufra la peor crisis de su historia» como consecuencia de la «mercantilización de la tierra» y de los escasos mecanismos de defensa de los pequeños agricultores.
Silvia Torralba / Redacción