El 8 de marzo no es un día de fiesta. Para las mujeres de todo el mundo el Día internacional de la Mujer es un día de lucha en homenaje a obreras reprimidas y asesinadas en Estados Unidos, cuando reclamaban por sus derechos y en contra de las condiciones de explotación y opresión a las […]
El 8 de marzo no es un día de fiesta. Para las mujeres de todo el mundo el Día internacional de la Mujer es un día de lucha en homenaje a obreras reprimidas y asesinadas en Estados Unidos, cuando reclamaban por sus derechos y en contra de las condiciones de explotación y opresión a las que eran sometidas por sus patrones.
Un siglo después, las mujeres tenemos propuestas y reivindicaciones por las cuales seguir movilizándonos, para eliminar todas las formas de discriminación que vivimos cotidianamente.
La penalización del aborto que rige en Argentina y en otros países del mundo, induce a la clandestinidad y al nacimiento de un mercado en el cual la vida y la salud de las mujeres tiene escaso valor.
Las intervenciones quirúrgicas seguras que se realizan en el circuito privado tienen altos costos y la ilegalidad lleva a beneficiar a unos pocos que hacen un negocio sumamente lucrativo. La ilegalidad plantea discriminación social e inequidad, ya que las mujeres de escasos recursos, por temor a ser denunciadas, no recurren a solicitar asistencia médica o lo hacen demasiado tarde con graves consecuencias para su salud. El castigo social que las incrimina como asesinas parece desconocer el dolor de tantas mujeres que han tenido que pasar por esta situación. Tal es el caso ocurrido en el mes de febrero en la ciudad de San Lorenzo. Una joven fue atendida en el Hospital de Granaderos a Caballo con una infección por un aborto incompleto, posteriormente fue denunciada por quienes la atendieron, de acuerdo a lo que rige en la Provincia de Santa Fe. Ahora tiene abierta una causa penal en el Juzgado a cargo de Eduardo Filocco.
En el plano de los derechos sexuales y reproductivos, a pesar de los numerosos reclamos que desde hace tiempo se vienen realizando desde el movimiento de mujeres, no se han dado las condiciones políticas y sociales que den respuestas reales a una problemática que afecta la vida de millones de mujeres: Los abortos clandestinos siguen siendo la principal causa de muerte de mujeres en edad de gestación en Argentina. Por otro lado, la maternidad forzada de jóvenes, niñas y adultas, tienen consecuencias tremendas para la vida de las mismas. El porcentaje más alto se observa entre las mujeres de 25 a 34 años.
En el ámbito laboral somos las mujeres quienes seguimos percibiendo los salarios más bajos -cuando logramos sostener un empleo- quienes enfrentamos cada vez más dificultades para acceder a un trabajo estable, especialmente si somos madres. Todo esto sumado a las diferentes formas de acoso sexual que no son castigados, por la inercia de legisladores y gobernantes.
En Argentina al igual que en otros países, millones de mujeres trabajan jornadas de más de 12 horas en condiciones de explotación y humillación. El temor permanente a quedar sin empleo obliga a las trabajadoras a ocultar su maternidad, a exponer su cuerpo a sufrimientos físicos y psíquicos que atentan contra su dignidad. Un ejemplo es el de la empleada del Supermercado Coto, que la publicación de su imagen en un periódico local haciendo topless fue el motivo de su despido.
En Argentina, la ley de flexibilización laboral, si bien afecta a todos los trabajadores, tiene efectos más profundos y devastadores en las mujeres, quienes no sólo soportamos las extensas Jornadas de trabajo, sino que hacemos malabares para combinar horarios y cumplir con las tareas domesticas.
En la provincia de Santa Fe y especialmente en la ciudad de Rosario, las docentes y trabajadoras de la salud sostienen la lucha por reivindicaciones salariales sin obtener hasta el momento respuestas positivas; al igual que otras profesionales que desarrollan diversas tareas comunitarias, sosteniendo desde su trabajo un entramado social del que el Estado no se hace cargo. Las docentes deben dar respuesta a necesidades sociales de todo tipo que trascienden el marco educativo, las enfermeras y técnicas de la salud, se ven en la necesidad de efectuar proezas laborales para suplir la falta de medicamentos y camas necesarias para responder a las demandas de la población.
Triples jornadas de trabajo, escasas horas de sueño, tensiones y esfuerzos físicos y psíquicos, son la realidad cotidiana de millones de mujeres que son hoy jefas de hogar y tienen a su cargo no sólo la responsabilidad del único ingreso familiar, sino la de garantizar el cuidado y crecimiento de sus hijas e hijos.
Nuestra participación en centros comunitarios, comedores, huertas comunitarias, asambleas populares, y en los reclamos que van ganando la calle por mejores condiciones de vida, en los cortes de calles y rutas que hoy continúan con más fuerza, exigiendo a los responsables de estas situaciones respuestas concretas, no sólo para paliar el hambre, sino para vivir con dignidad.
Nos oponemos al pago de la deuda externa, ilegítima y fraudulenta. Si en diciembre de 2001 la deuda externa era impagable y ascendió a más de ciento cuarenta mil millones de dólares, en marzo de 2005 es más impagable aún.
Para cumplir con los vencimientos se propone un fenomenal apriete a las necesidades populares, que les permita un superávit presupuestario anual no menor a seis mil millones de dólares. Ello significa recaudar más e invertir menos, o sea, el peor de los mundos para los sectores populares y la destrucción aún mayor del mercado interno. Por eso decimos basta de deuda externa, no a la entrega de la s riquezas de nuestros recursos naturales, patrimonio único luego de esta renegociación.
La violencia sexista que se ejerce sobre nosotras se ha extendido gravemente, presenta muchas caras: los asesinatos, las agresiones físicas y sexuales, el tráfico de mujeres con fines de explotación laboral y sexual, son las expresiones más violentas y visibles, y tienen los efectos más devastadores.
En nuestro país y en la provincia de Santa Fe, el número de mujeres asesinadas o que han sobrevivido a diversas agresiones con graves secuelas físicas y psíquicas, se incrementa en forma alarmante.
Siguen impunes los crímenes de las dos niñas de Avellaneda: Mónica Vega y Mariela Martínez, los asesinatos de Patricia Villalba y Leila Nazar en Santiago del Estero, y el caso de la joven que fue violada en la Comisaría Primera de Rosario, de Daniela Spárvoli, Sandra Cabrera, y Graciela Acosta, todos estos, claros ejemplos paradigmáticos de la actitud corporativa de clérigos, pastores, fuerzas de seguridad y funcionarios del sistema judicial y político para proteger a los asesinos y abusadores.
La impunidad y la falta de respuestas ante estas violaciones a los derechos humanos, hablan también de la violencia institucional ejercida contra las mujeres. Así es como las instituciones que deberían proteger y defender a las víctimas, son las que se ensañan con ellas, convirtiéndolas en muchas ocasiones, en responsables de lo que les sucede.
El SIDA, junto con otras enfermedades de transmisión sexual, constituye uno de los riesgos más importantes para la salud de las mujeres. Durante los últimos años el porcentaje de mujeres afectadas aumentó considerablemente, siendo algunas de las causas de este aumento la desigualdad de poder, por ejemplo: cuanto más subordinada es la posición de la mujer, más difícil resulta negociar el uso de preservativo. La incidencia de posturas religiosas fundamentalistas, dogmáticas y políticas conservadoras que se oponen a la prevención contribuyen, también, a este deterioro de la salud y a la imposibilidad de recuperación.
Sí bien hemos conseguido la sanción de algunas leyes de anticoncepción y educación sexual en hospitales y escuelas, es necesario continuar la lucha por su implementación efectiva y los recursos suficientes para su aplicación.
Así mismo, la reproducción de ese modelo patriarcal a través de la educación formal, las prácticas religiosas, los medios de comunicación y la legislación vigente -entre otros- sostienen el principio de la heterosexualidad obligatoria. De esta manera niegan a las mujeres el derecho a elegir libremente su orientación sexual sin temor a ser discriminadas y presionadas social y culturalmente. En vez de ocultar la existencia de las lesbianas, debemos considerarla como una manifestación más de la autonomía de las mujeres, a la par del derecho a una sexualidad segura y al control de la fecundidad.
PORQUE NO QUEREMOS EL SUFRIMIENTO Y LA MUERTE DE MUJERES POR ABORTOS CLANDESTINOS, EXIGIMOS ABORTO LEGAL Y GRATUITO.
CONTRA TODO TIPO DE VIOLENCIA Y DISCRIMINACIÓN SEXUAL, SOCIAL, INSTITUCIONAL, LABORAL, EDUCATIVA Y POLÍTICA EJERCIDA CONTRA LAS MUJERES CUALQUIER SEA SU ORIENTACIÓN SEXUAL.
BASTA DE DISCRIMINACIÓN A LAS MUJERES LESBIANAS. DERECHO A EJERCER LA MATERNIDAD SIN RESTRICCIONES LEGALES, JUDICIALES NI PRESIONES SOCIALES.
POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES TRABAJADORAS: POR PUESTOS DE TRABAJO DIGNO PARA TODAS, POR AUMENTO DE SALARIO Y ADECUADAS CONDICIONES DE TRABAJO.
TODO EL APOYO A LA LUCHA DE LOS DOCENTES, ESTATALES, TRABAJADORAS DE LA SALUD, COMERCIO Y TODAS LAS COMPAÑERAS EN LUCHA.
INVESTIGACIÓN, JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES MATERIALES E INTELECTUALES DEL ASESINATO DE SANDRA CABRERA, GRACIELA ACOSTA, DANIELA SPARVOLI Y TODAS LAS MUERTES SIN ESCLARECER.
BASTA DE IMPUNIDAD! CÁRCEL A LOS VIOLADORES Y ASESINOS POR LA LIBERTAD DE LAS PRESAS POLÍTICAS, DESPROCESAMIENTO DE LAS COMPAÑERAS LUCHADORAS SOCIALES
BASTA DE PERSECUCIÓN A LAS MUJERES EN SITUACIÓN DE PROSTITUCIÓN . CASTIGO A LOS PROXENETAS
POR LA LIBERTAD DE ROMINA TEJERINA. CARCEL A SU VIOLADOR POCHO VARGAS!
NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA ILEGÍTIMA Y FRAUDULENTA NO A LA ENTREGA DE LA RIQUEZA DE NUESTRO SUELO Y NUESTROS RECURSOS NATURALES.
REPUDIO A LAS DECLARACIONES DEL OBISPO BASEOTTO QUE CONDENA A QUIEN PROPONE EL USO DE PRESERVATIVOS, CON MÉTODOS UTILIZADOS POR LA DICTADURA MILITAR EN ARGENTINA REMEMORANDO LOS SINIESTROS «VUELOS DE LA MUERTE» QUE SESGARON LAS VIDAS DE MILES DE LUCHADORAS Y LUCHADORES.
PLENA VIGENCIA DEL PROGRAMA PROVINCIAL DE SALUD REPRODUCTIVA Y LA LEY DE EDUCACIÓN SEXUAL EN LAS ESCUELAS
EDUCACION SEXUAL PARA DECIDIR, ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR ABORTO LEGAL Y GRATUITO PARA NO MORIR
Rosario, marzo de 2005