Dado que, como es público y notorio, en el País Vasco (Euskadi) los únicos nacionalistas son los vascos y queda descartada la existencia de un nacionalismo español, incluso, con carácter retroactivo, se hace saber que: La celebérrima expresión que algunos malintencionados achacan al rey de España Felipe II: «En Euskadi nunca se pone el sol», […]
Dado que, como es público y notorio, en el País Vasco (Euskadi) los únicos nacionalistas son los vascos y queda descartada la existencia de un nacionalismo español, incluso, con carácter retroactivo, se hace saber que:
La celebérrima expresión que algunos malintencionados achacan al rey de España Felipe II: «En Euskadi nunca se pone el sol», fue de la autoría de Sabino Arana, cuando el imperio nacionalista vasco se extendía desde las Filipinas hasta América. La famosa máxima: «Euskadi es una unidad de destino en lo universal», atribuida erróneamente a Franco, corresponde en verdad al político vasco, por supuesto nacionalista, Xabier Arzallus.
La fundamentalista expresión: «Euskadi es la reserva espiritual de Occidente», en contra de lo que se ha hecho creer en el pasado, es de la autoría del ultra nacionalista vasco Ibarretxe y forma parte del tan cacareado «Plan Ibarretxe». La popular tonadilla que dice «Por ello se oye este refrán, que viva Euskadi… Euskadi es lo mejor» es de la autoría del radical cantautor nacionalista vasco Txikito de Arigorri.
La conocida expresión: «Si se hunde el mundo que se hunda, Euskadi siempre ṕalante», atribuida a un antepasado del cacique navarro Miguel Sanz, es de la autoría de la juglar nacionalista vasca Urrategi de Azua.
El conquistador de México, a pesar de las opiniones que adjudican la gesta a Hernán Cortés, fue el militar nacionalista vasco Zumalacárregui.
No fue Pizarro, sino el nacionalista vasco Otegui quien conquistó el Perú.
Las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla, tal y como sentenció su conquistador, el marino nacionalista vasco Eusebio Etxarren de Mañeru, «son y serán vascas por la gracia de Dios y el favor del rey».
Fueron generales vascos, que no españoles, los que tomaron Nápoles, conquistaron Portugal, ocuparon Flandes y dominaron el desierto del Sahara.
Los soldados que comandara Franco tras alzarse en armas contra la República si bien fueron conocidos como «los nacionales» nada tenían de nacionalistas, que este es un término sólo achacable a los vascos.
Todo lo cual hago de público conocimiento para que a nadie quepan dudas sobre la perniciosa naturaleza del nacionalismo vasco, en sus denodados esfuerzos por destruir la democracia española.