El Vaticano llama a los funcionarios de la Administración española a negarse a colaborar en la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo. La llegada del ultraderechista Joseph Ratzinger a la jefatura del Estado vaticano empieza a notarse de modo palmario. La aprobación ayer, por el Pleno del Congreso de los Diputados del Estado […]
El Vaticano llama a los funcionarios de la Administración española a negarse a colaborar en la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo.
La llegada del ultraderechista Joseph Ratzinger a la jefatura del Estado vaticano empieza a notarse de modo palmario. La aprobación ayer, por el Pleno del Congreso de los Diputados del Estado español, del proyecto de ley que posibilita los matrimonios entre personas del mismo sexo, ha sacado de sus casillas a la Curia católica que, hoy mismo, ha convocado a los funcionarios españoles a negarse a colaborar en la celebración de bodas de gays o de lesbianas «aunque por ello pierdan su puesto de trabajo». El Vaticano llama a los funcionarios españoles (jueces, alcaldes, concejales, etc.) a negarse a celebrar bodas homosexuales.
El presidente del Consejo Pontificio del Vaticano para la Familia, el cardenal Alfonso López Trujillo, ha hecho un llamamiento a los cristianos, en especial a los empleados municipales, para que se acojan a la objeción de conciencia y se nieguen a celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo, incluso si pierden su trabajo.
Ante la llamada de la Iglesia a la insumisión, la vicepresidenta del Ejecutivo Fernández de la Vega, ha respondido que la objeción de conciencia no exime a los funcionarios de oficiar bodas.
La agitación vaticana no ha caído de sorpresa. Ratzinger ya había declarado en el año 2002 que las parejas homosexuales traerán «grandes problemas» a la sociedad.
El Obispo de Mondoñedo advierte de que los matrimonios homosexuales convierten en modelo social un «comportamiento desviado»
El Obispo de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano, advirtió ayer de que con la aprobación del proyecto de ley de permite contraer matrimonio a parejas homosexuales se convierte en «modelo social» un «comportamiento desviado».
En la pastoral que titula «Hacia la demolición de la familia», Gea Escolano cita el Documento de la Congregación de la Doctrina de la Fe del 3 de junio del 2003, presidida entonces por el actual Papa Benedicto XVI, en la que se asegura que reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, significaría «no solamente aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual», sino también «ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la sociedad».
Además, para el obispo de Mondoñedo-Ferrol la equiparación al matrimonio de la unión de gays va «contra de la historia» y de la opinión «absolutamente mayoritaria» de la sociedad. Incluso apunta que prohibirlos no equivale a discriminarlos y tampoco sería anticonstitucional, «como tampoco lo sería permitir ejercer la medicina o la docencia a quien no está capacitado para ello», puso como ejemplo.
Politicos cristianos, no automatas
Gea Escolano recrimina a los parlamentarios católicos que es «grave» votar leyes que «atentan contra el bien común, aunque hayan que romper la disciplina de su voto». Por ello, les recuerda que deben ser «coherentes» con sus principios cristianos «en vez de un autómata que se pliegue a cualquier decisión de su partido». «Aún más cuando se trata de aprobar leyes de gran trascendencia para el futuro moral y social», añade.
Por último, el obispo de Mondoñedo-Ferrol insiste en que «no es coherente» asistir a misa y emitir un voto favorable a esta ley, «porque ni es racional ni está en función del bien común, condiciones para la moralidad de toda ley».