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Alcaldes por un cielo azul

Alcaldes de 173 ciudades de Estados Unidos decidieron ignorar la inacción ambiental del gobierno federal y combatir el calentamiento del planeta mediante el uso de tecnologías y programas innovadores

Fuentes: IPS

Los alcaldes coaligados sostienen que pueden hacer más «ecológica» la vida urbana y al mismo tiempo crear empleos y estimular las economías locales. El punto de partida para la iniciativa municipal fue el retiro en 2001 por el gobierno de George W. Bush de la firma que su predecesor Bill Clinton había estampado en el […]

Los alcaldes coaligados sostienen que pueden hacer más «ecológica» la vida urbana y al mismo tiempo crear empleos y estimular las economías locales.

El punto de partida para la iniciativa municipal fue el retiro en 2001 por el gobierno de George W. Bush de la firma que su predecesor Bill Clinton había estampado en el Protocolo de Kyoto, un tratado internacional que establece reducciones en las emisiones de gases de invernadero, causantes del cambio climático.

El tratado entró en vigor el pasado 16 de febrero en los 141 países que lo ratificaron.

Aunque Estados Unidos produce casi un cuarto de todos los gases invernadero, Bush arguyó que la incorporación al tratado aumentaría los precios de la energía y eliminaría cinco millones de empleos en el país, y también cuestionó conclusiones científicas sobre el vínculo entre los gases invernadero, provocados por la quema de combustibles fósiles, y el calentamiento del planeta.

En la última cumbre del Grupo de las Ocho (G-8), integrado por Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia, Bush también bloqueó un acuerdo sobre el cambio climático, tras tratar de convencer a sus pares de la necesidad de apostar al desarrollo de nuevas tecnologías, en vez de confiar en el Protocolo de Kyoto.

El comunicado final de la cumbre, realizada del 6 al 8 de este mes en la localidad escocesa de Gleneagles, no incluyó acuerdos específicos para la reducción de emisiones de «gases invernadero», como exigían los ambientalistas.

Cansados de esperar alguna acción proambiental de las autoridades federales, la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos, como se llama la coalición, acordó aplicar algunos aspectos del Protocolo de Kyoto a nivel municipal.

La Conferencia de Alcaldes aprobó por unanimidad el 13 de junio el Acuerdo entre Alcaldes para la Protección del Clima, para cumplir o superar a nivel municipal las normas establecidas en el Protocolo mediante la restauración de bosques, la contención de la expansión urbana, el desarrollo de tecnologías alternativas y la educación pública.

El Protocolo de Kyoto exige a los países industrializados reducir en un promedio de cinco por ciento sus emisiones de gases de invernadero entre 1990 y 2012.

Alcaldes de dentro y fuera de la Conferencia continúan formalizando sus compromisos mediante la firma del acuerdo. Hasta el 15 de este mes, 173 alcaldes lo habían firmado.

Los alcaldes también acordaron presionar a los gobiernos estaduales y federal para cumplir los objetivos de Kyoto e impulsar al Congreso legislativo a aprobar la Ley de Administración del Clima, que establecería un sistema nacional de intercambio de emisiones.

«No esperaremos a que el gobierno federal haga algo para frenar la producción de gases invernadero. Tomaremos la iniciativa a nivel local, ciudad por ciudad», anunció Greg Nickels, alcalde de la noroccidental Seattle.

Más de la mitad del mundo y 80 por ciento de la población estadounidense vive en áreas urbanas, y las ciudades consumen 75 por ciento de los recursos naturales del planeta, destacó el Departamento de Ambiente de San Francisco.

La semana pasada, 45 alcaldes de la coalición, incluidos los de Salt Lake City, Denver y Chicago, se reunieron en Utah, en la hacienda Sundance del actor Robert Redford, para discutir iniciativas contra el cambio climático.

La reunión fue organizada por el Consejo Internacional para Iniciativas Ambientales Locales, patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y financiado en parte por los fondos Pew Charitable Trust y Rockefeller Brothers.

Ejecutivos de la firma británica de consultoría The Climate Group dijeron en la reunión que 17 alcaldes estadounidenses ya redujeron sus emisiones por debajo de los niveles de 1990 y ahorraron un total de 600 millones de dólares mediante medidas de eficiencia.

«Debemos comprender que ocuparnos del clima es, financieramente, una ventaja competitiva, no una carga», resaltó Steve Howard, director general de The Climate Group.

Patrick McCrory, alcalde de Charlotte, en el estado de Carolina del Norte, y presidente de la asociación de alcaldes del gobernante Partido Republicano, dijo que la coalición de alcaldes debe ser tomada en serio debido a su influencia económica.

«Somos los que construimos calles, diseñamos el tránsito, y compramos autos de policía, camiones volcadores y máquinas excavadoras. Somos los que damos a la Tierra la luz que puede verse desde el espacio», destacó.

«Juntos, tenemos un enorme poder adquisitivo, y si invertimos sabiamente, podemos producir grandes beneficios para el ambiente», exhortó..

Nickels, de Seattle, obtuvo la semana pasada entre 150 alcaldes el «Premio a la calidad de vida urbana», en el estado de Utah, por su Iniciativa de Protección del Clima.

Algunos elementos clave de la iniciativa son el desarrollo del monocarril, el tranvía y las vías para ciclistas, y los incentivos al uso compartido de vehículos y a quienes vendan su segundo automóvil.

Seattle, líder nacional en reciclaje, conservación del agua y eficiencia de energía, también está aumentando el número de vehículos híbridos (a gas y eléctricos) y biodiesel, además de restaurar zonas boscosas y hacer que la empresa municipal de electricidad, Seattle City Light, no emita ningún gas invernadero.

«Nos enorgullece servir de ejemplo a otras ciudades. No es necesario elegir entre el ambiente y la economía: es posible mejorar ambos», declaró el alcalde Nickels.