«La violación es un negocio», dijo el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, e indignó a tantos que al menos 19 grupos de defensa de los derechos humanos y de la mujer, junto con muchas otras personas afectadas, salieron a las calles de Karachi a manifestar su furia. En una entrevista con el Washington Post, el […]
«La violación es un negocio», dijo el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, e indignó a tantos que al menos 19 grupos de defensa de los derechos humanos y de la mujer, junto con muchas otras personas afectadas, salieron a las calles de Karachi a manifestar su furia.
En una entrevista con el Washington Post, el mandatario aseguró que en su país «mucha gente dice: si se quiere ir del país y que le den una visa canadiense o ciudadanía y volverse millonario, haga que la violen».
La más conocida víctima de violación paquistaní, Mukhtar Mai, le dijo a la BBC que ninguna mujer se sometería a «una experiencia tan horrenda» para hacer dinero.
La policía y los violadores han estado insistiendo en que yo acepte dinero y me olvide de mi hija. Nunca me conformaré con dinero: ¡quiero justicia!
Padre de niña de cinco años, violada y asesinada
Entre los manifestantes que coreaban «¡abajo el chauvinismo!» y portaban carteles con frases como «¿Quién quiere ser millonario? ¡Haga que lo violen!», se encontraba Sumar Mallah, un pescador cuya hija de cinco años de edad fue violada y asesinada el 5 de septiembre.
«La policía y los violadores han estado insistiendo en que yo acepte dinero y me olvide de mi hija. Nunca me conformaré con dinero: ¡quiero justicia!»
Para la activista Fauzia Burney, «el comentario del general Musharraf es indignante porque está tan lejos de ser cierto».
Mukhtar Mai, quien atrajo la atención de los medios internacionales tras denunciar una violación realizada por varios hombres que presuntamente cumplían con las órdenes del consejo de ancianos de una aldea o panchayat , le dijo a la BBC que «le daría todo lo que he ganado por la violación al presidente a cambio de justicia».
Mujeres contra Musharraf
La semana pasada, Musharraf dijo -en una conferencia sobre la violencia contra la mujer en Islamabad- que Pakistán no debería ser señalado por su tratamiento a las mujeres.
Además, atacó a los grupos defensores de los derechos humanos por hacer que casos como el de Mai trascendieran las fronteras de Pakistán. Muchos de esos grupos declararon que la conferencia era «una farsa».
Los críticos del mandatario lo acusan de mentir cuando dice que está luchando contra el abuso a las mujeres, cientos de las cuales son violadas y asesinadas cada año en los llamados casos de honor en Pakistán.
A pesar de que el gobierno insiste en que está haciendo mucho por ayudar a las mujeres, muchas de las que tratan de reportar casos de violación y violencia encuentran que es tan difícil como siempre lo fue, alegan las activistas.