Ginebra, 24 de noviembre. »La violencia es la manifestación más cruel de la discriminación y la desigualdad en el derecho y la vida que diaria y sistemáticamente padece la mujer a escala mundial», afirmó el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, en la víspera del Día Internacional contra la Violencia […]
Ginebra, 24 de noviembre. »La violencia es la manifestación más cruel de la discriminación y la desigualdad en el derecho y la vida que diaria y sistemáticamente padece la mujer a escala mundial», afirmó el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, en la víspera del Día Internacional contra la Violencia a la Mujer, este viernes.
Como sucede desde 1991, con la conmemoración arranca también la campaña global Dieciséis días de activismo en contra de la violencia de género, a la que se han sumado más de mil 700 organizaciones en 130 países. La campaña culmina el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, y la relatora especial sobre violencia contra mujeres, Yakin Ertürk, pidieron a los gobiernos »mayores esfuerzos para combatir la violencia de género en la esfera privada», que es, dijeron, la menos visible y accesible a la intervención estatal.
A juicio de Arbour, la agresión contra el género es prevenible, »no es un destino»; falta la voluntad política para demostrar que »no puede haber tolerancia ni excusa para la ocurrencia de los actos violentos contra la mujer y la niña», añadió Annan.
La violencia contra las mujeres es ya una pandemia, coincidieron instituciones humanitarias de la ONU, y una flagrante violación de los derechos humanos que persiste y se agrava.
Organismos internacionales, como el Unicef y la FAO, revelaron este jueves que aproximadamente 25 por ciento de las niñas y 8 por ciento de los niños en el mundo han sido objeto de abuso sexual; entre 20 por ciento y 50 por ciento de las prostitutas de Lituania son menores de edad y al menos 140 millones de niñas han sobrevivido a la mutilación genital.
El 83 por ciento de homicidios femeninos en República Dominicana (país sede del Instituto de la ONU para el Avance de las Mujeres) se deben a violencia de pareja, y las cinco muertes al día de mujeres en India son ocasionadas por incendios accidentales en las cocinas. Además, entre 14 y 20 por ciento de las estadunidenses serán violadas cuando menos una vez en su vida.
La sutil violencia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer este jueves un estudio sobre la violencia contra las mujeres con los datos que obtuvo de 24 mil mujeres de 10 países, entre ellos Brasil y Perú, que culminó en una serie de recomendaciones.
Los objetivos primarios del estudio son estimar la prevalencia de la violencia contra las mujeres, en especial la física, sexual y emocional; evaluar sus consecuencias en la salud, e identificar los factores que puedan proteger o hacer menos vulnerables a las mujeres.
Las preguntas que se hicieron a las interrogadas incluyen si alguna vez fueron golpeadas, empujadas, pateadas, estranguladas, quemadas o amenazadas con un arma de fuego o blanca.
La proporción de mujeres violentadas por un hombre varía de 13 por ciento en Japón a 61 por ciento en el Cusco peruano; la violencia sexual se ubica en seis por ciento en Japón y 59 por ciento en Etiopía.
Guatemala: 2 mil feminicidios desde 2001
Amnistía Internacional informó que en España la mujeres inmigrantes indocumentadas son más vulnerables ante la violencia de género y no son protegidas por la policía, a la que dudan en acudir por miedo de ser expulsadas.
Además, las autoras de un estudio sobre el feminicidio en Guatemala denunciaron en Madrid que casi 2 mil mujeres fueron asesinadas en el país centroamericano de 2001 a la fecha, en circunstancias de violencia atroz que incluyen violación, tortura y mutilación.
Por este motivo, Amnistía Internacional conmemora el Día Internacional contra la Violencia a la Mujer con manifestaciones en América Latina ante las embajadas de Guatemala.
Para las agencias de la ONU, los gobiernos y las sociedades, el reto mayor es que el crimen y el abuso permanecen ocultos tanto por costumbre como por negligencia social e impunidad judicial; «globalmente necesitamos, en primer lugar, detener su ocurrencia y luego ayudar y apoyar a quienes lo necesitan», afirmó la investigadora Claudia García Moreno, de la OMS.