Veinte años después del descubrimiento del agujero de ozono sobre la Antártida, los científicos creen que su recuperación podría tardar más en regenerarse de lo que hasta ahora se pensaba, según han confirmado en una conferencia impartida en la reunión anual de la American Geophysical Union bajo el título «Agujero de ozono: perspectivas de recuperación». […]
Veinte años después del descubrimiento del agujero de ozono sobre la Antártida, los científicos creen que su recuperación podría tardar más en regenerarse de lo que hasta ahora se pensaba, según han confirmado en una conferencia impartida en la reunión anual de la American Geophysical Union bajo el título «Agujero de ozono: perspectivas de recuperación».
Debido a las emisiones atmosféricas residuales de halometanos(CFCs, clorofluorocarbonos) que aún continúan produciéndose en todo el mundo, los investigadores creen que la total recuperación de la capa de ozono podría producirse en 2065, basándose en simulaciones realizadas por ordenador a partir de los análisis efectuados por el satélite de la NASA AURA. Los datos enviados por el satélite AURA recogen parámetros tales como la temperatura, y concentraciones de ozono, monóxido de cloro, cloruro de hidrógeno y ácido nítrico presentes en la estratosfera de ambos polos.
El agujero de ozono es el resultado de la combinación de diferentes factores. Con la llegada de la luz solar con la primavera austral(hemisferio sur), se producen reacciones químicas entre los compuestos orgánicos clorados y bromados emitidos a la atmósfera y el ozono(O3), originando la formación de oxígeno(O2) y dando como resultado una disminución de las moléculas de ozono.
Los CFCs fueron usados como propelentes en aerosoles y como gases refrigerantes en equipos de enfriamiento. La capa de ozono estratosférica protege la vida en la Tierra de la dañina radiación ultravioleta del Sol. Actualmente, las emisiones de gases dañinos para la capa de ozono han disminuido, gracias a la firma del Protocolo de Montreal en 1987. Los países que lo ratificaron acordaron reducir y finalmente eliminar la producción de estas sustancias.
Fuente: [Goddard Space Flight Center, NASA ]