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Iniciativa para eliminar de la presencia pública de Castelló las decenas de testimonios que evocan la dictadura

Retirada de honores a dos ministros franquistas que concedió el PP

Fuentes: Agencias

El franquismo no queda tan lejos como aparenta. Los vestigios de la dictadura siguen presentes en el día de día de Castelló en centenares de ejemplos de la toponimia urbana. Prohombres de la represión fascista y de la perpetuación de un sistema falto de libertades dan nombre a edificios públicos y enaltecen las calles treinta […]

El franquismo no queda tan lejos como aparenta. Los vestigios de la dictadura siguen presentes en el día de día de Castelló en centenares de ejemplos de la toponimia urbana. Prohombres de la represión fascista y de la perpetuación de un sistema falto de libertades dan nombre a edificios públicos y enaltecen las calles treinta años después de la muerte de Franco. La reacción ciudadana contra los vestigios fascistas es escasa, pero la de las instituciones que podrían erradicarlos aún es menor. Esquerra Unida está liderando la iniciativa para eliminar de la presencia pública de Castelló las decenas de testimonios que evocan la dictadura. La coordinadora local de EU, Conxa Amorós, ha comenzado el año político con una nueva exigencia democratizadora para la retirada de la simbología fascista en calles y plazas, y la anulación de los honores municipales a dos ministros del franquismo: Ramón Serrano Súñer y Fernando Herrero Tejedor. Honores que el PP acordó, durante la alcaldía de José Luis Gimeno, para ensalzar a jerarcas de etapas negras en la dictadura. Serrano Súñer fue ministro de Exteriores cuando España se desentendió de miles de exiliados cautivos del nazismo. Serrano les consideró apátridas a efectos internacionales, lo que les condenó a los campos de exterminio. Herrero Tejedor llegó a ser ministro secretario general del Movimiento tras un currículo de adhesión inquebrantable al franquismo. «El Ayuntamiento de Castelló empieza 2006 con muchas asignaturas pendientes por simple falta de voluntad política, en especial las referentes a la memoria histórica», explica Amorós, quien lamenta la nula respuesta del ayuntamiento a sus peticiones de retirada de las huellas franquistas.

Logros

La dirigente de EU recuerda el tesón de la formación de izquierdas para retirar el escudo preconstitucional en la sede del Ministerio de Defensa en Castelló. Fue un logro de la diputada Isaura Navarro, en la misma medida que el compromiso del Gobierno central para retirar los emblemas fascistas de los edificios de su titularidad. «Pero estos avances no se han conseguido contagiar a ayuntamientos como el de Castelló, en los que la derecha se resiste a superar su pasado totalitario y continúa alabando, para vergüenza de ciudadanos y ciudadanas, a fascistas», apunta Amorós. El colectivo local de EU se dirigió el año pasado en cuatro ocasiones al ayuntamiento, con escritos presentados en el registro de entrada, para que acometiera la eliminación del rastro franquista en la ciudad. Con la callada por respuesta. Amorós remarca la necesidad de adecuar la rotulación de las calles de la capital con nombres que no atenten contra la democracia. «Actualmente aún tenemos nombres de personajes de los que el único mérito es haber sido políticos al servicio del franquismo y de la ideología fascista, totalitaria, sin legitimidad, que causó la muerte y represión a buena parte de la sociedad castellonense», manifiesta. Y agrega: «Aunque en su gestión política hicieran algo positivo para Castelló, fueron personas que justificaron la barbarie, la dictadura, los crímenes del franquismo y el sistema totalitario, y por lo tanto, su nombre ensucia nuestra ciudad»