Varios incidentes de violencia marcaron hoy en Brasil la Jornada de Luchas en demanda de la reforma agraria del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), como la toma de una planta de la empresa Aracruz Celulosa, donde labriegos destruyeron material genético sobre nuevos tipos de plantas. Estos hechos tuvieron lugar en la ciudad meridional […]
Varios incidentes de violencia marcaron hoy en Brasil la Jornada de Luchas en demanda de la reforma agraria del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), como la toma de una planta de la empresa Aracruz Celulosa, donde labriegos destruyeron material genético sobre nuevos tipos de plantas.
Estos hechos tuvieron lugar en la ciudad meridional de Barra do Ribeiro, en el estado de Río Grande do Sul, con la participación de unas 2 mil personas, en su mayoría mujeres. Allí, los campesinos destruyeron unos 5 millones de los 30 millones de plantas desarrolladas por expertos de la compañía, acorde a un proyecto de investigación.
Tras el incidente y los daños millonarios causados, la empresa anunció que revisará su plan de invertir mil 200 millones de dólares en la construcción de una nueva planta en Río Grande do Sul.
En tanto, los manifestantes se desplazaron después en autobuses a Porto Alegre e invadieron el estacionamiento de la Pontificia Universidad Católica, donde se realiza la 11 Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural, organizado por la FAO.
El ministro de Desarrollo Agrario, Miguel Rossetto, declaró que acciones de violencia de tal naturaleza nada tienen que ver con el programa de reforma agraria y que, por lo tanto, este es un asunto que debe ser tratado por el Poder Judicial.
En otro extremo del país, el MST del estado nororiental de Pernambuco denunció que 15 agricultores han sido «detenidos y torturados» durante un operativo policial de desocupación de una hacienda invadida por 200 labriegos en Cabrobó.
Desde el domingo pasado 19 haciendas han sido ocupadas por agricultores de Pernambuco en el contexto de la ofensiva del MST. Sus dirigentes anunciaron que habrá una movilización en las próximas semanas de unos 120 mil campesinos que tomarán fincas en 23 de los 26 estados brasileños y en el Distrito Federal de Brasilia.