El pasado miércoles 8 de marzo el Colectivo Revolució de Elx, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, había programado realizar un salto escénico en la Plaça i Baix de Elche. Mediante la representación teatral del origen histórico de la celebración de este día se pretendía exponer la idea de […]
El pasado miércoles 8 de marzo el Colectivo Revolució de Elx, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, había programado realizar un salto escénico en la Plaça i Baix de Elche. Mediante la representación teatral del origen histórico de la celebración de este día se pretendía exponer la idea de que la lucha femenina y la victoria van unidas, tal y como demuestra el precedente de la revuelta del 8 de marzo de 1917 en Rusia, protagonizada por mujeres, que daría comienzo a la revolución obrera en ese país y que institucionalizaría definitivamente este día como el Día de la mujer trabajadora.
Con este acto Revolució quería denunciar que actualmente las mujeres cobran un 30% menos de sueldo por hacer el mismo trabajo que los hombres, que todos los años decenas de mujeres son asesinadas por sus parejas, que las mujeres embarazadas corren el riesgo de ser despedidas de sus trabajos, que el Gobierno con la «ley de dependencia» pretende pagar sueldos a las mujeres que se queden en casa, juridificando roles que habría que eliminar de la sociedad si realmente queremos una verdadera igualdad de sexos…, etc, etc. La solución a todo esto no pasa por la citada ley o por la de «discriminación positiva», la solución es más compleja y costosa, por lo que no interesa a las instituciones. Son necesarias más guarderías, más servicios sociales para nuestros ancianos, es necesario, en definitiva, liberar a la mujer trabajadora de las cargas que tiene sobre sí, cargas que al actual sistema interesa que pesen sobre las mujeres para así poder sostener el actual modelo económico.
Desgraciadamente la escenificación de la obra teatral no pudo llevarse a cabo debido a la oposición policial, que impidió que los miembros Revolució interpretasen la obra, pese a que en ningún momento se obstaculizó a los viandantes y mucho menos al tráfico. Los jóvenes, un grupo de unos quince, explicaron a los agentes lo que pretendían hacer y éstos les pidieron a todos ellos la documentación y procedieron a identificarlos. Lo que resulta curioso es que ese mismo día por la mañana miembros del PSOE local colocaron mesas en la vía pública, frente a su sede, y repartieron lazos, rosas y folletos celebrando el Día de la Mujer Trabajadora con el lema «Igualdad: la fuerza de un derecho». Exactamente lo mismo pretendía hacer el colectivo Revolució: un acto público, en la calle, pacífico e informativo. La diferencia es que al PSOE, que gobierna en el Ayuntamiento de Elx, se le permitió hacerlo y no llegó ningún policía para obligarles a identificarse. ¿Es esta la igualdad que predican?
El colectivo Revolució considera que esta es una nueva muestra de la falta de libertad de expresión del Ayuntamiento de Elche y la policía local hacia todo aquel que sea independiente y crítico con las políticas imperantes. Esto viene a corroborar que la situación actual de la mujer trabajadora, de todos los trabajadores, no cambiará mientras se mantenga este sistema, esta supuesta democracia monárquica, en la que el poder ningunea a los que intentan expresar ideas alternativas al mismo. Porque lo que es seguro es que mientras las clases populares no sean las que decidan sobre sus propios intereses, ningún trabajador, ninguna mujer trabajadora conquistará los que son sus inalienables derechos.
C. Revolució-Elx.
[email protected]