Todos los grupos parlamentarios del Congreso, salvo el PP, aprobaron hoy una Proposición de Ley que declara 2006 como Año de la Memoria Histórica e insta al Gobierno a presentar en el plazo de un mes el anunciado informe sobre la situación de las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo. La propuesta contó […]
Todos los grupos parlamentarios del Congreso, salvo el PP, aprobaron hoy una Proposición de Ley que declara 2006 como Año de la Memoria Histórica e insta al Gobierno a presentar en el plazo de un mes el anunciado informe sobre la situación de las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo. La propuesta contó con 172 votos a favor, 131 en contra -todos del PP- y 4 abstenciones procedentes de ERC, que consideró insuficiente la iniciativa.
La Proposición de Ley, aprobada por el trámite de urgencia y en lectura única y que pasará ahora al Senado, propone que se reconozca a la II República como antecedente de la actual democracia e insta al Ejecutivo a que promueva durante este año actos de homenaje a quienes fueron víctimas de la Guerra Civil española y del franquismo.
Este reconocimiento vendrá acompañado de la puesta en circulación de sellos y monedas en recuerdo de las personas que defendieron «el orden constitucional establecido en la II República» y padecieron la represión franquista.
El PP presentó una enmienda para que el año 2006 sea declarado «Año de la Concordia», propuesta que fue rechazada por el resto de grupos parlamentarios.
En su intervención ante el pleno, el portavoz del PP Manuel Atencia anunció que su grupo votará en contra de todas las iniciativas sobre la Memoria Histórica, ya que «son contrarias al pacto constitucional, intentan imponer una verdad oficial, tratan de revisar la transición democrática, dividen a los españoles y reabren viejas heridas».
II República
Para Atencia, «la II República es historia y como tal debe ser tratada» y recordó que la monarquía constitucional nacida en 1978 supuso la «superación de viejos conflictos».
Tras lamentar que José Luis Rodríguez Zapatero «se declare heredero de la II República, en lugar de sentirse heredero de Felipe González o Alfonso Guerra», el diputado del PP aseguró que el PP sí se siente heredero de la UCD, partido que «pilotó la transición».
Del otro lado, el portavoz socialista Ramón Jáuregui consideró «lamentable» que el PP «sea incapaz de conmemorar juntos hechos tan trascendentes de nuestra historia» y remarcó que «la memoria no se puede obviar» y que «la transición confundió perdón con olvido».
Tras asegurar que la España actual está preparada para mirar al pasado con franqueza sin que se reabran las heridas del pasado, Jáuregui también mostró su rechazo a que «nos cambien la historia cuatro revisionistas de pacotilla».
Por su parte, el portavoz de IU-ICV, Gaspar Llamazares, autor de la iniciativa, aseguró que el PP no debería sentirse heredero del franquismo, sino de la «mejor tradición democrática» e insistió en que no se trata de recuperar la Memoria Histórica para confrontar a los españoles.
Desde el PNV, Aitor Esteban acusó al PP de poner a la República «al mismo nivel» que la dictadura y aseguró que la transición supuso para algunos actores del franquismo «un blanqueo político».
El portavoz del BNG, Francisco Rodríguez, destacó que su partido no es partidario de una concordia «con olvido» y expresó su oposición a que se intente «ahogar el pasado» porque, a su juicio, «la historia no es neutra».
Por su parte, el portavoz de ERC Agustí Cerdá, que se abstuvo en la iniciativa, lamentó que ésta quede reducida a una «declaración de intenciones» y reprochó al PP que «se le llene la boca de Constitución para legitimar el olvido».
Enmienda trasnaccional
Durante la votación de la Proposición de Ley, el PP impidió con su veto que el pleno pudiera votar una enmienda transaccional que trataba de aunar las distintas propuestas presentadas por todos los grupos parlamentarios.
Para que una enmienda transaccional puede votarse es necesaria la unanimidad de todos los grupos.
El portavoz socialista Ramón Jáuregui lamentó que el PP hiciera uso del veto y aseguró que se trata de «un abuso de derecho que raya el filibusterismo parlamentario».
Por contra, el portavoz Manuel Atencia criticó que el PSOE haya tratado de imponer un «trágala» al presentar enmiendas transaccionales «con prisa» y sin debate.