Estoy realmente confundida con la clase política. Parece que mientras más se alejan de mí, física y administrativamente, más tendencia tienen a actuar por libre. Siento ser plasta con el tema de los transgénicos, pero dan para tantos artículos como pudiera redactar. Esta vez va con una campaña en la Eurocámara. Se ha pedido a […]
Estoy realmente confundida con la clase política. Parece que mientras más se alejan de mí, física y administrativamente, más tendencia tienen a actuar por libre.
Siento ser plasta con el tema de los transgénicos, pero dan para tantos artículos como pudiera redactar. Esta vez va con una campaña en la Eurocámara. Se ha pedido a personas eurodiputadas apoyar una declaración sobre control y gestión de los transgénicos que, entre otra cosas, daría el derecho legal a las regiones (prefecturas, comunidades autónomas, condados…) a declararse libre de organismos genéticamente modificados (OGM). Para llegar a considerar el texto en el Parlamento Europeo tenía que recibir la firma de más de la mitad de las 732 personas eurodiputadas, o sea, recibir al menos 367 firmas.
Con fecha límite de mediados del presente mes se había logrado la firma de 208 personas eurodiputadas, o sea el 28% del total. Es decir, insuficientes. Pero de entrada esto es preocupante, ya que significa que toda una serie de personas eurodiputadas no están reflejando la opinión de la ciudadanía europea, ya que año tras año el 80% de ésta se declara en contra de los transgénicos en los eurobarómetros.
Cada agrupación política con representación en la Eurocámara, incluyendo las de aquí, ha recibido una o más cartas de diferentes movimientos sociales solicitando su apoyo a esta campaña. Solamente tres personas eurodiputadas de las 54 del Estado español (o sea, solamente el 5,6%) lo han apoyado, entre ellas un vasco. Josu Ortuondo, para más señas. Ni siquiera todas las personas representando a la opción verde del Estado español apoyaron la iniciativa. Solamente en Estonia y la República Checa el apoyo fue menor.
Se podría decir que el hecho de que la vasta mayoría de las personas eurodiputadas sean socialistas o conservadoras explica el poco apoyo dado en el Estado español en general y en Euskal Herria en particular. Pero 85 personas de ambas agrupaciones de otros estados miembros sí han firmado. Concretamente, las seis personas eurodiputadas de Chipre (la parte no invadida por Turquía) pertenecientes a tres grupos políticos diferentes apoyaron unánimemente la campaña, reflejo de su propia campaña de declarar Chipre libre de OGM. Y tres de esas personas son conservadoras. En cambio, no todas las personas eurodiputadas de Grecia apoyaron la iniciativa aunque todas sus prefecturas están declaradas libres de OGM.
En fin, que me lo expliquen. –