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Declaración de Revolta Global

10 medidas básicas para una política anticapitalista en Catalunya

Fuentes: Rebelión

Medidas programáticas de Revolta Global [1] Las elecciones al Parlamento de Catalunya del próximo 1 de noviembre son una ocasión importante para las fuerzas de izquierdas, los movimientos sociales y el conjunto del movimiento obrero de Catalunya para plantear un conjunto de demandas programáticas básicas que rompan con las políticas neoliberales actuales. Por desgracia, las […]

Medidas programáticas de Revolta Global [1]

Las elecciones al Parlamento de Catalunya del próximo 1 de noviembre son una ocasión importante para las fuerzas de izquierdas, los movimientos sociales y el conjunto del movimiento obrero de Catalunya para plantear un conjunto de demandas programáticas básicas que rompan con las políticas neoliberales actuales. Por desgracia, las formaciones parlamentarias de izquierdas que concurren a las elecciones del día 1 representan, con sus diferencias y matices, proyectos basados en una lógica de gestión, de sumisión y acompañamiento de las políticas social-liberales, que renuncia a romper con los parámetros de las políticas dominantes, regidas por los intereses empresariales. Desde Revolta Global queremos contribuir al debate sobre las alternativas al actual orden de cosas, planteando un conjunto de medidas básicas para una política anticapitalista, basada en la satisfacción de las necesidades fundamentales de las clases populares y las gentes trabajadoras, el bien común y la defensa del medioambiente. Estas medidas pretenden constituir puentes entre la satisfacción de necesidades básicas de amplios sectores sociales y las reivindicaciones anticapitalistas globales que apuntan a una ruptura con el sistema, y ser unas medidas elementales que ayuden a hacer avanzar los movimientos de masas y a dotarlos de objetivos concretos y coherentes.

A lo largo de los últimos años, las luchas sociales a escala planetaria no han hecho más que aumentar, pero aun no tienen fuerza suficiente como para bloquear de forma duradera las reformas neoliberales. Poner fin a éstas requiere atacar la lógica del beneficio capitalista y también una modificación fundamental de las relaciones de fuerza entre las clases, como consecuencia de una amplia movilización y autoorganización popular basada en la unidad de acción entre todos aquellos sectores sociales opuestos a las políticas neoliberales. En este contexto, Revolta Global considera que es importante plantear una serie de demandas programáticas en ruptura con el neoliberalismo, que sean portadoras de una lógica anticapitalista. También es necesario seguir trabajando para buscar confluencias entre los diferentes sectores de la izquierda anticapitalista, de la» izquierda de izquierdas», a fin de construir un amplio bloque anticapitalista que represente una alternativa a la actual izquierda gestionaria. Hay que abandonar las ilusiones que algunos sectores de la izquierda, críticos con el social-liberalismo, mantienen sobre la posibilidad de un retorno a políticas neo-keynesianas o antineoliberales, haciendo abstracción de las correlaciones de fuerza realmente existentes, y separando la lucha contra el neoliberalismo del combate anticapitalista. Desde esta perspectiva proponemos algunas medidas constitutivas de un programa de ruptura con el neoliberalismo y que chocan con la lógica capitalista: 1. Derecho al empleo para todos y todas

– Es necesario combatir las deslocalizaciones y los despidos masivos provocados por las reestructuraciones empresariales. Ante la impunidad de las firmas transnacionales es necesario exigir: la devolución de las subvenciones recibidas, y la denegación de nuevas a empresas del mismo grupo (o participadas), por parte de las firmas multinacionales que deciden cerrar sus plantas; el fin de las concesiones de terrenos a bajo precio que permiten la especulación por parte de las empresas; la prohibición por ley de los despidos colectivos, llegando hasta la nacionalización de las empresas que quieran cerrar y tomando medidas penales contra los directivos responsables de provocar situaciones irreversibles con objeto de justificar los cierres. La consigna «cero despidos» debe ser nuestro caballo de batalla en la lucha contra las reestructuraciones de plantilla.

– Hace falta combatir la precariedad laboral, cerrando las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) y exigir al Gobierno de Catalunya que empiece por combatir la precariedad allí donde es más fácil: en la propia administración pública, donde la precarización de los y las trabajadoras no hace más que crecer.

– Defendemos una reducción drástica de la jornada laboral y el acceso a un trabajo digno, estable y con derechos. La ofensiva neoliberal no hace más que aumentar el paro y pretende incrementar las horas de trabajo asalariado de los que todavía tienen uno. Para romper con esta lógica irracional, hace falta imponer una reducción drástica de la jornada laboral sin pérdida de salario, trabajar menos, facilitar el reparto de todo tipo de trabajo (incluyendo, por lo tanto, los tradicionalmente invisibles y no pagados, así como los realizados en el ámbito doméstico, familiar, etc.), y un cambio de sociedad donde se viva mejor (sin el estrés de quien no da alcance al trabajo, las depresiones de los desempleados y la angustia y ansiedad del precario). El nivel de productividad de las economías actuales, incrementado por las nuevas tecnologías, se debe poner al servicio de las clases populares y de las personas trabajadoras, del ocio y de la calidad de vida y no al servicio de las ganancias de los capitalistas, de la dominación patriarcal y de la destrucción medioambiental. 2. Defensa y mejora de los servicios públicos

– Hace falta poner fin a las privatizaciones de los servicios públicos y renacionalizar y socializar los servicios subcontratados o privatizados durante los últimos años. Esto implica también rechazar los criterios de copago que el gobierno tripartito ha ido defendiendo durante estos últimos tres años, que rompen con la lógica de la prestación universal de los servicios públicos y trasladan la progresividad del ámbito de la fiscalidad al ámbito de la prestación de servicios, con todo lo que esto supone en términos de regresión social. Hace falta defender los bienes públicos comunes y su reapropiación social contra la lógica de la privatización y la mercantilización neoliberal.

– Mejorar, ampliar cualitativamente, y gestionar democráticamente los servicios públicos como por ejemplo: la enseñanza – poniendo fin de una forma progresiva a las escuelas concertadas -, la sanidad, la atención de la gente mayor o las escuelas cuna. Esto presupone el control social de los servicios públicos. La apropiación pública no es para nosotros sinónimo de la estatización burocrática y centralista, sino que se enmarca en una perspectiva de planificación democrática y autogestionaria de la economía y de socialización del poder. 3. Reforma fiscal y distribución de las riquezas

– Defendemos una reforma fiscal radical en sentido progresivo que ponga fin a las injusticias fiscales actuales: hace falta que paguen los ricos, los especuladores financieros, las grandes fortunas y las rentas del capital, mediante impuestos directos progresivos, y no el conjunto de la población trabajadora, que, en la actualidad, paga enormes impuestos indirectos cada vez que consume productos básicos. La política fiscal debe comportar un reparto real de la riqueza.

– A escala internacional, es necesaria la instauración de controles sobre el movimiento de capitales y la prohibición de los paraísos fiscales.

– Hace falta denunciar la vinculación directa entre criminalidad financiera y capitalismo neoliberal y combatir la economía sumergida y la acumulación de grandes cantidades de dinero negro. 4. Defensa del medioambiente y reconversión ecológica de la economía

Defendemos una reconversión ecológica de la economía y una nueva cultura de la sostenibilidad mediante políticas que introduzcan criterios ecológicos y sociales en las grandes decisiones económicas y una planificación democrática y autogestionaria de la economía que satisfaga las necesidades básicas de la mayoría de la población, combatiendo al mismo tiempo la espiral productivista del consumismo capitalista y la crisis ecológica actual. Para nosotros, ecologismo y anticapitalismo son combates que se combinan y se aúnan.

Así pues, hace falta:

– Desarrollar alternativas energéticas basadas en las energías renovables y cerrar las centrales nucleares en el período de tiempo más reducido técnicamente posible. Hay que oponerse a cualquier intento de volver a impulsar la energía nuclear ante la crisis energética y la subida del precio del petróleo. También es necesario rechazar proyectos energéticos anti-ecológicos, como por ejemplo el MATE, la cancelación del cual constituye una exigencia irrenunciable.

– Impulsar sistemas públicos de movilidad y potenciar el transporte público, mejorando su calidad y servicio y abaratando su coste para los usuarios.

– Parar la construcción de infraestructuras de transporte anti-ecológicas, como por ejemplo el Túnel de Bracons o el Cuarto Cinturón.

– Parar y, en su caso, revertir la privatización de recursos naturales y desarrollar una nueva cultura del agua.

– Defender el derecho de los pueblos a la soberanía alimentaria y a la tierra y prohibir el cultivo de transgénicos, declarando Catalunya «Zona libre de transgénicos» y retirando el proyecto del gobierno catalán contenido en el Decreto de Coexistencia entre cultivos transgénicos, convencionales y ecológicos.

– Poner en marcha políticas de recuperación y sostenimiento del medio rural que eviten su despoblación y desarticulación, así como políticas sostenibles de gestión del territorio. Entre otras muchas cosas, esto implica, por ejemplo, parar el Plan de Grandes Superficies comerciales del Gobierno de la Generalitat.

– Promover un modelo de agroecologia frente a los intereses del agrobusiness y las multinacionales del sector y frente el modelo imperante de agricultura intensiva. 5. Igualdad de derechos para las mujeres y para las personas gays, lesbianas y transexuales

Nuestra sociedad sigue siendo una sociedad patriarcal donde las mujeres ocupan una posición subordinada. Al mismo tiempo, las mujeres sufren con particular virulencia las consecuencias de las políticas neoliberales, de las privatizaciones, el desmantelamiento de los servicios públicos, y la flexibilización del mercado de trabajo. Urge implementar un conjunto de medidas para combatir la opresión de las mujeres y que fomenten la igualdad entre hombres y mujeres, como por ejemplo:

– Defender el derecho al aborto y su despenalización.

– Aplicar medidas que garanticen la igualdad en el mundo del trabajo, el fin de las discriminaciones salariales, así como las discriminaciones hacia las mujeres en el acceso a puestos de trabajo cualificados y el combate contra el acoso sexual al trabajo.

– Incorporar la perspectiva de género en la política de ocupación y aplicar una reducción masiva del tiempo de trabajo asalariado que también facilite el reparto del trabajo doméstico, familiar o de atención a personas dependientes y menores, habitualmente invisible.

– Poner fin a las privatizaciones y a los recortes de los servicios públicos, que perjudican particularmente las mujeres, y mejorar los servicios públicos de atención a la gente mayor y a los niños, y todos aquellos que tienen que ver con trabajos de cuidado y atención a las personas.

– Combatir de forma efectiva la violencia doméstica contra las mujeres con una política dotada de los recursos legales, económicos, y educativos suficientes.

– Combatir las mafias vinculadas a la prostitución y al tráfico de mujeres. También es necesario seguir impulsando medidas que combatan la discriminación de gays, lesbianas y transexuales en el seno de la sociedad y en el mundo del trabajo, asegurando su igualdad, pleno respeto y reconocimiento. 6. Igualdad de derechos para los y las inmigrantes

Defendemos la regularización de todos los «sin papeles», la derogación de la Ley de Extranjería y la extensión de todos los derechos de ciudadanía a los y las inmigrantes. Urge combatir todas las manifestaciones de racismo y xenofobia. La actual legislación de extranjería sólo sirve por proporcionar mano de obra barata a las empresas, alimentando así los perjuicios xenófobos. Junto con la derogación de la Ley de extranjería, es importante poner sobre la mesa la necesidad de exigir las siguientes medidas concretas:

– Poner fin al acoso policial de las personas inmigradas.

– Oponerse a la existencia del nuevo Centro de Internamiento de la Zona Franca de Barcelona, exigir el cierre de los centros existentes y poner fin a las expulsiones de inmigrantes.

– Tramitar autorizaciones de trabajo para las personas con una orden de expulsión.

– Pedir a los Ayuntamientos que no pongan impedimentos al empadronamiento de las personas inmigradas y que éstas no sean expulsadas del padrón a la cabo de dos años.

– Dar prioridad a los derechos y al bienestar de los niños en el caso de los menores inmigrantes no acompañados y poner fin a las repatriaciones.

– Regularizar de forma automática las personas sin papeles descubiertas trabajando por parte de la Inspección del Trabajo o a quienes denuncian su situación ante esta instancia. 7. Defender las libertades democráticas frente a las políticas represivas y securitarias

– Hay que acabar con el recorte de los derechos democráticos impulsado bajo el pretexto de la guerra contra el terrorismo, el control de la inmigración, la inseguridad o el «‘incivismo», anulando las medidas puestas en marcha en los últimos años. La Ordenanza municipal sobre el «civismo» del Ayuntamiento de Barcelona es un ejemplo del populismo punitivo que hace falta combatir. Estas políticas estigmatizan a toda una serie de grupos sociales, como por ejemplo la inmigración o la juventud.

– Hay que exigir el fin de la criminalización de los movimientos sociales y de las políticas represivas contra éstos, que sólo buscan contener la disidencia al neoliberalismo.

– Hace falta insistir en la idea de que la única forma eficaz de velar por «la seguridad ciudadana» es combatir la «inseguridad social» que están provocando veinte años de neoliberalismo, precarización y aumento de las desigualdades. Así pues: ¡más escuelas! ¡más estabilidad laboral!¡más hospitales y servicios sociales! …y ¡basta de policía! ¡basta de prisiones! 8. Por el derecho a la vivienda digna y contra la especulación inmobiliaria

El derecho a una vivienda digna es un derecho básico al cual cada vez más personas tienen difícil acceso. En este terreno hace falta:

– Combatir la especulación inmobiliaria, responsable del aumento desorbitado del precio de las viviendas, de la destrucción de espacio público en la ciudad y de una creciente destrucción medioambiental, decretando una moratoria urbanística.

– Defender el derecho a una ciudad habitable, con espacios y equipamientos públicos y exigir que el suelo público se utilice con finalidades públicas.

– Incentivar el alquiler y la rehabilitación de viviendas.

– Impulsar una política de vivienda pública que garantice una vivienda pública de alquiler a todas las personas que no tienen una vivienda en propiedad, con un alquiler del 5% de su salario, o por un valor equivalente si se calcula en base a otros indicadores.

– Despenalizar y fomentar la okupación de viviendas.

– Imponer la requisición municipal de viviendas vacías con fines especulativos para aumentar la oferta de viviendas de protección oficial. 9. Por una cultura desmercantilizada y una comunicación libre

El capitalismo neoliberal penetra en todos los espacios de la vida social, incluido el mundo cultural. Por esto revindicamos:

– Una política cultural que favorezca los espacios culturales y la creación artística desmercantilizada.

– La potenciación del software libre, el «copyleft», y los medios de comunicación alternativos, en tanto que iniciativas que chocan con la lógica de las multinacionales de la comunicación y el sector de las tecnologías de la información.

– Hace falta exigir también una democratización de los medios de comunicación existentes, solicitando espacios para las organizaciones y movimientos sociales, donde éstos puedan defender sus reivindicaciones y puntos de vista. 10. Defensa del derecho a la autodeterminación y la soberanía de Catalunya

– Defendemos el derecho a la autodeterminación y a la soberanía del pueblo catalán, entendido no como un ejercicio puntual, acotado en el tiempo, sino como un derecho permanente. Nuestra defensa de los derechos nacionales de Catalunya se hace desde una perspectiva internacionalista, de clase y anticapitalista, insertando la lucha por la emancipación nacional en el marco de la lucha estratégica por el socialismo y por la ruptura con el capitalismo.

– Defendemos la perspectiva de una República Catalana en el marco de un acuerdo entre las naciones ibéricas y en el camino de una Unión Europea socialista y de los pueblos.

– Apostamos por una perspectiva de Países Catalanes, entendida como una propuesta de libre adhesión a un proyecto político común progresista.

– Hace falta una política lingüística de defensa del catalán, defensa que hacemos desde la comprensión de la realidad plurilingüística de Catalunya, en la cual una parte muy importante de la sociedad catalana es de origen castellanoparlante. La nueva inmigración todavía ha hecho más compleja esta realidad lingüística. La defensa del catalán necesita pues toda una serie de políticas: hacer que vertebre el sistema educativo; dar facilidades a la nueva inmigración para que aprenda el idioma; una discriminación positiva; su promoción por parte de la Administración; su obligatoriedad para las grandes empresas en cuestiones como el etiquetado o el doblaje, etc. La Catalunya que imaginamos en el futuro es un país donde el catalán sea una lengua plenamente normalizada y se consolide como vehículo de entendimiento y cohesión entre los diferentes sectores de la sociedad catalana, en el marco de una sociedad plurilingüe.

Desde Revolta Global consideramos pues que todas las medidas enunciadas constituyen un conjunto de propuestas básicas que van en contra de la lógica neoliberal actual desde una perspectiva anticapitalista. Todas estas medidas son perfectamente aplicables y, si hoy la izquierda gestionaria no las contempla es por falta de voluntad política. Aun así, para conseguir verdaderas políticas de izquierdas, es necesario potenciar la movilización social y la autoorganización de la sociedad, así como contribuir a la creación de una amplia izquierda anticapitalista. Sólo una fuerte movilización social podrá crear la correlación de fuerzas necesaria por imponer estas medidas a las clases dominantes y a los sectores que controlan los principales resortes del poder económico. Aquí las luchas extraparlamentarias, la organización y el agrupamiento son capitales por ir creando tales condiciones.

La lucha contra el neoliberalismo en Catalunya se debe poner en relación con el combate más general contra la globalización capitalista, la Europa del Capital y la guerra global permanente. Por este motivo, es necesario seguir reforzando las resistencias a la globalización neoliberal y defender, desde Catalunya, la necesidad de trabajar por:

– La disolución del BM, el FMI y la OMC y su sustitución por nuevas instituciones democráticas de cooperación entre los pueblos; la restricción y la regulación de la actividad de las trasnacionales; y la anulación incondicional de de la deuda externa y de la deuda ecológica.

– Romper la actual lógica de construcción europea al servicio de los intereses del capital y trabajar por la construcción de otra Europa, una Europa de los trabajadores y de los pueblos, social, ecológica, feminista y solidaria con los pueblos del Sur, buscando la coordinación de las resistencias al neoliberalismo a escalera continental.

– El fin de la ocupación anglo-norteamericana en Irak; la retirada de todas las tropas extranjeras de Afganistán y del Líbano, empezando por las españolas; la defensa del derecho a la autodeterminación del pueblo palestino, en la perspectiva de avanzar hacia un Estado unificado y laico donde puedan convivir palestinos, judíos y los pueblos de la región, si así lo desean; el cierre de las bases españolas de la OTAN y la disolución de esta organización; y un proceso de desarme, convencional y nuclear, a escalera internacional.

– Reforzar la solidaridad internacional con aquellos pueblos que resisten al neoliberalismo y al imperialismo, como por ejemplo el proceso revolucionario de Venezuela, y denunciar los intentos de las potencias imperialistas de desestabilizarlo de forma antidemocrática. La Revolución bolivariana es, sin duda, el mejor ejemplo actual de un proceso político en el cual la combinación de la autoorganización y la movilización popular, por un lado, y de un gobierno progresista, por otro, han permitido iniciar una dinámica de ruptura parcial con el imperialismo y el neoliberalismo que, por primera vez en muchos años, abre perspectivas para una verdadera alternativa anticapitalista y democrática. Notas

[1] – Ver también: ‘Un autèntic govern d’esquerres només sorgirà d’una nova embranzida social’. Declaración Revolta Global ante las elecciones del próximo 1 de noviembre: http://revoltaglobal.net/article608.html