El cadáver de Carlos Alonso Palate, uno de los dos ecuatorianos desaparecidos tras el atentado del sábado en el estacionamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, fue encontrado ayer en su auto. Palate, de 35 años, había acudido al aeropuerto junto con un amigo a recibir a una persona, pero decidió quedarse en […]
El cadáver de Carlos Alonso Palate, uno de los dos ecuatorianos desaparecidos tras el atentado del sábado en el estacionamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, fue encontrado ayer en su auto.
Palate, de 35 años, había acudido al aeropuerto junto con un amigo a recibir a una persona, pero decidió quedarse en el coche a dormir y así, cubierto con una colcha, lo sorprendió la muerte.
De esa manera se convirtió en la primera víctima mortal de ETA desde el 30 de mayo de 2003. La segunda debe ser su compatriota Diego Armando Estacio, de 19 años, quien también se quedó en el auto tras acompañar a su novia al aeropuerto.
Su vehículo estaba aparcado cerca de la furgoneta-bomba por lo que no hay esperanzas de hallarlo vivo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, visitó a los familiares de ambos en un hotel cerca de la terminal aérea donde son atendidos por un psicólogo.
El grave atentado, cuyos daños se calculan en unos 40 millones de euros, ha revuelto las aguas políticas y echado combustible al Partido Popular en la carrera de ataques al Gobierno y en especial a su Ejecutivo.
Zapatero busca restablecer alianzas en el Parlamento para recomponer un pacto antiterrorista en el que todas las facciones luchan por obtener ganancias en un año marcado por la cercanía de elecciones municipales y algunas regionales.
El Gobierno dio por rotas las negociaciones para un proceso de paz en Euskadi que en nueve meses de cese el fuego no prosperaron, mientras voceros de la ilegalizada Batasuna aún no dan por liquidada la tregua, criterio que no comparten los partidos políticos.