La empresa vive el que quizás sea su mejor momento económico, pero su presidente atraviesa una delicada etapa judicial. Para El Corte Inglés (ECI) el último balance de ventas marcaba un incremento del 8,5%. En total, los ingresos alcanzaron 15.855 millones de euros en su último informe. 72 años después de su fundación, El Corte […]
La empresa vive el que quizás sea su mejor momento económico, pero su presidente atraviesa una delicada etapa judicial. Para El Corte Inglés (ECI) el último balance de ventas marcaba un incremento del 8,5%. En total, los ingresos alcanzaron 15.855 millones de euros en su último informe. 72 años después de su fundación, El Corte Inglés se convertía en la cadena líder de grandes almacenes en Europa y tercera del mundo. Con ello, los números del año pasado fueron dorados para la compañía. Pero 2007 se presenta con un revés en los juzgados. El pasado 16 de febrero, el Tribunal Supremo condenaba al presidente de la cadena comercial, Isidoro Álvarez, a pagar 3,98 millones de euros a Hacienda por infracciones tributarias en 1991.
Situaciones de este tipo no son nuevas. Ni tampoco contradictorias. Con frecuencia, el historial de éxito empresarial de El Corte Inglés va acompañado de otra historia paralela de numerosas irregularidades legales, hasta tal punto que resulta difícil desligar ambos aspectos. En esta línea, dos de los últimos proyectos de la cadena de grandes almacenes [ver recuadro] no se han visto exentos de polémica. En el municipio madrileño de Coslada, cientos de vecinos llevan meses protestando y manifestándose contra su emplazamiento. Asociaciones vecinales, de madres y padres y grupos ecologistas se han agrupado en la Plataforma en Defensa del Parque Ferial, un espacio para el que reclaman un uso público en lugar de instalar un centro de El Corte Inglés.
En Cáceres, aunque con menor intensidad, la llamada ‘Operación Corte Inglés’, también ha sido objeto de controversia durante los últimos meses debido al carácter especulativo y las dudas sobre la transparencia de la futura instalación comercial.
Próxima parada: Corte Inglés
En ambos casos, por encima de posibles complicaciones legales, la relación privilegiada con los poderes políticos ha servido para allanar el camino a la megaempresa. Se trata de una constante en la historia de la compañía, lo que ha llevado en varias ciudades a que las fronteras entre dónde termina el espacio público y dónde empieza El Corte Inglés resulten difíciles de definir. En Madrid, la situación llega al extremo. Así, la última parada de metro en la calle Preciados está situada dentro del propio Corte Inglés. La ubicación, enormemente beneficiosa para «la tienda de todos», llegó tras un acuerdo con el alcalde, Ruiz-Gallardón. Como es sabido, esta clase de privilegios rara vez aparecen en la prensa. Con 148 millones de euros invertidos al año en publicidad (ver DIAGONAL nº 36), a ECI le basta ser el segundo mayor anunciante para inmunizarse ante las críticas. Y no sólo en prensa. El caso del libro de Javier Cuartas, Biografía de El Corte Inglés, la historia no autorizada de la compañía, cuyos 20.000 ejemplares fueron retirados de circulación por la editorial Espasa Calpe, es otra muestra del poder alcanzado por ‘el imperio del triángulo’.
Cuartas, quien reconoce haber sido amenazado a lo largo de estos años, ha hablado con este periódico sobre la fuerza urbanística de ‘la Casa’. Según señala, El Corte Inglés cuenta con una baza que la sitúa por encima de otras empresas: «Sus decisiones inmobiliarias modifican el desarrollo y evolución de las ciudades». A juicio del autor, «esto supone una influencia extraordinaria». Y su libro muestra casos como el de Palma de Mallorca. En la capital balear, la cotización del suelo se multiplicó por diez en 1990 tras el anuncio de la implantación del centro comercial. En Mallorca, además, se dio otra muestra de los lazos con los poderes públicos cuando ECI aportó cerca de tres millones de euros en obras de la ciudad. Este afán por identificarse con el territorio suele llevar a sufragar obras de monumentos de las ciudades donde se instala. Así hizo en Barcelona con la restauración del Arco del Triunfo. En Gijón, la instalación del escultor Eduardo Chillida El elogio del horizonte contó también con financiación de la cadena comercial. Un mecenazgo al que cabe sumar el dinero invertido por ‘la Casa’ en calles e infraestructuras.
Las inversiones, con todo, distan de ser desinteresadas. En buena parte de las ocasiones, la finalidad no es otra que mejorar los accesos al centro, dándose casos de calles asfaltadas y líneas de autobús habilitadas sólo para llegar a El Corte Inglés. Otras veces, la compañía emplea estas alianzas para contrarrestar la contestación social que levantan muchas de sus actuaciones. En el libro de Cuartas se muestran varios ejemplos de irregularidades. Desde casos como el de Valladolid, donde el Ayuntamiento fue condenado a indemnizar a una familia por instalar un Corte Inglés en terrenos que se habían cedido para uso deportivo; hasta episodios más rocambolescos como el segundo centro de El Corte Inglés en Sevilla, inaugurado en 1985 con la asistencia del presidente de la comunidad andaluza, pero sin contar con licencia municipal.
Y en Marbella
En Marbella, ‘la Casa’ también supo hacerse con buenas relaciones en el Ayuntamiento marbellí en las etapas de Jesús Gil, Julián Muñoz y Marisol Yagüe. Años de facilidad para los negocios que ahora se han visto castigados tras las redadas de la ‘Operación Malaya’. El pasado mes de julio, la comisión gestora que de forma provisional gobierna Marbella a la espera de nuevas elecciones, imponía una sanción de 14,6 millones a Hipercor S.A., una de las filiales de ECI, debido a la puesta en marcha de obras de ampliación en el centro Costa Marbella sin disponer de licencia. La multa, que supone el 100% del coste de las obras, ha sido una de las mayores sanciones hasta la fecha.
No obstante, nada de esto frena la expansión de El Corte Inglés, que tras convertirse en la empresa española líder en ventas (603 millones de compras en 2005, según su último balance), tiene la vista puesta en el mercado internacional. La dirección estudia el desembarco en Italia, sin decidirse si comenzar por Milán o Roma. En Portugal ya cuenta con dos centros. Y el país vecino comienza a tomar nota de la forma de actuar de la compañía. Tras el estreno en Lisboa, ‘la Casa’ decidió abrir un segundo centro en Oporto. Pero, según afirma Cuartas, el Ayuntamiento puso varias objeciones. Solución: el centro se ha situado en Vila Nova de Gaia, localidad situada a escasos kilómetros de Oporto.