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Carta abierta al Gobierno, a los partidos políticos, a los sindicatos

No voy a la manifestación por «dignidad» democrática

Fuentes: Rebelión

Hermosa y valiente lección Marcelino Camacho, en su homenaje: «Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar» (26.11.07) Este domingo había convocada en Madrid una manifestación (a raíz del asesinato de un joven antifascista) por la convivencia, la paz, contra el fascismo, la xenofobia, el racismo, que fue anulada porque, nos dijeron, […]

Hermosa y valiente lección
Marcelino Camacho, en su homenaje:

«Ni nos domaron, ni nos doblaron

ni nos van a domesticar» (26.11.07)


Este domingo había convocada en Madrid una manifestación (a raíz del asesinato de un joven antifascista) por la convivencia, la paz, contra el fascismo, la xenofobia, el racismo, que fue anulada porque, nos dijeron, iba a haber una manifestación llamada «unitaria» este martes a causa del asesinato de un (o dos) guardia civil.

Como si se pudiese hacer una «amalgama» de los dos acontecimientos. Como si cuatro años de insultos, agresiones verbales, mentiras, etc., en los medios de comunicación no hubiesen existido… Como si los brazos en alto con el saludo fascista no los hubiésemos visto múltiples veces. Como si se pudiese amalgamar la lucha contra esos algunos (fascistas, nazis, fachas, racistas de todo tipo, xenófobos, etc., etc.) que es seguro que también participarán en la manifestación de hoy, con la cuestión del País Vasco, con los asesinatos de Eta.

Mi más y muy sincero pésame a la (y quizás desgraciadamente a las…) familia del guardia civil fallecido. Pero… «no voy más lejos».

Declaración preliminar : estoy totalmente «en contra» de la pena de muerte. Consecuentemente, estoy en contra de que se mate «a nadie» y me da igual quién lo hace y en nombre de quién o qué lo hace, incluído si se trata del Estado.

Y «no voy más lejos» porque :

1) Un guardia civil y un militar del ejército… son militares… es decir tienen un «oficio» y/o «profesión» que ya se sabe comporta un riesgo. Es evidente que su trabajo no es «plantar margaritas» dicho con todos los respetos.

2) Últimamente, tengo la impresión de que todo el mundo se «sorprende» cuando hay guardias civiles o militares muertos. No entiendo tal tipo de «sorpresas» cuando se está en guerras o en zonas de conflicto armado, cuando se lucha contra Eta.

3) No he visto ceremonias, ni entrega de medallas, ni al Rey (y familia), ni al Presidente del Gobierno dando pésames, personalmente, a las familias de los tantos de obreros que fallecen en España al año. Porque hay un «terrorismo» por parte de ciertos empresarios (además de una cierta indiferencia institucional) que consiste en que por ahorrarse «unas pesetas» no toman las medidas mínimas elementales de seguridad para sus trabajadores.

4) No he visto tampoco ni ceremonias ni medallas ni pésames a las familias de las mujeres asesinadas por ese terrorismo cultural machista que consiste en que ciertos maridos, compañeros, etc., consideran a sus mujeres, compañeras, etc., como un «objeto/esclava» de su entera propiedad y sin derecho, consecuentemente, a decirles adiós. También esos asesinatos «son» un cierto tipo de terrorismo.

5) No he visto, en fin, ningún tipo de homenaje a los varios ciudadanos muertos, que los ha habido, fallecidos a manos de fascistas y/o ultra-derechistas, desde de las primeras elecciones democráticas. También esos asesinatos han sido un cierto tipo de terrorismo.

6) Nos han dado (y siguen dando) múltiples versiones «contradictorias» las unas con las otras sobre qué «realmente» pasó en el sur de Francia. Pienso que se nos ha mentido (y se nos sigue mintiendo) y que «no» se nos está contando lo que «realmente» pasó. La impresión que he sacado es que esos guardias civiles no se entiende por qué estaban en una cafetería si estaban participando en un servicio de vigilancia. Cómo es que, no tomaron las más elementales medidas de precaución como por ejemplo tener cuidado con lo que hablaban, hacerse pasar por turistas, guardar su coche muy a la vista, etc. Tampoco se entiende por qué estaban desarmados, ni por qué hablaron con los Etarras en la cafetería, o por qué no se fue uno de ellos a llamar por teléfono a los policías franceses (si los habían reconocido), inclusive por qué pensaron que los Etarras iban a charlar tranquilamente con ellos sin asesinarlos, o por último, por qué no salieron corriendo cuando salieron de la cafetería. Tampoco está claro si los mataron antes de que llegasen a su coche o si ya estaban dentro de su coche, ni por qué utilizaban un vehículo con placas de la policía cosa que es básica que un terrorista conozca cuáles son. Es decir, los «por qué» son tantos… que tengo la impresión de que se ha tratado más bien de un gravísimo «error personal» por parte de esos dos guardias civiles el que se hayan expuesto a que los matasen. Ya se sabe que la Eta… «mata»… Y si lo que pasó fue una «metida de pata» por parte de los dos guardias civiles, pues que se diga. Todos cometemos errores y ello no quita ni un ápice de la pena que su muerte constituye para todos nosotros, los ciudadanos demócratas y pacíficos. Pero por lo menos, pienso, según mi opinión, que ello habría hecho que la información hubiese sido honesta, transparente y veraz. Francamente, me he quedado (y me quedo) con la impresión de que a los ciudadanos se nos toma por tontos… cosa que no somos… 

7) En Madrid ha fallecido hace unos días un chico muy joven (Carlos), antifascista, que, precisamente, era un luchador contra el nazismo y el fascismo. Los adeptos del nazismo y el fascismo, siento decirlo, me parecen mil veces más peligrosos para la sociedad democrática, además de defender unas causas mucho menos nobles que las que defiende Eta: la independencia del País Vasco. Pienso y creo que ser un luchador por la independencia de su territorio/región/país «es» una causa noble. El problema, creo, no es ese. El problema es cuando no se utilizan métodos democráticos de lucha dentro de un país con instituciones democráticas. Es por eso, que ello «no autoriza», puesto que estamos en un Estado de derecho, a Eta a matar, eso también me parece claro.

8) Entre paréntesis, yo soy de Madrid, así que no estoy a favor de la independencia del País Vasco. Personalmente, pienso que una «España Federal» resolvería la problemática de una «única» España pero con una casi independencia de unas zonas del territorio con respecto a otras y con una cámara (el Senado) que jugase el papel «integrador / relacional / convivencial / solidario / igualitario / independiente» de unas zonas con respecto a otras del territorio del Estado. Pero claro, yo no gobierno…

9) No he visto al Rey (y familia) ni al Presidente del Gobierno ni tampoco al ministro Sr. Rubalcaba ni tampoco al Sr. Rajoy ni a ningún representante de la Conferencia Episcopal o de las fuerzas armadas ir a presentarle un pésame a la familia del joven Carlos. No. No he visto a nadie. Lo que sí he visto han sido las intentonas en los medios de comunicación (pro-gubernamentales y anti-gubernamentales) de decir que «son lo mismo» los jóvenes antifascistas que los jóvenes fascistas. Esto me pareció estos días pasados de una aberración ideológica total. Entre otras cosas porque la experiencia histórica, concreta, que tenemos en España es que los jóvenes fascistas «matan». Carlos no es la primera víctima, repito, de la España democrática ( = después de las primeras elecciones democráticas) asesinada por un pro-fascista/pro-nazi.

10) No olvido tampoco la historia de España …… y soy consciente de que el mayor «terrorista» de España se llamó «General Franco», puesto que golpista contra un gobierno democráticamente electo y responsable de una cruenta guerra civil y feroz posterior dictadura …….. Creo y pienso que ningún español «de bien» queremos que tan horrible y terrible historia se repita ……. Es por ello que pienso «es» responsabilidad de «todos» el denunciar con energía nuestra oposición a cualquier acto pro-nazi o pro-fascista sea éste de la importancia que sea. Repito : hasta el más mínimo acto debería de ser denunciado y prohibido y sus autores castigados.

11) Tampoco he visto ni al Ministro del Interior, ni al Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, comunicar a la familia del joven Carlos que el Estado le concedía «las mismas » indemnizaciones y pensiones… que da a las víctimas del terrorismo. Ser asesinado por ser antifascista… «ES», de facto, ser una víctima del terrorismo fascista ( = fascistas, pro-fascistas, pro-nazis, fachas, ultra-derecha, etc.). Menciono también como posibilidad al ministro de asuntos sociales puesto que se trata de un civil.

12) Pienso (y creo no ser la única, ni a nivel ciudadano ni a nivel del Congreso) que para conseguir la paz hay, obligatoriamente que pasar por una negociación «justa y respetuosa para todos». Es decir, hay que sentarse ante una mesa de negociación y, para empezar, comenzar a dialogar. Dicha negociación, voy más lejos, se debería de intentar no sólo «cuando se dan las condiciones», sino también «cuando ‘no’ se dan las condiciones». Todo sea «por y para» la paz, la verdadera paz (y no la paz de la imposición y consecuente odio). Naturalmente, negociar tampoco quiere decir «aceptar lo inaceptable».

13) También creo y pienso que la palabra «democracia» pasa por el más «estricto» respeto y cumplimiento de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

14) Consecuentemente, yo, ciudadana, vería muy mal, con muy malos ojos, cualquier «oportunismo» (quizás electoralista) tendiente a declarar ilegales cualquier partido o grupo o agrupación o asociación del País Vasco Lo vería muy mal porque de modo reposado y tranquilo, los ciudadanos ya hemos expresado múltiples veces a través, por ejemplo, de las encuestas, nuestro deseo de paz y diálogo para el País Vasco.

15) Es más, nuestros representantes (diputados electos por nosotros, ciudadanos) en el Congreso también han expresado varias veces su deseo de paz y diálogo para el País Vasco. Muy concretamente me refiero a la petición por parte de la minoría (me refiero al PP al que llamo «minoría» puesto que están «solos» sobre este tema en el Congreso), de ilegalización de la ANV. El Congreso ha rechazado ya múltiples veces esta petición. No veo cómo, por muy sentido que sea, el asesinato de uno o dos guardias civiles, cambiaría el objetivo fundamental que es el de, primero, el respeto por parte de todos, incluido el Estado, de los derechos democráticos de «todos» los ciudadanos del País Vasco y, segundo, poner todos los medios posibles en favor del diálogo y la paz.

16) Si bien sería deseable que la ANV condenase los atentados de Eta, pienso que la Constitución «no obliga» a ningún partido político ni a ningún ciudadano a condenar tal o cual acción. La Constitución «obliga» simplemente a… «no» cometer delitos. Pero el derecho de pensar y opinar libremente también forman parte de la Constitución. Creo recordar que la Constitución Española no está en contradicción (no podría estarlo y si lo está, entonces sí que habría que cambiarla) con la Declaración Universal de Derechos Humanos. En dicha declaración, el derecho a pensar y a opinar libremente existen. Lo que efectivamente sí es sancionable es la apología del crimen. Pero nada obliga, repito, a condenar un crimen. Lo único que está prohibido es cometerlo. Es en este sentido que, aunque no tengo nada que ver con la ANV, en tanto que ciudadana me siento muy molesta con aquellos que piden la ilegalización de la ANV. Y me sentiría muy molesta también con el Gobierno si, llegado el caso, ilegalizase la ANV simplemente porque ésta no condena los atentados y/o asesinatos de la Eta. Yo no estoy de acuerdo con las opiniones del mundo «abertzale», pero en tanto que ciudadana «demócrata», considero que tienen todo derecho (mientras no maten) a expresar sus ideas y a luchar (democráticamente) por ellas.

17) Aún más : no veo por qué una (o varias) asociación de víctimas de Eta, y que no representa más que a ella misma, nos tendría que «imponer» al resto de los ciudadanos su odio y sus deseos de guerra y venganza y humillación del otro, que es lo que «ellos» y «unos cuantos otros» dan la impresión que es lo que buscan. También añado que me parece muy poco honrado ese modo que tienen de «aprovechar y utilizar» sus muertos para fines políticos que no tienen nada que ver con Eta o con el País Vasco.

18) Me pregunto por qué los miembros de esta/estas asociaciones consideran que ellos tienen derecho a insultar (incluso negando el resultado democrático de las urnas) y a agredir constantemente verbalmente al Gobierno y a los demás partidos (aquellos que no piensan como ellos) en sus manifestaciones… pero que los militantes de la ANV no tienen/tendrían el derecho a decir, como mínimo, el «mismo» tipo de improperios (contra quién o qué sea, igual que ellos, repito). Lo mismo se aplica a ciertos militantes o simpatizantes o votantes del PP. Me pregunto por qué serían legales las calumnias provenientes de la AVT y serían ilegales los «silencios» provenientes de la ANV. Por que aquí lo que algunos quieren que se intente y haga «es» ilegalizar a un partido «por sus silencios» y no por sus expresiones.

19) También me pregunto cómo es posible que, España siendo un Estado «aconfesional», tengamos que estar cotidianamente escuchando a unos señores (Conferencia Episcopal) que no representan más que a ellos mismos y a sus adeptos… estar diciéndonos, a los ciudadanos, cómo tenemos que pensar, hacer y vivir… o lanzándonos todo tipo de anatemas si no cumplimos con sus preceptos. Por qué, repito, estos señores que no son ni han sido electos por nadie… tienen/tendrían derecho a lanzarnos sus «anatemas» ( = improperios) públicos, pero, sin embargo, la ANV, por ejemplo, no tendría derecho a sus «silencios».

20) Añado que estoy muy cansada y «harta». Que llevo «cuatro» años sufriendo, en tanto que ciudadana votante a izquierdas:

— los constantes insultos y calumnias provenientes de los partidarios del PP y de algunas asociaciones de víctimas que me parecen ser apéndices (como mínimo ideológicas) del PP… a todo/todos aquello que no piense/haga como ellos quieren. Lo mismo opino de la Conferencia Episcopal. Olvidan que «perdieron» unas elecciones y que es lógico que el proyecto de gobierno sea distinto. Es muy honorable oponerse, disentir y criticar. Considero en cambio muy poco correctos sus insultos, su negación de facto del resultado de las urnas y sus mentiras,

— sus insultos y mentiras inclusive contra aquellas otras asociaciones de víctimas que no piensan como ellos, lo que me parece espantoso y horroroso,

— sus manifestaciones en las que admiten que participen grupos claramente de ideología pro-fascista y/o pro-nazi y ello sin escandalizarse y sin tampoco hacer lo necesario por impedirles que estén o por obligarles a que no actúen de modo contrario a las consignas de la manifestación, cosa perfectamente posible si se quiere

— su acoso e insultos constantes, a través de sus medios de comunicación contra cualquier decisión que proponga/tome el Gobierno (u otros partidos que colaboren con el Gobierno) : si hace porque hace, y si no hace porque no hace…

— el acoso e insultos constantes y «cotidianos» a partir de la emisora de la Conferencia Episcopal, no sólo contra el gobierno, sino también contra los partidos y sus militantes, incluso contra los ciudadanos

— sus mentiras constantes, también a través de sus medios de comunicación, inventando conspiraciones dónde no las ha habido, sembrando la cizaña entre los ciudadanos del Estado,

— su prepotente utilización de la bandera nacional. Lo mismo con respecto al himno nacional. Y, aprovecho la ocasión para añadir (aunque no tenga que ver) que el colmo del ridículo es ya el que para que unos señores (algunos de ellos extranjeros) den cuatro patadas a un balón… nos van a poner una letra al himno nacional. Himno que cuando lo escuche cantado… declaro, desde ya, que no me pienso levantar… ya que como no acostumbro a dar patadas a balones, pues no me siento implicada…

21) Inclusive este fin de semana, estos últimos días hemos seguido asistiendo a los insultos, los gritos, los brazos haciendo el saludo fascista… No he visto tampoco ni a los dirigentes del PP ni de la AVT (o al Foro de Ermua, etc.) condenar con «energía y de modo claro y explícito» a aquellos que han actuado de ese modo estos días. Ha habido lo que yo llamaría algunas (y sólo algunas) «vaguedades de condena» pero nada más.

Conclusión:
Mi más sincero pésame, repito, a la familia (las familias, quizás) del guardia civil asesinado. Y punto.
¿Salir a la calle a manifestarme «al lado» de personas haciendo el saludo fascista? ¡Nunca!
¿Salir a la calle a manifestarme «al lado» de personas insultando al gobierno y/o a los partidos o ciudadanos de izquierdas? ¡Nunca!
¿Salir a la calle a manifestarme «al lado» de aquellos que llevan cuatro años insultando, calumniando, acosando y mintiendo? ¡Nunca!