El aumento de las temperaturas está afectando a los ecosistemas de montaña y sus poblaciones, ya que la fusión de los glaciares incrementa la disponibilidad de agua a corto plazo pero también aumenta la probabilidad de inundaciones, migración de especies y escasez de agua a largo plazo, según advirtió hoy la Organización de las Naciones […]
El aumento de las temperaturas está afectando a los ecosistemas de montaña y sus poblaciones, ya que la fusión de los glaciares incrementa la disponibilidad de agua a corto plazo pero también aumenta la probabilidad de inundaciones, migración de especies y escasez de agua a largo plazo, según advirtió hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con motivo del Día Internacional de las Montañas.
«A medida que los glaciares desaparecen y se eleva el límite de las nieves perpetuas, es probable que cambien las corrientes fluviales y que la escasez de agua genere conflictos y afecte a la producción de energía hidroeléctrica, la silvicultura y los medios de subsistencia basados en la agricultura», declaró Alexander Müller, Director General Adjunto del Departamento de Ordenación de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la FAO.
Los servicios que ofrecen los ecosistemas de montaña se extienden con frecuencia más allá de sus áreas geográficas e incluyen el balance hídrico, la regulación del clima, y el mantenimiento de diferentes especies vegetales y animales.
La principal causa del cambio climático son las crecientes concentraciones de emisiones de gases de efecto invernadero. Según el Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), las emisiones globales de gases de efecto invernadero de origen humano se han incrementado considerablemente en los últimos 30 años, aumentando un 70 por ciento entre 1970 y 2004. La agricultura, la silvicultura y la pesca están afectadas por el calentamiento global, y las áreas de montaña son muy vulnerables.
En Bhután, por ejemplo, los glaciares están retrocediendo actualmente unos 20-30 metros al año con efectos devastadores valle abajo: pérdida de vidas, cosechas y pastos como consecuencia de las inundaciones. En los Andes de Perú el casquete de hielo conocido en su día como el «león dormido» ha desaparecido completamente, provocando la sequía o intermitencia de los canales de drenaje y causando con ello el desplazamiento de los rebaños de pastoreo y una mayor preocupación por el futuro del riego, la generación de electricidad y la minería.
Las temperaturas más elevadas debidas al cambio climático también pueden afectar a la salud humana y del ganado. Es probable que la malaria continúe desarrollándose en altitudes más altas como sucede actualmente en África oriental y los Andes. Para los animales silvestres, un clima más cálido podría significar su extinción a medida que sus hábitat desaparecen.
Papel de la FAO
Hasta la fecha, los cambios climáticos inducidos han obligado a adaptarse mediante, por ejemplo, medidas técnicas como la prevención de desbordamientos de los lagos glaciares en el Himalaya o los trabajos de consolidación contra la inestabilidad de taludes en Europa septentrional a causa del deterioro del permafrost o permacongelamiento. Las estaciones de esquí en Europa y Norteamérica han empezado a diversificar sus servicios para compensar la pérdida del turismo de invierno por la falta de nieve.
La FAO está trabajando con los gobiernos en la ordenación de cuencas hidrográficas y en la revisión de los planes de zonificación y uso del suelo tanto en las montañas como en las tierras bajas, ya que las inundaciones, los corrimientos de tierras y las avalanchas son propensos a hacerse más graves y afectar a zonas consideradas hasta ahora como seguras.
En Bhután se ha creado una Comisión Nacional del Cambio Climático para identificar zonas seguras e inseguras para los asentamientos en áreas que puedan verse afectadas por las inundaciones. Por ejemplo, los habitantes de las zonas rurales han recibido radios como herramientas básicas de alerta temprana.
Medir los efectos en las zonas de montaña
Hay una creciente necesidad de tener más datos y conocimientos a nivel local y regional del impacto del cambio y variabilidad climáticos en las comunidades de montaña y de las posibilidades de adaptación. «La FAO tiene un papel fundamental a la hora de abordar los graves problemas que afrontan un gran número de comunidades de montaña en los países en desarrollo, a menudo las más pobres y expuestas a la inseguridad alimentaria», señaló Alemneh Dejene, Oficial Superior de la Unidad de Evaluación y Gestión del Medio Ambiente.
Ésta y otras cuestiones relativas al cambio climático serán estudiadas durante una reunión de Alto Nivel sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y los Desafíos de la Bioenergía y el Cambio Climático que se celebrará en la sede de la FAO del 3 al 5 de Junio de 2008.
Para más información:
Germán Rojas, jefe Oficina de Información de la FAO para España y Andorra, tel.: +34 91 3471717, móvil: 671 649955, e-mail: [email protected]
Elena Crego, Oficina de Información de la FAO para España y Andorra, tel.: +34 91 3473553, e-mail: [email protected]