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Berria, Egunkaria y el Gobierno vasco

«Nosotros somos todos»

Fuentes: Berria

Traducido para Rebelión por Daniel Escribano

¿Cuál debe ser la labor de los medios de comunicación? Ser instrumentos indirectos del Estado, proteger los intereses dominantes, ampliar al ámbito ideológico el control de que somos objeto a nivel físico ─grabación de mensajes de Internet y de las conversaciones telefónicas, cartografía de nuestros desplazamientos, de nuestras compras, etc. «Nosotros vendemos a Coca-Cola cerebros humanos disponibles», confesó no hace mucho el PDG de la cadena Télévision Française 1.

La labor de los medios de comunicación es difundir el pensamiento acrítico. Acrítico respecto a las guerras imperialistas, la violencia de los empresarios, los desmanes de la policía, los ultraeuzkotarras de Venezuela, la corrupción de los políticos. Para ello tienen que preparar los cerebros sin confundirse en la acriticidad que imparten, de lo contrario aparecerán los intelectuales de la democracia, a menudo procedentes de la izquierda, para corregir las asimetrías desde alguna de sus sumisas tribunas: recientemente hemos tenido oportunidad de leer el memorable artículo de Patxi Baztarrika1 (primero en castellano, universal, después en nuestra lengua campanaria gracias a Berria), que sugería, entre líneas, claro, con quién debería ser acrítico este diario.

Parece que Berria es acrítico (sólo) con ETA. No que no condene (el matiz tiene su importancia), sino que es acrítico. Que es indulgente, que no la mide con el mismo rigor que aplica a otros. Esto es, que debería hacerlo más alto, que Berriano es «suficientemente crítico» ante ETA, que no hace periodismo.

Baztarrika le ha dado una idea de acusación al fiscal de la Audiencia de Madrid del Caso Egunkaria, que estaba sin grandes indicios de delito político. Una idea por encima de toda prueba, sí, es lo que conviene, porque si se empieza a esgrimir pruebas pueden aparecer contrapruebas. En el fondo, el propio hecho de que no se den pruebas demuestra que el delito es evidente, cegador, y la opinión pública no necesita demostración alguna. He ahí cómo la falta de pruebas es la mayor prueba. La España que gustaba de ese tipo de acusaciones creó aquel siniestro Tribunal de los Tumultos, la Inquisición, para condenar a los patriotas flamencos.

Cuándo una postura, un escrito, un comportamiento es suficientemente crítico y cuándo no, lo decide el poder, que aumentará o rebajará su aceptabilidad según sus intereses. Estar en contra de seguir explotando la cantera de Praileaitz2 podría entenderse (a pesar de que esta debilidad pueda traer el enfado de quienes hacen de las cenizas cimiento);3 estar en contra del tren de alta velocidad, en cambio (como perjudica a los intereses de los cimentadores), puede ser, es, una postura terrorista.

Hemos oído que lo escrito por Patxi Baztarrika parece no ser la opinión del Gobierno vasco. No soy cortesano, no tengo noticias de Palacio, pero lo dudo.

Los viejos peneuvistas saben, algunos nuevos lo saben mejor, que en el nacimiento y en el origen de ETA hubo antipeneuvismo, que ETA surgió también para superar la ideología reaccionaria de los nacionalistas, que se esforzó por encender la conciencia de lo social. Tenemos una buena razón «todos los vascos», por tanto, para ser críticos con ETA; desde su mismo origen teníamos el enemigo interno. Si ETA no matara, si ETA no pusiera bombas, la deberíamos criticar igual. Hace años que dejó de ser la referencia ideológica de la izquierda abertzale, eso también lo saben, aquella semilla sembrada hace medio siglo hundió sus raíces en muchos campos y evolucionó a su manera, tomando de aquí y de allí, y hoy se enfrenta a los que llaman destino a la injusticia, democracia a la imposición, ciencia a la técnica o País Vasco a Euskadi.

Tiene algo de excusa metafórica lo de ser acrítico con ETA, porque… si ETA no existiera, ¿podría ser Berria el «diario de todos»?

No quieren oposiciones asimétricas, el PNV es abierto hasta admitir un parlamentarismo alborotador que no tenga intención de cambiar este statu quo. Necesita un diario (escuela, televisión, lenguaje, humor, etc.) que formatee a todos los vascos para garantizar la simetría. Subyace el sueño del pensamiento único, cuyo primer paso sería una hegemonía aceptada en bien del euskara. ¿Qué expresaba si no Ibarretxe cuando decía ser el «lehendakaride todos los vascos»? Quienes no me votan a mí son extraños, no aman a Euskadi. No viven en este país,4 la mayoría siempre es absoluta. Parecería que el estalinismo fuera el futuro de la democracia parlamentaria (el filósofo esloveno Slavoj Žižek no sonreía al afirmarlo) y no serán los pequeños Rastignac brincados desde el localismo vizcaíno de la izquierda hasta la universalidad parisiense de la derecha, a decir verdad, quienes lo impidan.

El euskera es un universo y tiene muchos mundos, así dice Patxi Baztarrika. Y unas líneas más abajo echa en cara a Berria que no sea «de todos los vascohablantes». No hay contradicción de tipo alguno en el argumento, sino la ideología del totalitarismo que rezuma la lógica del intelectual orgánico: todos esos mundos deben fundirse en uno solo, «nosotros somos todos».

Llegará en algún momento el diario que sea de todos los vascohablantes y aun de los hispanohablantes. No nos quejaremos, será gratuito.

Era una taberna de barrio, la parroquia tomaba café mirando a la pantalla, daban un programa muy seguido: «trataremos dos puntos importantes, dos puntos interesantes para Euskadi. El primero, el Athletic tiene desde ahora un jugador de raza negra…». Así mismo, desde una televisión pública sostenida al cien por cien por la Consejería de Cultura, en la sobremesa del 28 de febrero, uno de esos presentadores majetes nos hizo saber que Jonas Ramalho, un joven barakaldotarra que quiere triunfar en el fútbol, es de raza negra.

─¡Y tú de raza nazi!

Pero nadie hizo caso a la sonora matización que espetó el hombre, los seguidores siguieron sin hacer el más leve comentario, a pesar de que lo oímos en un castellano mejor pronunciado que el del presentador. Acaso entendieron que dividir a los seres humanos en razas es una forma adecuada de no ser acrítico con ETA. Viven en Euskadi, en este país, y quién sabe si aquellos tertulianos de café no fueron en su día lectores de la difícilmente más independiente y más plural imposible revistaTalaia, dirigida por Patxi Baztarrika.

Berria, 10 de marzo de 2008

* Koldo Izagirre es poeta y escritor. Es uno de los firmantes del manifiesto Utikan Euskadi Sariak (Fuera los Premios Euskadi), cuyos autores se niegan a que sus obras sean utilizadas para estos premios, otorgados anualmente por la Consejería de Cultura del Gobierno de la CAV, por considerar que los organizadores, mediante los criterios que siguen para concederlos, pretenden crear «una actividad intelectual y literaria dócil a la autoridad actual». Por ello, Izagirre rechazó el premió que pretendió concedérsele en 2007 por el poemario Rimmel. En español puede leerse Malandanzas de un Aguirre llamado Mecha (1997) e Incursiones en territorio enemigo (1997). Recientemente se ha traducido al catalán su novela Jo també haguera volgut cridar Germinal!, sobre la recepción por un militante vasco juzgado en el proceso Burgos de la obra de Michele Angiolillo, militante anarquista autor del atentado mortal contra Antonio Cánovas del Castillo.

Notas:

1. Viceconsejero de Política Lingüística del Gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). En un artículo publicado en El Correo el pasado 24 de febrero y pocos días después en Berria lanzó una serie de ataques políticos a Euskaldunon Egunkaria y el propio Berria, el más grave de los cuales era la imputación de «actitud acrítica ante ETA». (n. del t.)

2. Cantera ubicada en Deba (Guipúzcoa) muy cercana a una cueva en que recientemente se han encontrado pinturas rupestres de gran valor arqueológico, razón por la cual numerosas asociaciones científicas, culturales y partidos políticos exigen a las administraciones la suspensión inmediata de cualquier actividad en dicha cantera. (n. del t.)

3. Alusión al artículo «Las cenizas como cimiento», de la consejera de Cultura del Gobierno de la CAV, Miren Azkarate, publicado pocos días después de la clausura de Euskaldunon Egunkaria, en que porfiaba en la consabida letanía de la falta de pluralidad de éste, en el carácter banderizo de su estrategia de defensa del euskera, su supuesta vinculación a la izquierda abertzale, etc. (n. del t.)

4. Alusión al lema de campaña del PNV en estas últimas elecciones a las Cortes españolas, Euskadin bizi naiz ni (Yo vivo en Euskadi). (n. del t.)