Como consecuencia lógica del derrumbe del campo socialista se deprimió la producción avícola en el país porque desde el antiguo campo socialista llegaban los insumos necesarios para mantenerla, pero en ningún momento renunciaron los trabajadores a reanimar la actividad y así lo hicieron apenas lo posibilitó la economía. La producción de huevos se revitaliza. […]
Como consecuencia lógica del derrumbe del campo socialista se deprimió la producción avícola en el país porque desde el antiguo campo socialista llegaban los insumos necesarios para mantenerla, pero en ningún momento renunciaron los trabajadores a reanimar la actividad y así lo hicieron apenas lo posibilitó la economía.
La producción de huevos se revitaliza. La Empresa Avícola de Holguín cumple 32 años de intenso bregar y con el esfuerzo de sus 2 mil trabajadores ha recuperado sus unidades, introducido tecnologías de avanzada para la incubación de huevos y capacitado al personal que está directo a la producción.
Sus siete granjas de ponedoras comerciales produjeron el pasado año más de 175 millones de posturas, cuya eficiencia distinguió a la empresa entre sus similares del país en viabilidad y conversión de pienso en posturas.
Eso enorgullece a la administradora de la granja de ponedoras «Los Pinos», Premio Provincial de Medio Ambiente- 2006 y Vanguardia Nacional durante varios años consecutivos.
«Es que nuestro objeto social es la producción de huevos para la población, pero también hemos recuperado suelos y plantado árboles y diferentes cultivos que posibilitan la entrega de viandas, hortalizas y granos a los trabajadores, cuyo sentido de pertenencia repercute en los resultados productivos que alcanzamos cada año».
Visitar la granja es ponerse en contacto con el verdor de sus variados cultivos, el cacareo constante de las ponedoras bien atendidas por hombres y mujeres que no escatiman horas ni esfuerzos para alimentarlas y cuidar su salud.
También en todas las unidades de la avicultura se aprecia un trabajo consciente para preservar el entorno con prácticas ecológicas que transmiten a otros productores y el tratamiento de los desechos para que no contaminen el manto freático.
Tales prácticas son compartidas con niños del vecindario, como ocurre con los 95 estudiantes de la escuela primaria rural «René Fraga Moreno», próxima al centro de referencia. Allí funciona un Círculo de Interés en el cual se alimenta el amor por la naturaleza y la protección de las aves, cuyo Día Internacional se celebra cada 9 de mayo.
La alumna de quinto año de la educación primaria, Lisandra Bárbara Mora Romero, se siente estimulada con las actividades que realizan, «porque casi todos nosotros somos hijos, hermanos, sobrinos o nietos de los trabajadores de la granja Los Pinos, la cual visitamos sistemáticamente, plantamos árboles en sus áreas, nos informan cómo se cumplen los planes y quienes son los trabajadores que más se destacan en cada etapa. Nos sentimos parte del colectivo, esa es la verdad».
La avicultura retoma el camino de la eficiencia y sus logros repercuten en la alimentación de los holguineros, una población que reconoce el gran esfuerzo realizado por sus trabajadores para rehabilitar las instalaciones, producir pienso, defender la producción hora a hora y asegurar que la carga llegue a su destino en el tiempo previsto.
Son razones que justifican el orgullo de Isora Pérez Roja, una multivanguardista que en breve se acogerá a la jubilación, pero como ella misma asegura, «eso no quiere decir que me retiro, porque esta granja es parte de mi vida y sino es física, al menos espiritualmente, seguiré aquí, defendiendo la producción».
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