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Los atentados de ETA contra el Tren de Alta Velocidad

Fuentes: sinpermiso.info

¡Qué Dios nos libre de nuestros -supuestos- amigos, que nosotros nos libraremos de nuestros enemigos! El mejor favor que ETA nos puede hacer a los opositores al TAV es que nos deje en PAZ. En el momento de escribir estas líneas no sabemos si los dos atentados contra la empresa Amenabar (el primero en Hernani, […]

¡Qué Dios nos libre de nuestros -supuestos- amigos, que nosotros nos libraremos de nuestros enemigos! El mejor favor que ETA nos puede hacer a los opositores al TAV es que nos deje en PAZ. En el momento de escribir estas líneas no sabemos si los dos atentados contra la empresa Amenabar (el primero en Hernani, contra varias maquinas, y el segundo contra las oficinas de Zarautz) tienen que ver por su participación en las obras de construcción de las infraestructuras del TAV o con otras razones (extorsión económica). Lo que sí sabemos es que una hipotética actuación de ETA contra el proyecto del TAV, a quien perjudica de verdad es a los sectores opositores. De hecho, vistas las dimensiones que va alcanzado el movimiento (la campaña Gelditour (1) que culminó con la multitudinaria manifestación den Donostia es una muestra de ello) y las dificultades que tienen para responder a nuestros argumentos las diferentes administraciones y demás defensores del TAV, están esperando como agua de mayo a que ETA intervenga.

De entrada consiguen que las constructoras pasen de ser vistas como depredadoras del medioambiente a ser consideradas como víctimas de la violencia. La empresa Amenabar ha recibido el espaldarazo de muchos habitantes de Zarautz, que no simpatizan forzosamente con sus actividades empresariales. Pero, sobre todo, consiguen manipular el tema a su antojo. En el clima actual de Euskal Herria, el argumento «si ETA está en contra del TAV, hay razón suficiente para estar a su favor» sirve para poner firmes a muchas gentes, y de excusa para intentar acallar o deslegitimar las voces disidentes.

Al respecto, conviene dejar claro que, sea cual sea la actuación de ETA y el perjuicio que acarree, la legitimidad del movimiento opositor al TAV no puede ser minimizada o puesta en duda, y mucho menos por gentes y organizaciones que comparten dichos objetivos. Francisco Fernández Buey, saliendo al paso de quienes (incluso desde la izquierda) pretenden poner en cuestión determinadas reivindicaciones (por ejemplo, el derecho de autodeterminación) por el mero hecho de que también lo sean de ETA, afirma con buena lógica: » la defensa histórica de un derecho o principio jurídico-político justo por la vía de la violencia, sea mayoritaria o minoritaria, no invalida la justicia de dicho principio» . Opino que es lo mismo para el caso que nos ocupa.

La oposición al TAV, sobre todo la aglutinada entorno a AHTrik Ez! Elkarlana (2), venimos reclamando la paralización del proyecto y la realización de un debate democrático sobre el mismo. Tal reclamación la estamos expresando mediante movilizaciones populares, actos de desobediencia pacífica y, sobre todo, con argumentos que avalan la inconveniencia del macroproyecto. Todo ello, superando múltiples obstáculos: cerco informativo, desinformación, compra de voluntades por parte de las administraciones, represión, etc. Y, con la doctrina Garzón en vigor (una persona puede ser de acusada de pertenecer ETA aunque ella albergue la convicción contraria), ¿quién está libre de no ser considerado parte del entramado de la organización armada? No hace falta ser muy lince para darnos cuenta de la gravedad del asunto.

En esta batalla, ideológica, política y social, no hemos esgrimido más armas que la razón y la fuerza de nuestras convicciones. Mientras que desde los distintos gobiernos no se han privado de utilizar sus cuerpos represivos y sus leyes, incluidas las tipificadas como antiterroristas, para reprimir nuestras protestas y movilizaciones (3).

Sabemos que el poder no cederá fácilmente en su empeño. Que no escatimara medios para engañar a la población, ni para acallar las voces críticas. Campañas de propaganda (llamados publi-reportajes) a su favor y a cargo del erario público; proliferación de mentiras y medias verdades (como la necesaria recuperación y modernización de la red ferroviaria, que conscientemente han dejado degradar, con el TAV, que es todo lo contrario de un tren social).

Sabemos también, que no vacilaran en utilizar el libelo y la manipulación para deslegitimar nuestra lucha. Hace ti empo que vienen agitando el fantasma de la intervención de ETA (incluso, cuando la organización armada estaba en tregua y nada predecía su ruptura), y no cabe duda que volverán con mas ahínco.

Razón de más para no apartarnos un milímetro del camino realizado hasta el presente.

Los métodos de lucha

Si toda estrategia armada, incluso la mejor planteada , genera siempre problemas de difícil resolución, cuando pone la contundencia en el puesto de mando, en detrimento de otros elementos éticos y políticos, termina degenerando, desacumulando fuerzas ganadas en otras épocas, convirtiéndose moral y políticamente en un sinsentido.

En una Euskal Herria traumatizada por el diente de sierra de la dialéctica acción-represión-acción, la violencia interfiere negativamente en los debates, cortocircuita el poder contagioso de las movilizaciones populares, contamina la resistencia pacifica y anula el valor ejemplarizante de la desobediencia civil. ETA debe dejar de tutelar las estrategias de los partidos políticos y los agentes sociales y, sobre todo, a la sociedad. Su empeño es especialmente negativo para la(s) causa(s) que dice defender. Para la conquista del derecho de autodeterminación, para detener la degradación medioambiental. Para detener el TAV.

Pensamos de forma similar respecto de determinadas acciones menores que, aun no siendo auspiciadas por ETA, facilitan la labor de los intoxicadores y represores de la disidencia anti-TAV. En estos momentos, además de las movilizaciones populares, actuaciones de resistencia pacífica similares a las utilizadas por los Solidarios en las ocupaciones de los pueblos de Artozki e Itoitz, pueden ayudar a la creación de núcleos de resistencia activa y que además cuenten con el beneplácito de sectores amplios de la población.

En definitiva: c rítica razonada al proyecto, exigencia de debate, movilización ciudadana lo más amplia posible, desobediencia civil pacífica y habilitación de modos de expresión de la opinión ciudadana como son las consultas populares. Esos han sido los ejes de actuación de AHT Gelditu! Elkarlana, y en ese empeño debemos seguir (4).

Notas:

(1): Gelditour: última campaña de Elkarlana (véase nota 2) que ha recorrido los principales pueblos y ciudades que serán afectados por la llamada Y vasca, el ramal navarro y la parte del correspondiente a Iparralde (la parte vasca ubicada en el estado francés). Se repartieron miles de folletos informativos, videos, se realizaron debates y manifestaciones, la última muy multitudinaria en Donostia-San Sebastián.

(2): Elkarlana (en vasco significa «trabajo en común») agrupa a partidos políticos como Batasuna, Aralar (escisión de Batasuna) y Zutik, sindicatos obreros como LAB y ESK, de agricultores (ENE), de la enseñanza (STE-Eilas), organizaciones ecologistas (Eguzki, Ekologistak martxan), plataformas sociales diversas y organismos unitarios de base en los barrios y pueblos. En realidad en una mezcla de coordinadora de organizaciones y movimiento popular de base.

(3): Además de las frecuentes multas económicas por el mero hecho de manifestarse a pie de obra o colocar pancartas en lugares considerados prohibidos, empieza a ser preocupante el traspaso de varios casos a la Audiencia Nacional. El Juez Garzón, por su parte, ha remitido a la Ertzaintza (policía vasca) que aporte información sobre la posible interrelación entre Elkarlana y ETA.

(4): Una versión sin notas de este artículo se publicó en Hika, núm. 199.

Joxe Iriarte, Bikila es militante de Zutik