De todos los perros, el que más rabia da, me da, es el policía. Deformación profesional. Los chuchos maderos, adiestrados en las malas artes y acostumbrados al abuso y mando de sus jefes, terminan convertidos en el peor amigo del hombre. Una réplica fiel de sus amos. Mañana se celebra el Día Mundial de la […]
De todos los perros, el que más rabia da, me da, es el policía. Deformación profesional. Los chuchos maderos, adiestrados en las malas artes y acostumbrados al abuso y mando de sus jefes, terminan convertidos en el peor amigo del hombre. Una réplica fiel de sus amos.
Mañana se celebra el Día Mundial de la Rabia, una enfermedad que aún mata a más de 55.000 personas al año en todo el planeta. Según la Organización Mundial de la Salud, la rabia humana podría desaparecer mediante «correctos controles y vacunación animal». Las exitosas campañas coordinadas de vacunación de perros realizadas en América en la última década así lo demuestran. «En toda la región, el número de casos de rabia humana y canina se ha reducido en un 90% y la zona va camino de lograr el objetivo de eliminar la rabia humana transmitida por el perro y, más tarde, la contagiada de perro a perro».
Por suerte, no todas las rabias matan. En este malsano mundo, donde millones de seres humanos mueren en muerte y mueren en vida, «el hastío frente al cinismo y la incompetencia de las clases políticas tradicionales» genera también en ocasiones «una rabia creativa, una rabia que pinta ya todos los colores de los caminos de abajo y a la izquierda en los cinco continentes…». La rabia positiva de los nadies, los desechables, los ilegales.
«Acá abajo nos vamos quedando sin nada. Sólo rabia. Dignidad tan sólo. No hay oído para nuestro dolor como no sea el del que como nosotros es. Nadie somos. Solos estamos y sólo con nuestra dignidad y con nuestra rabia. Rabia y dignidad son nuestros puentes, nuestros lenguajes. Escuchémonos pues, conozcámonos entonces. Que nuestro coraje crezca y esperanza se haga. Que la dignidad raíz sea de nuevo y otro mundo nazca», proclamaban hace unos días en un comunicado «los hombres, mujeres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)». Con motivo de su 25 aniversario, de los 15 años del inicio de la guerra contra el olvido, los cinco de las Juntas de Buen Gobierno y los tres de La Otra Campaña, el EZLN convoca «a todos los rebeldes de México y el mundo a la celebración del Primer Festival Mundial de la Digna Rabia». Su lema, «Otro mundo, otro camino: abajo y a la izquierda».
La digna rabia, el dolor y su cura. «Si la catástrofe que se avecina puede evitarse y la humanidad tiene otra oportunidad, será por esos otros que, abajo y a la izquierda, no sólo resisten, también esbozan ya el perfil de otra cosa». La cita, la fiesta de la rabia sana, del 26 de diciembre al 4 de enero próximos en la capital de México y en Chiapas.