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150 años de la publicación de "El origen de las especies"

Feliz año de Darwin

Fuentes: El Escéptico digital/La revolución naturalista

Los eventos ya empezaron en 2008, pero 2009 será sin la menor duda su año. Coinciden dos aniversarios: 200 años desde el nacimiento de Charles Darwin, y 150 desde la publicación de la primera edición de El origen de las especies. Aunque en cierto sentido se podría decir que las conmemoraciones empezaron mucho antes, coincidiendo […]

Los eventos ya empezaron en 2008, pero 2009 será sin la menor duda su año. Coinciden dos aniversarios: 200 años desde el nacimiento de Charles Darwin, y 150 desde la publicación de la primera edición de El origen de las especies. Aunque en cierto sentido se podría decir que las conmemoraciones empezaron mucho antes, coincidiendo con el propio funeral del naturalista inglés celebrado en la abadía de Westminster en 1882, que mucho más que ninguna otra cosa, significó el reconocimiento de una gran figura nacional y de la propia Inglaterra como patria de una importante revolución científica.

El día de Darwin que todos los años se celebra el 12 de febrero (¡incluso aquí, en Bilbao!), este año será especial y prolongado. Tenemos, por ejemplo, el festival de actos que organizan en Cambridge el mes de julio, la gran exhibición del museo de historia natural de Londres hasta el mes de abril, o innmuerables conferencias y seminarios alrededor del mundo académico en los cinco continentes.

En España, la sociedad española de biología evolutiva recoge una lista con los principales eventos del año.

Es sorprendente comprobar la vigencia que conserva la recapitulación final de El origen:

    Difícilmente puede admitirse que una teoría falsa explique de un modo tan satisfactorio, como lo hace la teoría de la selección natural, las diferentes y extensas clases de hechos antes mencionados. Recientemente se ha hecho la objeción de que este método de razonar es peligroso; pero es un método utilizado al juzgar los hechos comunes de la vida y ha sido utilizado muchas veces por los más grandes filósofos naturalistas. De este modo se ha llegado a la teoría ondulatoria de la luz, y la creencia en la rotación de la Tierra sobre su eje hasta hace poco tiempo no se apoyaba casi en ninguna prueba directa. No es una objeción válida el que la ciencia hasta el presente no dé luz alguna sobre el problema, muy superior, de la esencia u origen de la vida. ¿Quién puede explicar qué es la esencia de la atracción de la gravedad? Nadie rechaza actualmente el seguir las consecuencias que resultan de este elemento desconocido de atracción, a pesar de que Leibniz acusó ya a Newton de introducir «propiedades ocultas y milagros en la filosofía».

    No veo ninguna razón válida para que las opiniones expuestas en este libro ofendan los sentimientos religiosos de nadie. Es suficiente, como demostración de lo pasajeras que son estas impresiones, recordar que el mayor descubrimiento que jamás ha hecho el hombre, o sea la ley de la atracción de la gravedad, fue también atacado por Leibniz «como subversiva de la religión natural y, por consiguiente, de la revelación».

Charles Darwin, El origen de las especies (15. Recapitulación y conclusión). Vía.

¡Feliz año darwiniano!