Los desempleados no registrados en las listas del antiguo INEM también son desempleados casi a todos los efectos: no trabajan, cobran la prestación por paro y se presentan todos los meses en las oficinas del Servicio Público Estatal de Empleo. Pero el Gobierno no los contabiliza como tal. Son decenas de miles.
Un colectivo de parados que el Ministerio de Trabajo no registra en las listas de desempleo son los que se han visto afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal, es decir, que la empresa los suspende durante unos meses.
En ese periodo, estos trabajadores van al paro porque no están trabajando y cobran la prestación por desempleo. El número de parados proveniente de un ERE de suspensión temporal creció, en el primer trimestre de 2009, un 4.779%. Es decir, el colectivo aumentó desde los 3.200 desempleados que se registraron en los primeros tresmeses de 2008 a los más de 157.800 parados apuntados en el mismo periodo de este año, según datos facilitados por la poco sospechosa de contrariar al gobierno UGT.
Pero, ¿a qué se debe este aumento? En marzo, el Gobierno aprobó un conjunto de iniciativas para fomentar el empleo que incluía una serie de bonificaciones para incentivar el ERE temporal. Se trataba de bonificar las cuotas empresariales a la Seguridad Social durante el tiempo en el que el trabajador se encuentre en el paro.
Esta ayuda fue anunciada por el Gobierno meses antes y se aprobó con carácter retroactivo desde el mes de octubre de 2008, por lo que a partir de enero de este año el recurso al expediente temporal por parte de las empresas creció notablemente. La medida no sólo facilitaba que el empresario incurriera en convocar un ERE temporal, sino que también ofrecía una serie de ayudas al trabajador para que éste no se mostrara en desacuerdo a la hora de firmar el expediente de suspensión.
El Ministerio de Trabajo garantizaba al futuro parado que, si tras el periodo de suspensión no volvía a ser readmitido en la empresa, tendría 90 días más de cobertura por desempleo para que no se quedara en paro y sin prestación por haberla consumido en ese periodo.
La medida fue anunciada por el Gobierno como una ayuda para mantener el empleo, pero coincide que esos parados no están registrados en el dato oficial de paro. El número de parados en el primer trimestre, según las cifras del Ministerio de Trabajo, superaba los 4,86 millones de desempleados, aunque el Gobierno informara que la cifra oficial se situaba en los 3,6 millones.
En los datos publicados en mayo esta diferencia se incrementa todavía más. Mientras el número oficial que anunció la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, descendía y se situaba en 3,6 millones de parados, los desempleados totales, que existen al sumar los no oficiales para el Gobierno, continuaron aumentando y superaron los 4,9 millones, según datos del Ministerio.
Los 1,3 millones de personas desempleadas que no figuran en las listas de desempleo provienen de diversos colectivos convenientemente clasificados por Trabajo. Una parte de ellos demanda un trabajo que no sea de jornada completa, por lo que no se les considera demandantes de empleo. Otra parte se encuentra realizando un curso de formación para encontrar un trabajo mejor, pero a éstos tampoco se les considera demandantes de empleo. El otro colectivo que tampoco está calificado como parado es el de los desempleados surgidos de un ERE de carácter temporal.