Carta a Público, 17 de noviembre de 2009.
Estoy conmovido aún. Tenía el temple de un coloso. Insobornable en las ideas, entregado en la solidaridad, infatigable trotamundos libertario, próximo y sencillo, era en lo fundamental un hombre bueno y un militante anarcosindicalista a tiempo completo. Siempre admiré su sabia combinación de osadía y profundo sentido común. Ese talante suyo franco y realista de obrero orgulloso de serlo, plenamente consciente de sus responsabilidades. De ahí que su trayectoria vital vaya unida al periodo de consolidación y madurez de la CGT. Su recuerdo debe estimularnos a profundizar en la lucha por la libertad y la igualdad, a las que entregó su vida. Mi sincero pésame a su familia y allegados. Que la tierra te sea leve.
Rafael Cid Estarellas / Periodista
Fuente: http://blogs.publico.es/cartasdeloslectores/729/17-de-noviembre-3/