El pasado 18 de marzo hubo 2 manifestaciones frente a la Embajada de Cuba, la primera a las 19 horas, en contra de la Revolución, reunió a unos 15 manifestantes potencialmente conflictivos por su posición contraria a los intereses representados por la Embajada de Cuba. En la siguiente foto podemos ver la protección policial en […]
El pasado 18 de marzo hubo 2 manifestaciones frente a la Embajada de Cuba, la primera a las 19 horas, en contra de la Revolución, reunió a unos 15 manifestantes potencialmente conflictivos por su posición contraria a los intereses representados por la Embajada de Cuba. En la siguiente foto podemos ver la protección policial en esta primera manifestación:
La imagen fue publicada con este pie de foto: «Un manifestante convocado por «Cuba Democracia ¡Ya!» deposita octavillas en la Embajada de Cuba en Madrid. (Efe / Paco Campos).»
A las 20:30 horas estaba convocada una manifestación de apoyo a la revolución, cambiaron la convocatoria a las 21 horas «por motivos de seguridad», pese a que la conflictividad de esta manifestación era nula, varios cientos de manifestantes nos amontonamos pacíficamente en la acera de enfrente detrás de la valla, el dispositivo de seguridad (y la actitud desafiante de algunos policías) era notable.
Es evidente que la policía no estaba protegiendo la Embajada de Cuba, podría ir más lejos y afirmar que a quien protegía la policía era a los «gusanos» y por esa razón, sabiendo que seríamos 20 veces más que ellos, retrasaron la convocatoria.
Nosotros, los manifestantes a favor de la revolución cubana, éramos los peligrosos, la policía estaba allí para proteger al resto de ciudadanos de esa panda de rojos peligrosos. No quiero imaginar qué pasaría si en una de las manifestaciones frente a la Embajada de EE.UU. en las que también nos situamos pacíficamente en la acera tras la valla, se nos ocurre a alguno arrimarnos a la puerta de la embajada a tirar panfletos dentro.
Los disidentes del régimen del Borbón, ese grupo heterogéneo compuesto por republicanos, comunistas, socialistas (de los de verdad), anarquistas…, o sea, los rojos, sufrimos represión por parte de la policía del régimen, somos represaliados de conciencia, a ver si toma nota Amnistía Internacional. Y ya puestos espero impaciente que copien los métodos «brutales» de represión en Cuba y después de la manifestación nos lleven a casa en autobús.
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