El gobierno tripartito de la Generalitat ha aprobado un conjunto de medidas, anunciadas como «medidas de austeridad», que tienen como finalidad reducir el déficit público en 1.700 millones de euros hasta finales de este 2010. El plan está perfilado en casi todas sus aristas: recortes; ralentización de inversiones y del despliegue de determinados servicios (sanidad, […]
El gobierno tripartito de la Generalitat ha aprobado un conjunto de medidas, anunciadas como «medidas de austeridad», que tienen como finalidad reducir el déficit público en 1.700 millones de euros hasta finales de este 2010.
El plan está perfilado en casi todas sus aristas: recortes; ralentización de inversiones y del despliegue de determinados servicios (sanidad, educación y servicios sociales), cuya concreción será de enorme importancia para los grupos sociales más desfavorecidos; simplificación de entidades del sector público; subidas de impuestos (trasmisiones patrimoniales: incremento del 8%; actos jurídicos documentados, un 1,2%; matriculación, hasta un 16% en el caso de los vehículos que más contaminan).
Queda pendiente, como ya se ha comentado, una reforma del IRPF que incremente los impuestos de los ciudadanos que obtienen rentas salariales superiores a cien mil euros. ¡100.000 euros! Veremos en qué queda y durante cuanto tiempo permanece lo que finalmente quede.
Importa aquí comentar el capítulo «de recortes». La disminución salarial media de los trabajadores de la Administración autonómica será del 5%. En cambio, la reducción de los conciertos sanitarios, es decir, de los acuerdos públicos con empresas privadas del ámbito de la sanidad (el Hospital General de Catalunya, por ejemplo) será del 3,21% y, dato muy importante, la reducción de los conciertos en el ámbito de la educación, es decir, de la entrega de dinero público a colegios privados, en gran parte religiosos, sin excluir al Opus ni a la separación de sexos en la enseñanza, será del 1,18%.
Así, pues, la reducción media del salario de los trabajadores de la administración catalana será cuatro veces más (¡más de 4 para ser exactos, 4,24¡) que la reducción de conciertos con negocios privados de educación.
La sombra de Ernest Maragall [2], y los grupos que tan bien representa, es alargada. Aunque sea repetición de una melodía oída, no parece un disparate apuntar que la forma de actuación de este gobierno recuerda mucho los usuales procedimientos de los gobiernos de la derecha: o representan directamente los intereses de grupos dominantes y dominadores de la sociedad que les abonan y da cuidado, o no se atreven a tocar ni un pelo de esos sectores, aunque el pelo se les haya caído en una esquina próxima y sea fruto de la edad y la caspa.
Vamos, para entusiasmarse con la radicalidad, justicia, coraje y temple de este gobierno de izquierdas y nacionalista.
Notas:
[1] Tomo la información de Público, 31 de mayo de 2010, p. 21.
[2] Corren voces en el sector de la enseñanza que algunos de los consejeros de EM intentan, y consiguen en ocasiones, parar algunas propuestas del conseller. ¿Cuáles serían sus propósitos sin cortapisas?
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