En el último trimestre más de 100.000 inmigrantes con papeles han desaparecido del censo español, la mayoría latinoamericanos. Es el descenso más severo en una década y desde algunas organizaciones no gubernamentales señalan que muchos se han regresado por la crisis económica. Sin embargo, las remesas aumentan y sólo un millar de inmigrantes se ha […]
En el último trimestre más de 100.000 inmigrantes con papeles han desaparecido del censo español, la mayoría latinoamericanos.
Es el descenso más severo en una década y desde algunas organizaciones no gubernamentales señalan que muchos se han regresado por la crisis económica. Sin embargo, las remesas aumentan y sólo un millar de inmigrantes se ha acogido a los programas de retorno del gobierno en el ultimo año. ¿Donde están?
«Muchos ya tienen la nacionalidad española y automáticamente salen del censo de inmigrantes, otros realmente están regresando pero lo más preocupante es que una gran mayoría no ha podido renovar sus tarjetas de residencia porque no han encontrado trabajo. Con lo cual siguen en España pero de ilegales», le explica a BBC Mundo Ivan Antonio Santos, presidente de la asociación de cooperación Tierra Solidaria.
España ha otorgado la nacionalidad a cerca de 400.000 inmigrantes en la última década, a un promedio de 100 por día.
Aguantando el tirón
Desde que comenzó el Plan de Retorno Voluntario del Gobierno a finales de 2008 se han acogido unas 12.000 personas, sólo un 10% de lo que se esperaba.
«La gente está aguantando el tirón. Cuesta tanto venir a un país, adaptarse, además muchos tienen sus hijos estudiando aquí. Las condiciones tienen que ser muy extremas para decir me marcho», señala a BBC Mundo el antropólogo Tomás Calvo Buezas.
No obstante, el también antropólogo Miguel Pajares en un informe elaborado para la Fundación Jaume Bofill asegura que sí se está produciendo «un retorno silencioso» de inmigrantes con y sin papeles por la crisis económica. Cerca de 300.000 desde 2009.
España tiene una población inmigrante registrada cercana a los cinco millones, sumando a los sin papeles la cifra puede llegar a los siete millones.
El boliviano Diego Fernando Méndez ha sido testigo de como su círculo de amistades se ha ido desmantelando. «Jugaba en un equipo de fútbol donde casi todos éramos de fuera. Ya no hay equipo porque varios de ellos se han regresado. Trabajaban en la construcción y no tenían papeles. Se ganaba bien y de repente se quedaron sin nada», detalla a BBC Mundo. El sueldo promedio de un obrero podía ser de unos US$2.500.
«De todas formas», agrega, «yo no he dejado de tener trabajo. Trabajaba conduciendo una retroexcavadora. Eso se acabó cuando la construcción se vino a pique, pero he ido encontrando otros trabajos: en una bodega, de mozo en un almacén. Si buscas al final encuentras. Me pagan menos pero no me quejo».
Aumenta la economía sumergida
A pesar del descenso de inmigrantes registrados, las remesas no disminuyen y en los últimos trimestres incluso han aumentado levemente, según el Banco de España.
«Esta incoherencia puede tener varias razones pero la más evidente es el aumento de la economía sumergida. Al parecer los inmigrantes se están adaptando bastante bien a la crisis con trabajos que no declaran, así hacen frente a sus necesidades y siguen enviando dinero», explica el economista Rafael Pampillon. A ello hay que sumarle que muchos inmigrantes aún están recibiendo subsidios de desempleo.
Las estrategias económicas de la población inmigrante para enfrentar la crisis incluyen el alquiler de pisos compartidos y la ayuda de redes familiares y de nacionalidad.
Ecuatorianos, el mayor descenso
«La gente no se está regresando en masa, lo que pasa es que hay personas que llevan uno o dos años sin trabajo y ya están al límite.
Las familias se están ayudando entre si. Mientras haya uno que tenga trabajo los demás aguantan. La nacionalidad española ayuda para pedir otro tipo de ayudas pero no te soluciona la falta de trabajo», señala a BBC Mundo Jaqueline Pulupa, presidenta de la asociación de ecuatorianos Puriccuna.
Según la Secretaria de Estado de Emigración e Inmigración, que ha revisado el censo de inmigrantes con papeles, el colectivo ecuatoriano es el que presenta el mayor descenso con 55.000 menos. El gobierno ecuatoriano cuenta con varios programas de retorno a través de la Secretaría Nacional del Inmigrantes pero al igual que el plan español no tienen una avalancha de solicitudes.
«También es verdad que varios programas de retorno como el de la Cruz Roja se han quedado sin recursos. Si que hay gente interesada en volver a su país y más en un tiempo de crisis. Ahora bien es más un proyecto de regreso», comenta Santos.
«Lo preocupante», agrega, «es que estamos recibiendo casos de inmigrantes que nos solicitan ayuda de primer nivel, es decir, comida y techo. Asociaciones como la nuestra nos dedicamos a un segundo nivel, a la integración del inmigrante».
El directivo subraya la falta de trabajo pero matiza: «Ahora se necesitan trabajadores para el agro en Cataluña pero no encuentran. Es un trabajo temporal y los salarios muy bajos, unos US$5 por hora. Ningún español ni extranjero residente quiere ir a un trabajo así, sobre todo después de las pagas que se tenían en la construcción».
Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2010/08/100811_inmigrantes_espana_censo_rg.shtml