Una vez acabado el tiempo de las invectivas internas, ¿tendrá lugar el acto II de la ecología política? El sábado día 13 en Lyon, alrededor de 2.000 militantes de los Verdes y de Europa Ecología se reúnen para acabar, al menos por un tiempo, con su proceso interno de fusión /refundación . «Es un verdadero […]
Una vez acabado el tiempo de las invectivas internas, ¿tendrá lugar el acto II de la ecología política? El sábado día 13 en Lyon, alrededor de 2.000 militantes de los Verdes y de Europa Ecología se reúnen para acabar, al menos por un tiempo, con su proceso interno de fusión /refundación . «Es un verdadero alivio poder al fin franquear esta etapa, con un amplio apoyo de los militantes, que en cada ocasión se han expresado en más del 80% , suspira el portavoz de Europa Ecología, Pascal Durand. Algunos pueden poner mala cara o burlarse de nosotros, entre nosotros o entre los periodistas, pero inventar un partido pegado a una red, a pesar de las imperfecciones y las críticas legítimas de método, es ya un acontecimiento en si mismo».
Por recordar, los estatutos y la declaración de principios han sido ampliamente adoptados por los «adherentes al proceso» hace un mes, mientras los Verdes han aprobado la semana pasada con un 85,1% su «transmutación» hacia el nuevo movimiento.
Las tensiones internas, particularmente sobre un voto muy apretado de una enmienda concediendo un poder de investidura electoral a los «cooperativistas no-adherentes» al futuro nuevo partido, han sido disipadas y pospuestas. «Como en cada ocasión desde el nacimiento de Europa Ecología, los pequeños y los grandes desacuerdos han sido superados pues todos hemos actuado de forma que fueran superables, explica el tesorero de los Verdes, Mickaël Marie. Todos hemos tomado conciencia de la importancia relativa de las palabras visto el contexto político y social del momento. Si hay que tener diferenciaciones fuertes, mejor tenerlas sobre las cuestiones de fondo, en el futuro congreso». Este congreso, previsto para abril o mayo de 2011, permite pues a los ecologistas de hacer de su conferencia lyonesa «un momento de reapertura hacia el exterior, tras una larga secuencia interna», según los términos de un consejero cercano a la secretaria nacional, Cécile Duflot.
Signo de esta vuelta «hacia lo externo», la tarde de debate será la ocasión, vía una serie de mesas redondas y de intervenciones de las cabezas de cartel del movimiento, de anunciar la adhesión a Europa Ecología de la historiadora Esther Benbassa o de la alta funcionaria (y ex del gabinete de Borloo [ministro saliente de Sarkozy] , luego del Irena) Hélène Pélosse. En fin, de forma totalmente independiente, Nicolas Hulot tomará también la palabra en la tribuna (había enviado un mensaje en video a las jornadas de verano de Toulouse en 2008), por primera vez desde las jornadas de verano de los Verdes de Coutances (Baja Normandía), en 2006. «Eso permite medir el camino recorrido, rememora Mickaël Marie. Entonces había llegado también Corinne Lepage. Cécile Duflot pasaba y José Bové había rechazado venir a hablar con los ecologistas de derechas».
En adelante, si Corinne Lepage y Cohn-Bendit mantienen críticas al nuevo movimiento, es el momento del optimismo por parte de la gran mayoría de las sensibilidades del agrupamiento ecologista. «Había que acabar con el desfase entre la situación social y las tonterías internas y demás micro-conflictos, dice la vicepresidenta del consejo regional de Île-de-France, Emmanuelle Cosse. Estábamos en un punto en el que ni siquiera se valoraba lo que se ha hecho en dos años: un compromiso fuerte de varias personalidades del movimiento asociativo que eran hasta entonces reacias a la política, un grupo de eurodiputados trabajadores en el Parlamento europeo, electos con grandes delegaciones en los consejos regionales…». Y la antigua presidenta de Act-Up minimiza las tensiones: «Felizmente hay muchos que trabajan para lograr este reagrupamiento y hacer de forma que la perennidad del movimiento no esté hoy en cuestión, lo que es ya algo importante. No se puede decir que haya que destruir a los Verdes pues sus corrientes y su formalismo democrático arruinan toda dinámica, para volver a las pequeñas guerras minoritarias, de las luchas por puestos o posicionamientos ¡para las municipales de 2014!».
«Una reapropiación colectiva del movimiento»
Con esta Conferencia de la ecología política, el reagrupamiento de la galaxia ecologista no pretende francamente franquear ninguna etapa solemne (al margen del nombre del movimiento, que podría seguir siendo «Europa Ecología /Los Verdes», ninguna decisión importante será tomada en la conferencia), sino más bien pasar a una velocidad superior. Con una dirección y un consejo federal transitorios (resultado de una fusión de las instancias respectivas), el objetivo será preparar lo mejor posible el futuro congreso fundador, al que podría añadirse unas primarias de cara a las presidenciales de 2012 (se han declarado ya dos candidatos -Eva Joly e Yves Cochet). Una campaña de adhesión debería ser lanzada, a fin de hacer crecer aún más el efectivo de 15.000 adherentes actualmente censados (Los Verdes reivindican 8.000 Verdes).
El trabajo principal es ya la puesta en marcha de la «cooperativa política» querida por Cohn-Bendit y sus amigos tras las regionales del pasado mes de marzo. Para Pascal Durand, «es también la enseñanza positiva que se saca de las críticas internas: hay que hacer de forma que haya una reapropiación colectiva del movimiento».
Este antiguo responsable de la fundación Nicolas-Hulot, verdadero motor de Europa Ecología, ha decidido no participar en la actividad del partido, para dedicarse a la red cooperativa. «Espero que Cohn Bendit y muchos otros vayan a a trabajar allí conmigo, confiesa. Lo ideal sería poder animar un verdadero trabajo programático con todos quienes no quieren forzosamente ser militantes pero que tienen una valoración, una experiencia que aportar».
El dirigente Verde, Mickaël Marie, estima igualmente «indispensable que un cierto número de cuadros participen concretamente en la estructuración real, y no ya teórica, de la cooperativa». Él , que «está pensando seriamente» dedicarse a ello, estima que «la dirección del partido debería ser asumida por los pesos pesados de Europa Ecología y de los Verdes, mientras que los pesos ligeros y pesos medios ganarían dedicándose a la animación de la red, que no es algo fácil. Se tiene una candidata a la presidencial que tiene un gran potencial, pero hay que darle las condiciones para que ese potencial se exprese lo mejor posible». Y así intentar aparecer más en punta que, por ejemplo, en el último movimiento social.
Para Pascal Durand, «la ecología política es demasiado compleja para emerger en los discursos binarios que han marcado el ritmo de las manifestaciones contra la reforma de las jubilaciones. No se tiene la misma visión del tiempo y de las condiciones de trabajo que las visiones dominantes alrededor de las lógicas de clases, es cierto». Pero subraya igualmente haber «oído a muchos sociólogos o economistas que decían lo mismo que nosotros, y cuando se ha organizado los estados generales de la ecología y del empleo, todos los sindicatos estaban presentes».
«Durante este período, no hemos logrado ser audibles, sin duda a causa de nuestras preocupaciones internas, lamenta Emmanuelle Cosse. Quizá no hemos realizado suficiente trabajo colectivo, y tampoco se ha logrado hablar con una sola voz». Sin embargo, si juzga «evidente que no se tiene el mismo número de militantes movilizados que en el Partido de Izquierdas», constata que «la acogida en las manifestaciones ha sido siempre muy buena para Cécile Duflot o Eva Joly» y que «jamás habíamos repartido tantos panfletos». Todo no sería pues más que asunto de organización e impulso. «Alrededor del tren nuclear, no se han visto muchas bufandas rojas ni, por otra parte, rosas señala Cosse. Nadie tiene el monopolio del movimiento social. Nuestra cultura está más anclada en las luchas sobre los OGM o el amianto. Nos corresponde desarrollar el diálogo con los sindicatos para continuar ampliando nuestra audiencia». No es el menor de los asuntos a abordar por la cooperativa que los ecologistas pretenden poner en marcha, tras la Conferencia de Lyon.
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Traducción: Alberto Nadal para VIENTO SUR