Fondos de la Ayuda Oficial al Desarrollo en África Occidental han sido destinados al control de fronteras y a intereses comerciales. La lucha contra la pobreza queda así en un segundo plano, puesto que la ayuda al desarrollo se convierte en algunos casos en un instrumento para el control migratorio que responde más al interés […]
Fondos de la Ayuda Oficial al Desarrollo en África Occidental han sido destinados al control de fronteras y a intereses comerciales. La lucha contra la pobreza queda así en un segundo plano, puesto que la ayuda al desarrollo se convierte en algunos casos en un instrumento para el control migratorio que responde más al interés de España que al de los propios destinatarios de esa ayuda.
0’4 millones de euros en concepto de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) para Mauritania durante el período 2004-2008 fueron destinados a la mejora del puerto de Nuadibú, que es uno de los principales puntos de salida hacia Europa de muchos emigrantes y a su vez un lugar estratégico para la flota pesquera española y europea.
«En 2008, Cabo Verde recibió seis millones de euros para financiar un sistema de control del tráfico marítimo, que representa aproximadamente el 50% de la AOD bilateral desembolsada en 2008 por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio a estos países», cita un informe presentado este jueves en Madrid y coordinado por miembros de las ONGs ALBOAN y Entreculturas.
Y ese mismo Ministerio comprometió en 2008 dos millones de euros, también de fondos de AOD, para financiar un sistema de video-vigilancia fronteriza en Ghana. Sorprende también la partida de 5,6 millones de euros de AOD que el Ministerio del Interior ha destinado para cooperación policial, que nada tiene que ver con la lucha contra la pobreza.
Y estos son sólo algunos ejemplos de lo que refleja este informe. En total, 25 millones de euros de AOD se han dedicado entre 2004 y 2008 a control de fronteras e intereses comerciales, lo que supone un 5,2% del total de la ayuda de AOD bilateral en África Occidental. Por ello señala el informe que la política migratoria ha «invadido» en algunos casos el ámbito de la cooperación al desarrollo, y «se ha abierto una vía que perjudica a la calidad de la Ayuda Oficial al Desarrollo», concluye Jon Sagastagoitia, coautor del informe.
Por otra parte, la mayor parte de la Ayuda bilateral es gestionada por la Administración General del Estado y se halla notablemente dispersa entre los distintos Ministerios. Sólo un tercio de la ayuda es gestionada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, mientras que el de Economía y Hacienda se encarga de un 50%; Industria, Turismo y Comercio del 10%, el Ministerio de Trabajo e Inmigración del 6%, y por último el Ministerio del Interior gestiona un 1%. «Diferentes ministerios, diferentes objetivos, provocan un fuerte potencial de conflictos de intereses», añade el coautor del informe.
Así las cosas, si bien este informe guarda relación con el período en el que el Gobierno español desarrolló el primer Plan África, el panorama sigue siendo poco halagüeño: «La tendencia que refleja el informe no ha hecho más que acentuarse», comenta Cristina Manzanedo, una de las coordinadoras del informe.
Asimismo, el informe presenta una serie de recomendaciones entre las que figura la necesidad de contar con información pública (inexistente en la actualidad) sobre la ejecución de los acuerdos de cooperación migratoria. Igualmente se reclama el respeto efectivo a los Derechos Humanos en las políticas de migraciones. En este sentido, y en relación con los últimos acontecimientos vividos en el norte de África, Cristina Manzanedo ha aprovechado para recordar que las personas que están saliendo de Libia «no son migrantes, son refugiados». Afirma que la Unión Europea tiene la obligación de ofrecer protección internacional, de acuerdo con la Convención de Ginebra de 1951. Pero Europa, dice, «no se está responsabilizando y debería asumir cuotas de población»
Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=2&id=1599