Tras las declaraciones del alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, en las que afirmaba: «La jornada no le cuesta nada al Ayuntamiento» , los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Madrid han recogido durante la jornada del jueves 43.387 kilos de basura en las calles en las que se celebraron los actos de la […]
Tras las declaraciones del alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, en las que afirmaba: «La jornada no le cuesta nada al Ayuntamiento» , los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Madrid han recogido durante la jornada del jueves 43.387 kilos de basura en las calles en las que se celebraron los actos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El Ayuntamiento de Madrid ha diseñado con motivo de la visita del papa y las actividades programadas, un dispositivo de limpieza especial con 120 operarios y 40 máquinas para garantizar la limpieza de las calles al finalizar cada uno de los eventos.
Esta semana trabajarán unos 1.373 trabajadores , 600 de ellos del Selur y el resto de la limpieza diaria con el objetivo de devolver la normalidad y mantener la salubridad a la ciudad. Estos empleados han contado con el apoyo de 476 máquinas en su trabajo y dispondrán de 1.200 contenedores para residuos distribuidos en las zonas donde se celebren los distintos actos programados.
Con presentar una credencial de peregrino, la sanidad pública corre con los gastos
Apenas unas horas después de que se hiciese pública una orden de la Consejería de Sanidad de Madrid, enviada el miércoles, para que la asistencia sanitaria a los peregrinos de fuera de Madrid esté exenta de facturación a sus países o comunidades de origen, el Gobierno de Espernaza Aguirre tuvo que rectificar. En un correo electrónico «aclaratorio», la Dirección General de Atención Primaria que dirige Antonio Alemany aclaraba que la asistencia a los peregrinos «no debe ser facturable, en el sentido de cobro directo y en el momento de la atención al usuario».
«A estos efectos, se tomará nota de los datos (nombre y apellidos, país de origen y seguro de viaje, en su caso) del usuario y del concepto facturable para, con posterioridad, y de acuerdo con la normativa de aplicación y la cobertura existente en función del país de origen, proceder a la gestión del reembolso», señalaba el mensaje.
Sanidad corregía así la orden remitida ayer según la cual, a diferencia de lo ocurre con los pacientes de otras comunidades autónomas y de otros países, cuya asistencia debe facturarse a sus lugares de origen, bastaba con presentar una credencial de peregrino para que la sanidad pública madrileña corriera con todos los gastos, engrosando así la financiación pública de este evento confesional.
La Consejería de Sanidad, la misma que hace pocos meses planeaba en un documento establecer copagos o suprimir una veintena de prestaciones sanitarias, difundió esa orden entre los centros de salud para que la asistencia sanitaria a los peregrinos de fuera de Madrid estuviera exenta de facturación a terceros.
La orden rectificada posteriormente, remitida por indicación Alemany a las siete direcciones de área de Primaria, dejaba claro, «ante las dudas» surgidas sobre la asistencia a los peregrinos entre los profesionales de los centros de salud, que «no se debe realizar facturación por la asistencia prestada en nuestros centros de salud» a los fieles asistentes a la JMJ.
Al poco de divulgarse la noticia, fuentes de la Consejería de Sanidad aseguraron a Público que a los peregrinos «se les va a cobrar como a todo el mundo» y aseguraron que se remitiría, como así ha sido, un nuevo correo electrónico «aclaratorio».
Desde la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad de Madrid, una de las entidades que divulgaron la primera orden, se preguntaban si los fieles de otras confesiones no residentes en Madrid también deberán quedar exentos de facturación a partir de ahora y aseguraban que muchos profesionales sanitarios de los centros de salud están «indignados» con este trato de favor, máxime cuando se está hablando de que faltan recursos en sanidad.
Según un portavoz de la Coordinadora, los profesionales tampoco sabían cuál debe ser el documento que deben exigir para acreditar la condición de peregrino de un paciente y excluir del pago, así a su país o comunidad autónoma de origen.