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Ante un modelo político-económico en el que la pobreza y la solidaridad se convierten en delito

La Guardia Civil y la justicia al servicio del Gobierno del PSOE

Fuentes: Rebelión

En la mañana del viernes 9 de septiembre Diego Cañamero, portavoz nacional del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), era detenido, y esposado, por la Guardia Civil en Montellano para ser conducido al juzgado de Morón de la Frontera. El motivo declarado por los guardias era que se encontraba en busca y captura. Tras comparecer ante […]

En la mañana del viernes 9 de septiembre Diego Cañamero, portavoz nacional del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), era detenido, y esposado, por la Guardia Civil en Montellano para ser conducido al juzgado de Morón de la Frontera. El motivo declarado por los guardias era que se encontraba en busca y captura. Tras comparecer ante la juez para declarar, fue puesto en libertad sin haber prestado declaración alguna.

Hace meses que Diego Cañamero, lo mismo que otros afiliados al SAT, se han declarado «insumisos judiciales». A pesar de continuar con su actividad habitual y sin que haya cambiado de residencia, la Guardia Civil (o la Policía Nacional), ha tardado meses en dar con su paradero, aunque para nada, porque Cañamero no sólo no ha depuesto su negativa a declarar sino que la ha reiterado ante los propios guardias que lo han detenido y ante la juez que pretendió tomarle declaración sin conseguirlo, aunque sí declaró posteriormente en público que mantendrá su insumisión porque no reconoce esta «justicia».

Diego Cañamero, junto con otros compañeros de El Coronil, se dirigían a Villamartín (Cádiz) para oponerse al desahucio con el que las autoridades «económicas» amenazaban a una familia. En un control «rutinario» la comitiva del SAT es retenida por la Guardia Civil con el resultado previsto por las «autoridades» políticas y policiales: impedir la presencia de Cañamero y del resto de la comitiva en el desahucio.

No sólo la pobreza causada por el sistema es un delito, sino también cualquier manifestación de solidaridad. Mientras la grave situación de crisis continúa acentuándose, los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, el poder económico y el poder político -ahora desde el Gobierno del PSOE- ejercen su especial represión, no sólo sobre los desahuciados, sino también con cualquiera que pretenda solidarizarse con ellos.

Todos de acuerdo con la situación pero, entre tanto, cientos de diputados, senadores y políticos, cómplices necesarios y directos todos ellos, permanecerán callados; ni una sola voz más alta que otra, porque nadie se rasgará las vestiduras.

Nos encontramos ante un Gobierno que impone un modelo económico, que impone un sistema que ha llevado a miles y miles de familias a la gravísima situación de tener que perder su vivienda, un Gobierno que «necesita» ejecutar los desahucios aunque para ello incumpla los más elementales derechos humanos.

Nos encontramos ante un Gobierno al servicio incondicional de la banca a la que ha engordado con decenas de miles de millones de euros para que ahora saquee literalmente a diestro a siniestro.

Enlace relacionado: Nota del SAT: Detención y puesta en libertad de Diego Cañamero

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.