La dramática situación económica y política del país ha hecho que en los últimos meses hayan proliferado los llamamientos a la unidad de la izquierda desde distintos sectores. La debilidad institucional de la izquierda, la apuesta del PSOE por la fe neoliberal (cambio constitucional incluido) y la apertura de un ciclo de luchas sociales, son […]
La dramática situación económica y política del país ha hecho que en los últimos meses hayan proliferado los llamamientos a la unidad de la izquierda desde distintos sectores. La debilidad institucional de la izquierda, la apuesta del PSOE por la fe neoliberal (cambio constitucional incluido) y la apertura de un ciclo de luchas sociales, son elementos que justifican sobradamente estas iniciativas.
En IU compartimos estos planteamientos, que tienen mucho que ver con el proceso de «Refundación de la Izquierda» en el que estamos inmersos desde la última asamblea federal. Un proceso que pretende, por un lado democratizar la organización, y por otro abrir un diálogo con todo tipo de actores sociales, políticos y sindicales para construir un nuevo programa político y un nuevo modelo organizativo para la izquierda del siglo XXI.
El adelanto electoral nos obliga a todos a modificar buena parte de los planes y calendarios, complicando las posibilidades de éxito de un proceso que siempre planteamos que debe ser capilar y sostenido en el tiempo, pero situándonos también ante un reto muy concreto al que hay que dar respuesta. Es evidente que el objetivo de construir un referente fuerte de la izquierda plural en el próximo parlamento merece que hagamos todos los esfuerzos posibles para sortear las dificultades que surjan por el camino.
En las últimas semanas nos hemos venido reuniendo con formaciones políticas e iniciativas sociales para construir el acuerdo. La respuesta, excepto en un caso, ha sido muy positiva, y las puertas siguen abiertas para todo el mundo. Seguiremos trabajando por la unidad de la izquierda hasta el último día, porque eso es lo que nos ha mandado buena parte de la ciudadanía y nuestra militancia, y eso es lo que esperan de nosotros muchas organizaciones sociales y sindicales.
Pero queremos garantizar que no estamos hablando de un acuerdo cupular distanciado de la militancia y de la ciudadanía. Tenemos que vincular a la ciudadanía en el diseño de toda la propuesta electoral. Para eso hemos puesto en marcha la Convocatoria Social, un proceso asambleario de participación, abierto a toda la ciudadanía a través del cuál se elaborará el programa electoral y las candidaturas.
Hoy nos jugamos no sólo las conquistas sociales o avanzar hacia una democracia más profunda, sino incluso la apariencia de democracia y la soberanía popular. Del mismo modo que ante otras amenazas las izquierdas supieron tejer frentes populares hoy es imprescindible encontrarnos en espacios compartidos quienes queremos poner al pueblo, sus decisiones y sus derechos por encima de todo y no como un estorbo para esos «mercados» a los que sirven el PP y el PSOE, convertidos en meros partidos turnistas.
Enrique Santiago Secretario de IU para la Refundación Jorge García Castaño Concejal de lU en el Ayuntamiento de Madrid