Recomiendo:
0

La relación entre la trata sexual y la prostitución

Fuentes: Rebelión

1.- Si no existiera la prostitución (sexo a cambio de dinero) no existiría un mercado para la trata sexual; la trata sexual de mujeres y niñas, se da porque existe una demanda de cuerpos de mujeres por parte de los hombres, que ha generado un mercado mundial de compra venta. Es en este contexto ya […]

1.- Si no existiera la prostitución (sexo a cambio de dinero) no existiría un mercado para la trata sexual; la trata sexual de mujeres y niñas, se da porque existe una demanda de cuerpos de mujeres por parte de los hombres, que ha generado un mercado mundial de compra venta. Es en este contexto ya establecido, que se da el mercado de seres humanos de manera ilegal y forzada. Si no estuviera cultural -y en ocasiones normativamente- aceptada la prostitución, el negocio de la trata de personas no tendría donde desarrollarse.

2.- Los empresarios de la prostitución -dueños de burdeles, hoteles, night-clubs etc.- son los mismos que participan en el negocio de la trata sexual, ya que son quienes manejan y conocen el mercado. Los tratantes de personas, explotadores y dueños de prostíbulos son los más interesados en generar y promover discursos para la legalización de la prostitución, ya que es en este contexto donde pueden desarrollar impunemente su comercio humano. Desde este enfoque, es imposible que el discurso de la penalización del consumo no encuentre resistencias; pero la prostitución sigue siendo prostitución esté legalizada o no, siendo forzada o voluntaria. Los empresarios, como los miembros de la Asociación Empresarial del Clubes de Alterne (ANELA) ha pedido al congreso ilegalizar la prostitución en las calles y casas alegando molestias y alteración del orden público, sin embargo promueve la que se circunscribe a los locales. Esto permite un mayor monopolio y defensa de sus espacios de actuación, cerrando aún más la posibilidad de investigar la trata de personas con fines de explotación sexual, además se promovió la legalización por cuenta propia (por cuenta ajena hubiera supuesto el pago de impuestos y seguridad social). Esta asociación defiende los derechos sexuales y reproductivos de las prostitutas, anuncian «polvos a 15 euros» y legitiman la prostitución con el contrasentido de la necesidad de regular a las mujeres migrantes, todo en su página web. 1

3.- Se retroalimentan y mantienen límites demasiado estrechos; el consentimiento puede definir si es libre ejercicio o delito (cuando se trata de personas adultas, en caso de hacer referencia a niñas y adolescente SIEMPRE estamos ante un delito) pero el análisis de las condiciones de vulnerabilidad que influyen en una manifestación de consentimiento son de reciente incorporación (cuando se incluyen) y queda en manos de una libre jurisprudencia. De la trata de personas a la prostitución hay poca distancia; la existente entre el cumplimiento de los 18 años y el día previo; Según estudios recientes del Regeringskansliet Ministerio de Industria, Empleo y Comunicaciones (Suecia), la edad media para entrar en la explotación sexual comercial está en los 14 años. Hay suficientes testimonios de víctimas como para que sepamos cuáles son los términos en los cuales los tratantes «negocian» el silencio con sus víctimas, generalmente una amenaza es suficiente.

4.- La prostitución invisibiliza la realidad de las víctimas de trata; El 90%de las prostitutas en España son extranjeras, estos son datos de la Guardia Civil.

En este país, según el Instituto europeo para la prevención del crimen, un 5% manifiesta hacerlo libre y voluntariamente, el resto, que supone un 95% de mujeres y niñas, su violencia, sus riesgos para la salud, sus condiciones «laborales» y su negativa a vivir en esa situación están invisibilizadas. Son un 95% de personas que no existen. Según los datos del Ministerio del Interior, solamente en los seis primeros meses del año se desarticularon 95 redes de trata de personas, una más que probable minoría de las que están operando actualmente.

5.- Muchas mujeres en situación de prostitución manifestaron haber sido acusadas de tratantes; en ocasiones son testigos mudos de la trata sexual y la explotación de niñas y niños para la prostitución, el miedo a represalias, y las amenazas trasforman su condición de víctimas a cómplices.

6.- El cliente decide si la persona es una prostituta o una persona tratada (cuyos documentos han sido retenidos) la venta compra final de sexo en ambas situaciones queda en manos del cliente, una de las grandes limitaciones de la legalización de la prostitución en el contexto de la trata de personas es el hecho de que no existe ningún procedimiento para que la demanda se informe verazmente sobre la edad de las víctimas (o si cuando la persona comenzó en la prostitución tenía menos de 18 años) su situación, o su efectivo consentimiento, esto incide como otro de los factores que impiden erradicar la explotación sexual comercial infantil o la erradicación de niñas y niños en la pornografía; el cliente/explotador ha pagado por un servicio en el cual puede declarar que no conocía la edad de la víctima o su condición de privación de libertad. Sea de conocimiento del cliente o no, el delito es el mismo; y dejar en manos consumidor de sexo la decisión de comprarlo o no, además se suponer un excesivo ejercicio de poder masculino, no garantiza ninguna protección frente a la trata de personas. 2

7.- Los informes internacionales identifican esta vinculación. Los documentos e informes internacionales vinculan la trata sexual de mujeres con la prostitución, identificando a esta última como una práctica que es rigurosamente necesario analizar para comprender uno los elementos que intervienen en el trabajo de prevención, atención y procuración de justicia de las víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual.

8.- Existen esfuerzo infructuosos por delindar del discurso la relación entre ambos fenómenos. A pesar de que la trata de personas es un delito ampliamente condenado y rechazado, en algunos discursos donde aparece la prostitución se plantea de manera totalmente desligada de la trata, en un discurso cargado de equívocos y confusiones que dificultan un posicionamiento de la sociedad al respecto. La violencia, humillaciones, el elevado número de ITS y la degradación social no varía dependiendo de si está penalizada o no la prostitución. El alto grado de violencia que estas niñas y mujeres padecen está sorprendentemente ignorada u oculta a la hora de defender la postura de la legalización.

9.- Ambas situaciones requieren de un anonimato que impide obtener información En el caso de las personas tratadas, son los perpetradores, clientes y explotadores quienes protegen su propio anonimato, en el caso de la prostitución son las mismas mujeres las que lo solicitan por el estigma social que supone, para evitar posibles agresiones, para que su familia o vecinos no les discriminen etc. Esta situación supone que poder obtener datos sobre la situación real sea verdaderamente complejo, o que la información sea camuflada. Deberíamos considerar las diferencias nunca habladas entre el trabajo sexual y otro tipo de empleos que hacen que estas mujeres requieran y soliciten ser anónimas socialmente. Por otro lado los reglamentos que solicitan la las mujeres que para ser consideradas trabajadoras sexuales deban inscritas en registros públicos, podrían estar obligándoles a sufrir públicamente la violencia y discriminación que el juicio social, familiar, económico y judicial, tiene para ellas.

10.- Si a lo anterior le sumamos que la prostitución para ser considerada libre y por cuenta propia debe excluir el lucro de terceros, nos resultará difícil encontrar algún caso de libre consentimiento; y sin embargo este discurso de libertad y ejercicio de los derechos de las mujeres intenta invisibilizar todas sus contradicciones.

La Relatora Especial de Naciones Unidas, sentencia en su informe que «La mayor parte de la prostitución, tal y como se practica actualmente en el mundo, suele reunir los requisitos para que pueda ser considerada trata. El poder y vulnerabilidad deben entenderse también desde la óptica de las disparidades basadas en el sexo, la raza, la etnia y la pobreza. Dicho de manera sencilla, el camino que lleva a la prostitución y a ese estilo de vida una vez que se ha caído en ella, raramente se caracterizan por el pleno ejercicio de derechos de las víctimas o la obtención de oportunidades adecuadas».

Notas:

1 www.anela.es

2 la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes en Guatemala ¿un problema nuestro? UNICEF Noviembre 2005

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.