Los grupos promotores de la Iniciativa Legisltativa Popular para la reforma de la Ley Hipotecaria ultiman los detalles para la recogida de al menos 500.000 firmas en nueve meses. Esta semana salen de imprenta las 150.000 hojas de firmas que serán distribuidas por todo el territorio para reclamar diversas medidas que resuelvan la situación de […]
Los grupos promotores de la Iniciativa Legisltativa Popular para la reforma de la Ley Hipotecaria ultiman los detalles para la recogida de al menos 500.000 firmas en nueve meses.
Esta semana salen de imprenta las 150.000 hojas de firmas que serán distribuidas por todo el territorio para reclamar diversas medidas que resuelvan la situación de los hogares hipotecados y promuevan el derecho a la vivienda . Después de tropezar el año pasado en el Congreso de los Diputados por trabas administrativas, la recogida de firmas a favor de la dación en pago, por una moratoria en los desahucios y por el alquiler social universal arrancará por fin a mediados de marzo, cuando la Junta Electoral Central haya puesto su sello en cada uno de los pliegos.
Adrià Alemany, de la Plataforma de Afectados Por la Hipoteca (PAH) de Barcelona, considera la campaña como un reto organizativo. «El nivel de sensibilización social sobre el problema es ya altísimo, el desafío es poner en marcha la estructura para que las firmas lleguen en condiciones», resume. Las seis organizaciones que promueven la campaña -además de la PAH, CC OO y UGT, la confederación catalana de Asociaciones de Vecinos y Vecinas, la Taula del Tercer Sector y el Observatori Desc, todas ellas en Catalunya- no consideran un gran problema recoger el medio millón de signaturas en un plazo de nueve meses, de ahí que se hayan puesto el objetivo todavía más alto de los tres millones de firmas. «Eso de momento», precisa Alemany. «Aquí el objetivo es además movilizar al país».
Los engranajes de la campaña
Para ello, las diferentes organizaciones cuentan con su presencia territorial y la puesta en marcha de un sistema que centralice la información. Sólo en la provincia de Barcelona, la PAH cuenta con 20 colectivos. La figura clave en este proceso a contrarreloj será la del fedatario, la persona que con su firma se responsabiliza de la autenticidad de los datos aportados ante la Junta Electoral Central. «Cuantas más personas colaboren como fedatarias, más se extenderá territorialmente la campaña», recuerdan desde la oficina de prensa de la PAH madrileña. Por este motivo, la plataforma está difundiendo el impreso necesario para poder cumplir este papel, que no es obligatorio para recoger firmas pero sí para validarlas. Tras una primera reunión, 70 personas se han prestado ya voluntarias en Madrid para esta tarea, «aunque quedan barrios sin cubrir, como Villa de Vallecas», explica la PAH, que se ha marcado el 19 de febrero como fecha límite para enviar la documentación recogida al «cuartel general» barcelonés.
«En Barcelona capital nos hemos puesto el objetivo de 100 fedatarias», dice Alemany, que define a esta figura como «representantes o personas de confianza dentro de cada barrio». Aparte de los formalismos legales, el o la fedataria tendrá que supervisar de acuerdo con su grupo local la entrega de la información a su nodo de referencia. Una vez que se haya puesto en marcha la recogida de firmas, éstas se irán entregando de forma escalonada en la oficina del censo de la provincia correspondiente.
La traba de la nacionalidad
Las organizaciones que impulsan la campaña critican la traba de la inscripción en el censo electoral para poder firmar en favor de la ILP. Se trata de un requisito relevante, dada la participación en el movimiento de residentes extranjeros que no cuentan con la nacionalidad española. Para visibilizar este problema, la campaña pondrá en marcha a propuesta de la PAH una recogida de firmas paralela a la oficial donde puedan participar quienes residan en el Estado español y no figuren en el censo electoral.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Un-puesto-por-el-derecho-a-la.html