Las elecciones del 25N se plantean en un escenario marcado por los recortes y las políticas de austeridad del gobierno de CiU. Con sólo dos años de legislatura CiU ha demostrado cuál es su modelo: un país socialmente recortado donde se hacen políticas para favorecer a la minoría acomodada mientras, con la presión de la […]
Las elecciones del 25N se plantean en un escenario marcado por los recortes y las políticas de austeridad del gobierno de CiU. Con sólo dos años de legislatura CiU ha demostrado cuál es su modelo: un país socialmente recortado donde se hacen políticas para favorecer a la minoría acomodada mientras, con la presión de la crisis y la reducción del déficit, se lanzan por la borda los derechos sociales que se han ganado con las luchas de los últimos 40 años.
La manifestación del 11 de septiembre de este año ha significado un punto y aparte en la situación política en Catalunya y también en el resto del Estado español. El modelo basado en la negación de los derechos sociales y nacionales forjado en la transición ha tocado fondo. El escenario de ruptura democrática con el Estado español se dibuja en el horizonte. Hay una creciente oposición a los recortes que se cruza con un ascenso del independentismo de base mayoritariamente progresista.
La situación política abierta tras el 11-S está siendo hábilmente utilizada por la derecha neoliberal catalana para situarse -con un discurso nacional caracterizado por la ambigüedad y las medias tintas- al frente de la ola independentista, planteando estas elecciones como un plebiscito nacional para intentar esquivar el desgaste político de un gobierno antisocial que es ya el enemigo número 1 de las clases populares catalanas. En este sentido, desde En lucha consideramos que la huelga general convocada para el próximo 14 de noviembre, coincidiendo con el periodo de campaña electoral, debe ser una prioridad para todos los sectores combativos para, entre otras cosas, sirva para debilitar la posición política de cortina de humo del gobierno de CiU y para poner en el centro el debate sobre qué modelo social queremos.
Hay que echar a la derecha catalana y su intento de capitalizar la reivindicación nacional. Por otro lado, no podemos olvidar la amenaza que la fascista Plataforma per Catalunya representa. Así, habrá que impregnar toda la campaña electoral con una oposición frontal, basada en la unidad que hoy representa la plataforma Unidad Contra el Fascismo y el Racismo, que contribuya a evitar la entrada de la ultraderecha en el Parlamento.
El reto para la izquierda anticapitalista y revolucionaria es, en este nuevo contexto, contribuir a construir políticamente un bloque político y social que desde la defensa de la soberanía del conjunto del pueblo catalán se oponga frontalmente, en los puestos de trabajo, en las calles y en las instituciones, a los recortes de unas políticas de austeridad que no sólo condenan al pueblo a la miseria sino que también profundizan el alcance de la crisis. Con igual ferocidad habrá que combatir también la estrategia recentralizadora y españolista que el gobierno del estado está imponiendo.
Desde En lluita / En lucha hemos defendido una candidatura (ver comunicado) basada en una gran alianza de la izquierda combativa que incluyera desde las CUP, a EUiA, las CAV (Candidaturas Alternativas del Vallès), otras candidaturas anticapitalistas de todo el territorio hasta las organizaciones de la izquierda anticapitalista y que fuera capaz de sumar a sectores en lucha, activistas de los movimientos sociales y sindicalistas de base, entre otros. No ha sido posible lograr una candidatura como la que planteábamos, aún así nos reafirmamos en la idea de que hay que avanzar más allá del 25N hacia la construcción de un frente político amplio.
Con todo, consideramos que no nos podemos mantener al margen. Reconocemos que la candidatura de la CUP-Alternativa de Izquierdas (CUP-AE) es una oportunidad histórica que dibuja posibilidades reales de llevar la voz de la izquierda combativa y los movimientos sociales a las instituciones. Con un programa de izquierdas que incluye la defensa de la independencia del conjunto de los Paisos Catalans, el programa político de la CUP-AE incluye, además de la defensa del derecho a decidir, otros elementos que también son claves: la apuesta de no pago de la deuda, la salida de la Unión Europea, la oposición frontal a las recortes, un programa específico de reducción del paro, de defensa del territorio y contra todas las opresiones.
Es por ello que En lluita / En lucha hemos decidido pedir el voto y sumarnos a la candidatura CUP-AE en las próximas elecciones de Catalunya del 25 de noviembre. Además de impulsar la candidatura y una campaña de apoyo desde el anticapitalismo, participamos con militantes de En lluita en las listas de la candidatura en las demarcaciones de Barcelona y Tarragona como una forma de contribuir a la confluencia de distintos sectores de la izquierda.
Sabemos que habrá que dar más pasos para construir un frente más amplio y diverso, pero el 25N apoyamos la CUP-AE para avanzar hacia la ruptura con el Estado español y cambiar la lógica económica y social dominante.
Fuente: http://enlucha.org/site/?q=
Vídeos de dos militantes de En lluita participantes en las listas:
Oliver Martínez: «¿Por qué una persona que ha nacido y viene de Zaragoza apoya a las CUP-Alternativa d’Esquerres?» (castellano)
Óscar Simón: «El que diuen els Parlaments, el que diuen els Governs, ho poden canviar els carrers» (català)