El presente documento tiene como objetivo informar sobre el procesamiento en la Audiencia Nacional española de cuatro personas del movimiento de desobediencia civil al TAV Mugitu! Mugimendua (Euskal Herria) a raíz de una acción de protesta anti-TAV en la que «entartaron» a la presidenta del Gobierno de Navarra Yolanda Barcina en Toulouse (Occitania – Estado […]
El presente documento tiene como objetivo informar sobre el procesamiento en la Audiencia Nacional española de cuatro personas del movimiento de desobediencia civil al TAV Mugitu! Mugimendua (Euskal Herria) a raíz de una acción de protesta anti-TAV en la que «entartaron» a la presidenta del Gobierno de Navarra Yolanda Barcina en Toulouse (Occitania – Estado Francés). Las peticiones son de 5 a 9 años de prisión y penas-multa de hasta 5.400 € a cada uno de ellos. El resumen de los hechos es el siguiente:
1.- El 27 de octubre de 2011, un grupo de participantes de este movimiento, con el apoyo de varias personas del colectivo occitano Libertat, realizó una acción de protesta contra el TAV en el Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) que se estaba celebrando en Toulouse, «entartando» con tres pasteles de merengue a la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina. Con dicha acción, el movimiento Mugitu! denunciaba la imposición del TAV en Euskal Herria y quería simbolizar que la clase política en el poder, junto con las empresas constructoras y la banca, se quedan con todo el «pastel» de la construcción del TAV. Se da la circunstancia que el tema «estrella» de este encuentro de la CTP era precisamente la «interconexión de las líneas de Alta Velocidad a través de los Pirineos», y que Yolanda Barcina se hacía con la jefatura de la CTP para los próximos dos años. Las tartas recayeron sobre ella por ser en dicho acto la máxima responsable de la imposición de esta infraestructura ampliamente contestada en Euskal Herria.
2.- En Toulouse, la acción de protesta transcurrió sin más incidencias y fue recibida con cierta normalidad, puesto que no se produjo ninguna detención ni identificación, y la policía francesa ni tan siquiera acudió al lugar. Las tartas no habían causado ningún daño físico a Yolanda Barcina, que fue acompañada por sus guardas de seguridad hasta el baño para asearse y al cabo de unos 15-20 minutos reapareció sonriente en el auditorio, bromeando con estas palabras: «Espero que el mandato como presidenta de la CTP sea tan dulce como el comienzo…» . Sin embargo, una vez concluida la conferencia de la CTP, la presidenta navarra realizó graves acusaciones a una televisión española en las que vinculaba a los autores de la acción con los «violentos y ETA», comenzando una virulenta campaña intoxicadora y criminalizadora.
3.- Al día siguiente, los tres «tartalaris» fueron detenidos por la Policía Foral de Navarra cuando se dirigían a dar una rueda de prensa convocada en la capital navarra para explicar los pormenores de la acción. Estas tres personas quedaron posteriormente en libertad pero fueron imputados en la Audiencia Nacional de Madrid por un presunto delito de «atentado a la autoridad». A los meses, una cuarta persona es imputada bajo la misma acusación por su participación en la acción de protesta de Toulouse y por haber dado la rueda de prensa celebrada el día siguiente en Pamplona en sustitución de los «tartalaris» que había sido detenidos.
4.- Entretanto, en el Tribunal de Grande Instance de Toulouse se abrieron diligencias por este caso. Dos miembros del movimiento occitano «Libertat» que habían apoyado la acción fueron citados a prestar declaración en la comisaría de esta ciudad. El requerimiento oficial trasladado al tribunal francés por los «tartalaris» a fin de prestar declaración en Toulouse no fue tenido en cuenta. Finalmente el caso fue archivado el 12 de Enero de 2012 por no haber indicios de delito.
5.- Finalmente, en Marzo de 2013 la Audiencia Nacional publica el escrito de acusación . En él se especifican las peticiones a cada uno de los cuatro encausados, tanto por parte de la fiscalía como por parte de la acusación particular de Yolanda Barcina. Dichas peticiones son las siguientes:
-Petición fiscal: 5 años de cárcel y 2.700 € de multa a cada uno de los cuatro encausados.
-Petición de la acusación particular de Barcina: 6 años y 3.600 € de multa a tres de los cuatro imputados además de 9 años y una multa de 5.400 € a uno de los cuatro por «el agravante de prevalerse de su condición de autoridad» al ser concejal de un pequeño pueblo de Navarra.
Resumidamente, este es el relato de los hechos que han llevado al procesamiento de 4 miembros del movimiento de desobediencia al TAV Mugitu! en la Audiencia Nacional de Madrid. En relación a todo este proceso denunciamos:
1.- La absoluta desproporción en la calificación de los hechos como «atentado a la autoridad» y en la petición de tantos años de prisión cuando los tartazos no fueron más que una acción cómica de protesta, sin causar ningún daño físico, muy similar a las realizadas en muchos países y que no tiene apenas consecuencias legales. Podemos afirmar que este es un caso único a nivel mundial en el que se hacen peticiones penales tan desmesuradas. También destacamos el hecho de que a uno de los encausados se le haga la misma petición que a los «tartalaris» sólo por dar la rueda de prensa explicativa de la acción.
La gravedad de las penas solicitadas se basa además en «elementos subjetivos», como la acusación de pretender «menoscabar el principio de autoridad».
2.- La venganza política de Yolanda Barcina , que si en su día no dudo en emplear a la policía foral a sus ordenes directas para llevar a cabo la investigación del caso -siendo ella la denunciante-, ahora hace una petición de castigo muy superior a la de la fiscalía, sobre todo en el caso de uno de los cuatro imputados. En un momento de gran debilidad política por las acusaciones de corrupción que pesan sobre ella y su gobierno, lo que busca es un castigo ejemplarizante que calme su sed de venganza.
3.- La permanencia de un sistema jurídico proveniente del franquismo que hace posible casos de este tipo. Este proceso reúne todos los elementos propios de la «injusticia» penal: la utilización de tribunales de excepción como la Audiencia Nacional para reprimir a la disidencia política; el empleo del sacrosanto «principio de autoridad» que nos hace diferentes ante la ley; la aplicación de un Código Penal cada vez más represivo que criminaliza las opciones de desobediencia civil; y por último, la aplicación de la Ley Orgánica del Poder Judicial para juzgar en el Estado Español un hecho ocurrido fuera de sus fronteras.
4.- La colaboración judicial-policial de las autoridades francesas al archivar el procedimiento abierto en Toulouse por una acción de protesta que tuvo lugar en su territorio, donde el caso únicamente sería la causa de un Juicio de Faltas. Ello ha posibilitado el procesamiento y la brutal persecución penal de la que estas personas son objeto en la Audiencia Nacional española.
Por todo ello, denunciamos el proceso abierto en la Audiencia Nacional de Madrid contra estas cuatro personas por los tartazos a Yolanda Barcina y hacemos un llamamiento a la solidaridad frente a este nuevo caso de criminalización de la desobediencia y de la lucha contra el TAV.
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