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Reseña del libro de Arnold August «Cuba and Its Neighbours»

Fuentes: Counterpunch

La publicación del libro » Cuba and Its Neighbours: Democracy in Motion «, de Arnold August, es todo un acontecimiento. El autor afirma que la democracia existe fehacientemente en Cuba. Describe la democracia en la isla como un proceso que avanza, y se perfecciona con correcciones importantes en su desarrollo. La democracia es en realidad […]

La publicación del libro » Cuba and Its Neighbours: Democracy in Motion «, de Arnold August, es todo un acontecimiento. El autor afirma que la democracia existe fehacientemente en Cuba. Describe la democracia en la isla como un proceso que avanza, y se perfecciona con correcciones importantes en su desarrollo. La democracia es en realidad democratización, apunta el autor. Un proceso basado en la participación política por parte de todos los ciudadanos, el progreso hacia la unidad y el consenso, y la exclusión de quienes se inclinan por la acumulación de bienes materiales.

August asumió una gran tarea. No sólo describe en detalles el funcionamiento de las asambleas Nacional y Municipales y como se desarrollan las elecciones-una destacada contribución-sino que también expone los orígenes y la evolución de los procesos democráticos desde los años de coloniaje y esclavitud hasta nuestros tiempos. Además resume los diferentes enfoques sobre la construcción de la democracia socialista en Ecuador, Bolivia y Venezuela, y expone las limitaciones de la democracia al estilo estadounidense. Con una exposición rápida de temas que han estado en boga simultáneamente y por muchos años, la narrativa de August también se detiene un poco en determinados momentos y sin embargo sigue siendo coherente, basada en hechos y sin tono polémico. Hace un uso efectivo de las entrevistas con activistas y analistas cubanos.

Las discusiones que tienen lugar en los EE.UU. sobre la democracia en Cuba coinciden a menudo en la ausencia de elecciones después de la revolución de 1959. Arnold explica que los líderes revolucionarios concordaban con la mayoría de los cubanos de entonces sobre que las elecciones multipartidistas y corruptas del pasado no tenían cabida en la nueva Cuba. La democratización se materializó con la Federación de Mujeres Cubanas, los Comités de Defensa de la Revolución y la Campaña de Alfabetización de 1961. Una nueva constitución establecida en 1976, instituyó las elecciones en asambleas municipales, provinciales y en la Asamblea Nacional.

Los precedentes parlamentarios y electorales del Bloque Soviético fueron desechados. Las reformas constitucionales de 1992 excluyeron la designación por parte del Partido Comunista de los miembros de las comisiones de nominación y favorecieron la elección por parte del pueblo de los diputados a la Asamblea Nacional.

El libro de Arnold nos habla de las reuniones de vecinos que se celebraron en todo el país y en las que participaron casi todas las personas adultas, quienes discutieron problemas de la nación y analizaron posibles soluciones. Muchas de las recomendaciones que emanaron de estas reuniones fueron incluidas en decretos gubernamentales o en leyes. Esas reuniones tuvieron lugar antes del referendo que aprobó la Constitución de 1976 y después, cuando se consideraban ciertos cambios constitucionales en 1991. En 1994, estos encuentros se concentraron en la crisis económica que siguió al desmoronamiento del Bloque Soviético; en el período 2007-2008, enfocaron la seguridad social, la baja producción de alimentos y los bajos salarios; mientras que en 2010, su tema principal fueron los «Lineamientos» del Partido Comunista encaminados a implementar cambios en la economía.

August percibe la democracia participativa desempeñando su papel en las asambleas municipales, que son herramientas para lograr la descentralización, un objetivo de primera importancia para las transformaciones que tienen lugar. Explica que algunas asambleas locales no responden a las necesidades de sus comunidades, pero delegados de esas áreas y especialistas se encargan de buscar vías para eliminar estas debilidades. Las entidades conocidas como «Consejos Populares» son órganos de gobierno en las localidades.

Arnold August subraya los obstáculos que enfrenta la democratización, principalmente la corrupción y la burocracia. Mientras que continúan las tensiones entre el descontento y el consenso, entre las tradiciones de la autoridad centralizada y las nociones de la soberanía popular; esta última ha sido, irónicamente, adoptada por el gobierno. Incertidumbres, sufrimiento y escaseces causados por el bloqueo económico de los EE.UU. son poco tratados, aunque pocos dirían que son aspectos importantes para tratar la democracia.

El libro cobra relevancia al abordar las profundas raíces históricas del movimiento democrático. Las guerras por la independencia en el siglo XIX, que llevaron a cabo los rebeldes pobres y racialmente discriminados, se concentraron en la justicia social, particularmente en la igualdad de derechos para las personas de color, así como la distribución igualitaria de la tierra. La Constitución de 1976 incorporó términos y conceptos de otras constituciones de su época y de las ideas de José Martí, Héroe Nacional Cubano. El autor rinde tributo a la guía y el legado ideológico de Martí, quien cayó en combate como mártir durante la guerra de independencia.

La alianza de Cuba con la antigua Unión Soviética y el papel del Partido Comunista en el desarrollo de cambios políticos no ofrecen mucha tranquilidad a los vecinos susceptibles del temor a lo rojo. Para Arnold August, el Partido Comunista de Cuba es un caso especial. El Partido Revolucionario Cubano de José Martí sirvió como modelo del sistema de un solo partido en la nación. Y en 1965, el actual Partido Comunista era una organización nueva, que emanó de dos organizaciones revolucionarias, que no eran comunistas, y del viejo Partido Comunista. El Partido no lanza ni promueve candidatos a las elecciones y funciona con un espíritu innovador.

August quiso «ofrecer a sus lectores algunas herramientas para dar seguimiento a la futura situación (en Cuba) de forma independiente, sin nociones preconcebidas». Y lo consiguió. Su punto principal sobre que la democracia en Cuba es una fuerza en movimiento y parece seguir ganando fortaleza, es un argumento convincente. Podría ser único con respecto a ello, y además sobre la prioridad dada a la participación, unidad y consenso como pilares para construir el socialismo. De ser cierto, ello puede ayudar a explicar por qué el socialismo cubano sobrevivió la desaparición de la Unión Soviética y como Cuba pudo resistir el cerco impuesto por su vecina superpotencia.

Imbuido s del conocimiento sobre la realidad democrática en Cuba que indudablemente ofrece este libro, los lectores en los Estados Unidos y en cualquier parte-particularmente aquellos que son progresistas pero que mantienen silencio sobre Cuba-ahora tienen elementos para expresar sus opiniones y actuar en solidaridad con un pueblo victimizado durante 50 años por cada estratagema sin una guerra declarada.

W.T. Whitney Jr .es un médico pediatra y periodista de asuntos políticos retirado que reside en Maine.

http://www.counterpunch.org/2013/10/09/challenging-the-blockade-of-cuba/