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Más acá y por debajo del soberanismo-independentismo

Noticias de (otra) Catalunya (XXXIII)

Fuentes: Rebelión

I Tomo pie en El legado de Brecht de Juan Antonio Hormigón (Asociación de Directores de Escena, Madrid, 2012). Dos citas del Me-ti de Eugen Berthold Brecht: 1. «Los intereses de los grandes señores exigen que se luche contra otras naciones, nuestros intereses no, y hasta se verían perjudicados por esas luchas.» 2. «El nacionalismo […]

I

Tomo pie en El legado de Brecht de Juan Antonio Hormigón (Asociación de Directores de Escena, Madrid, 2012).

Dos citas del Me-ti de Eugen Berthold Brecht: 1. «Los intereses de los grandes señores exigen que se luche contra otras naciones, nuestros intereses no, y hasta se verían perjudicados por esas luchas.» 2. «El nacionalismo de los grandes señores beneficia a los grandes señores. El nacionalismo de los pobres beneficia a los grandes señores. El nacionalismo no vale más porque lo sienta un pobre: la única diferencia es que, en este caso, carece totalmente de sentido.»

Desde luego y para no escribir con brocha muy gorda:el contexto es imprecindible en cualquier aproximación y el nacionalismo, como el Ser aristotélico, se dice de muchas formas. De muchas. Pero admitamos también que algunos nacionalismos -sólo algunos, no el vietnamita, no el cubano, no el mozambiqueño en su momento por ejemplo- tienen un trasfondo bastante parecido.

II

No sólo están pendientes los casos de unos cuantos hombres-homenets del país, dos miembros de las 400 familias con poder y mando en plaza, sino que las sospechas también alcanzan a Anna Vidal, la esposa del Oriol Pujol, el hijo del gran honorable-intocable. Doña Anna no ha justificado los pagos que recibió de uno de los empresarios implicados en el caso ITV. Unos simplesnotas manuscritas no sirven para aclarar si hubo soborno. ¿Lo hubo, no lo hubo, lo hubo, etc?

Definitivamente, la sombra corrupta del poder es muy alargada.

III

El alcalde de Barcelona ha devuelto el centro de Can Vies a los okupas. Como han leido. Cuando el colectivo presente el proyecto para reformar la finca, el ayuntamiento les dará permiso de obras.

Pero los ciudadanos de Can Vies son muy suyos, no se les convence fácilmente (la policía de aquí, los Mossos, se pasaron un montón con ellos el pasado sábado). Todavía no han decidido si aceptan o no la oferta del ayuntamiento.

IV

«El republicanisme, un arbre (de la llibertat) d’arrels profundes» es el título de un reciente, breve e imprescindble artículo del profesor e historiador Àngel Duarte.

En Cataluña y en España, recuerda el catedrático de la Universidad de Girona, el horizonte republicano no es cosa de ahora, viene de lejos. Y eso, aunque nos ciñamos al sentido contemporáneo del término, porque ¡hay raíces republicanas que aún nos harían ir más atrás en el tiempo y nos llevarían hasta la antigüedad clásica!.

El republicanismo del que hablamos, apunta AD, arranca de los años de la revolución liberal y surge como respuesta a las limitaciones que en el país y en el Estado conllevó la liquidación del Antiguo Régimen. Hablamos de las décadas de 1830 y 1840 .

El republicanismo nació de una cuádruple o quíntuple insatisfacción prosigue Duarte. «La primera de todas, si atendemos a la cronología, fue la que mostraron numerosos sectores sociales, populares y mesocráticos, afectados por prácticas de exclusión política». Todos aquellos que, en la monarquía absoluta o en aquella otra que se sostuvo sobre un liberalismo más moderado, «se sintieron desplazados de los espacios en los que se decidían las cosas que comprometían a lo común encontraron en una u otra versión del republicanismo un ideal para combatir el poder y exigir a un tiempo participar en el diseño de las políticas generales.»

No fue ajena a la esperanza republicana la percepción de que en una república era más fácil resistir a los efectos deletéreos que, el tránsito hacia la economía capitalista y la sociedad liberal, tenía sobre las condiciones de vida de las clases subalternas, desde artesanos y comerciantes a campesinos sin tierra y jornaleros. Dicho de otro modo y con mayor claridad si cabe: «que en una República era posible pensar en una reforma social.» No en otras condiciones políticas.

La república se presentó, por lo pronto, recuerda AD, «como el marco que favorecería la liberación y la modernización de las conciencias». Frente a la hegemonía cultural católica-clerical, y a la contra de un casticismo que aislaba al país y a sus vecinos de lo que ocurría en Europa y en el mundo, «el republicanismo equivalía a confianza en la razón, en la ciencia y en Europa.»

Es obvio, señala AD, que el republicanismo aparece asociado a las incomodidades derivadas de la implementación sobre un país, que tenía una estructura material inequívocamente federal, de «una estructura política y administrativa unitarista, centralizadora, aniquiladora de las diferencias, incapaz de atender a la diversidad nacional de las tierras ibéricas». En España hubo una geografía republicana. Cataluña, en 1873 o en 1931, en general, no toda ella, fue tierra republicana. Cataluña tenía su propia territorialidad monárquica, por cierto, nada desdeñable. A veces una al lado de la otra.

La primera organización explícitamente republicana fue el Partido Republicano Democrático Federal de los años del sexenio democrático (1868-1874 ). En Cataluña, como diría años después Pere Coromines, el republicanismo fue provincial a lo largo del ochocientos. Es decir, se encarnó en las sucesivas plataformas partidarias que surgieron en todo el Estado español. Con el cambio de centuria, con la eclosión del moderno nacionalismo de masas, recuerda AD, el republicanismo -«sigo de nuevo a Coromines y Antoni Rovira i Virgili»-, se nacionalizó. En rigor, durante el primer tercio del siglo XX «la pluralidad de identidades estuvo presente en el republicanismo catalán». De la misma manera que lo fueron, los diferentes tradiciones a propósito de la cuestión social. «Republicanos fueron, además de los mencionados, los apellidos de Pi i Sunyer y los Perenya, Francesc Layret o Lluís Companys, Joan Casanova o, a pesar de ser probablemente por otras razones, el mismo Francesc Macià».

Todo esto es bien sabido, afirma AD. Como lo es que, a pesar de la continuidad en el tiempo del anhelo republicano, éste lograría concretarse en términos institucionales contadas veces. «Cuando la república llegó, duró poco y sufrió los embates brutales de los enemigos exteriores y , por qué no recordarlo, las flaquezas de sus partidarios». Sin embargo, prosigue el gran historiador republicano, el republicanismo resistió a las sucesivas derrotas de la república. ¿Por qué? Por lo siguiente: «Pues porque el republicanismo, la cultura política que se transmitía de padres a hijos y de abuelos a nietos, siguió siendo una expectativa ideal para la construcción de una ciudadanía culta, participativa, atenta a lo que ocurría fuera del hogar, dispuesta a hacerse presente en la vida colectiva con el fin de trabajar por el bien común». Nada menos.

Era algo más que la búsqueda de unas instituciones democráticas incluso en lo que referente a la jefatura del Estado. Era, y es, destaca Àngel Duarte, «un ideal de libertad, de igualdad y de fraternidad, una apuesta por los valores de participación y equidad, un rechazo recurrente , a lo largo del tiempo, a los privilegios que permanecen y a aquellos otros que emergen de nuevo». En síntesis, «una expectativa de protagonismo ciudadano.»

¿No es eso? Entonces, ¿a qué esperamos? ¿No es el programa básico, esencial, de nuestra hora?

V

Sin apenas comentarios personales, real -que no Real- como el ambiente político en algunos territorios del país. Concentración por la república catalana en Vic (en la Barcelona profunda). Alguien habla con los manifestantes que llevan una bandera republicana. Hay un foto de J. M. Gutiérrez que corre por la red.

Unas trescientas personas se concentraron en la plaza Mayor de la ciudad para reclamar la república. En el acto, con fuerte presencia de banderas independentistas, algunos miembros de ICV-EUiA sostienen banderas republicanas.

La situación dio pie a discusiones, con la participación de algún destacado miembro de ERC, como la exconcejal de Vic Gracia Ferrer, y el coordinador de ICV-EUiA de Osona, Arnau Martí. Gracia les criticó fuertemente: por la bandera, era española.

El rifirrafe fue a más en las redes sociales, donde Martí ha mantenido un intenso debate en su Twitter con varios representantes soberanistas. Como el regidor de Solidaridad, Iban Lapeira.

María Casas ha criticado que se le acusara de «facha española» por llevar la tricolor y Xavier Tornafoch, regidor de ICV- EUiA en el Ayuntamiento de Vic, también ha sido muy crítico en su Facebook. Con este comentario: «ayer algunos energúmenos insultaron y ridiculizaron un niño de 9 años que llevaba una bandera de éstas [republicana] en la plaza de Vic. De entre los energúmenos, algunos independentistas que tienen abuelos y padres enriquecidos por el franquismo. Que renuncien a las herencias y hablamos. Unos cobardes e ignorantes.»

VI

Más sobre Can Vies y las observaciones independentistas.

El economista Xavier Sala i Martin en un tuit en twitter ha pedido que «cuando los mozos que identifiquen a los violentos que informen sobre de dónde vienen. No sea que, además de policías, alguien esté enviando manifestantes». De España por supuesto. Los malos, los violentos.

Antoni Bassas ha afirmado -eso sí, a título personal- en el programa Divendres de TV3, que a pesar de no tener elementos para afirmarlo, en un momento en que hay tanta gente en España interesada en mostrar que en Cataluña hay fenómenos de violencia «no me acabo de tragar que esto sea casual». Ha añadido que, además de enviarnos 200 policías españoles (¿no habrá alguno catalán?) que nadie ha pedido, (¿nadie?) «alguien ha enviado manifestantes», porque «en política, en estas cosas, no hay nada casual». Bassas ha considerado que ver en la prensa el mapa de los disturbios en Cataluña beneficia aquellos que quieren mostrar que hay situaciones de violencia en el país, y que «la imagen icónica» de ver una unidad móvil de TV3 ardiendo, cuando la televisión pública de Cataluña es objeto de deseo» de las fuerzas contrarias a la consulta independentista que quieren detener el proceso, la han llevado a considerar que nada es casual y que además de haber enviado a los antidisturbios españoles-muy-españoles, además han enviado manifestantes españoles violentos. ¿A qué no se le escapa nada al señor Antoni Bassas? ¡Es que ha sido corresponsal en Washington por TV3! ¡Se nota!

El ex líder de Solidaridad Catalana por la Independencia, don Alfons López Tena, no se ha quedado atrás y ha dado su opinión . A través de un tuit, don Tena -nada que ver con Carlos Tena- ha apuntado la participación de «agentes provocadores policiales» como causantes de los disturbios por el conflicto de Can Vies. La teoría del notario se fundamenta en unas capturas de cuentas de redes sociales como Instagram en la que un tal «Sexadordepollos» se jacta de haber quemado una sucursal bancaria en una noche de disturbios y se pone una fotografía que complementa esta autoacusación.

Escribe también, para redondear la aproximación, comentarios racistas y españolistas y absolutamente beligerantes. En las capturas que aporta don Tena se ve una libreta de ahorros con más de 8.000 euros que el autoinculpado utiliza para presumir de sus ingresos. «¿De dónde ha sacado el dinero este racista español que se jacta de haber quemado locales a Santos?», pregunta Tena, que ve, desde luego, que el perfil de este virtual «sexadordepollos» corresponde a un «agente provocador policial «para generar inestabilidad social. Español por supuesto.

VII

Otro testimonio. Un indepe (de Solidaritat per la Independència) sostiene con toda seriedad que lo de Can Vies fue una conjura de Espadaler, miembro de Unió Democràtica y contrario a la independencia. ¿Para qué? Para dejar a los mossos sin directrices claras al hacer dimitir a Manel Prat. De este modo, los mossos actuaron sin fuerzas suficientes para cortar los disturbios desde el principio. Así se consiguió el doble objetivo españolista de mostrar su incapacidad y la necesidad de recurrir a la policía nacional, por un lado, y por otro dar una imagen de Barcelona como ciudad conflictiva, violenta.

Más aún: en su opinión, los mossos son bona gent, són amics, mientras que los «enemics» son los responsables políticos de Interior de la Generalitat que se han dedicado de manera sistemática -¡no se pierdan el paso!- a impedir el acceso de independentistas al cuerpo. ¡Como han leído y en contra de centenares, por no decir miles, de contraejemplos!

VIII

Víctor Cucurull es miembro del Secretariat Nacional de la ANC. Se fue a Navàs a dar una conferencia y sucedió lo que pueden ver a continuación: pasen y disfruten. Son 6 minutos http://dolcacatalunya.com/2014/06/01/reir-y-no-parar-vea-a-un-lider-de-la-anc-contando-la-historia-nacionalista-de-cataluna-2/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.